El lápiz mágico de Malala

¿Quién no ha oído hablar de Malala Yousafzai, esa niña paquistaní que desafió a los talibanes? ¿Esa niña que intentaron asesinar disparándole varios tiros para acallar su voz y sus deseos de vivir en un mundo mejor, donde niñas y niños, mujeres y hombres tuvieran los mismos derechos? Imposible no conocerla e imperdonable no hablar de ella a nuestros hijos o alumnos y explicarles su increíble fortaleza y resistencia.

Hoy precisamente, para facilitar esta labor, tengo el placer de escribir sobre “El lápiz mágico de Malala“, un libro que relata parte de su vida y de cómo fue crecer en una región destrozada por la guerra pero donde los niños siguen soñando. Hoy en día Malala, galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2014, sigue luchando por los derechos de las niñas y mujeres de su región, no las olvidemos. Expliquemos a nuestros hijos que existen regiones donde niños y niñas no son considerados iguales, donde ir a la escuela es un privilegio y que, aunque a ellos esto de ir al cole les parezca un rollo, estudiar nos hace libres. Es nuestra obligación luchar por un mundo mejor donde no existan estas diferencias y todos tengamos las mismas oportunidades.


¿Quién es Malala Yousafzai y por qué debemos hablar de ella a nuestros hijos y alumnos?

Malala nació en Pakistán hace 20 años, en 1997. De pequeña, era una niña como cualquier otra que acudía a la escuela a diario sin muchas más preocupaciones que las de cualquier otro niño de su edad. No obstante, su vida cambió rápidamente con la entrada del régimen talibán en la región donde residía, el valle de Swat. Los talibanes obligaron a cerrar las las escuelas privadas y prohibieron la educación de las niñas.

Con apenas 10 años no entendía por qué, ni ella ni otras niñas, no podían tener acceso a la educación del mismo modo que los niños. Se sentía impotente ante esta situación que discriminaba a niñas y mujeres, una circunstancia que hoy en día perdura en su país y en tantos otros, pero lejos de conformarse e inspirada por su propia familia decidió rebelarse ante esta situación.

Tal y como cuenta en el libro, escrito maravillosamente y bellamente ilustrado, decidió convertir aquel lápiz mágico con el que soñaba de niña en uno de verdad. Un lápiz con el que escribir sobre los desafíos con los que se encontraba. Hombres armados que bajo unas leyes injustas apartaban a las niñas de las escuelas prohibiéndoles el derecho a la educación.

Un niño, un profesor, un libro y un lápiz pueden cambiar el mundo

– Malala Yousafzai –

Malala empezó a escribir públicamente (gracias a la BBC) sobre lo que ocurría en su comunidad y pronto, bajo el pseudónimo de Gul Makai, adquirió protagonismo y relevancia. Un protagonismo que nada gustó a los talibanes quienes la convirtieron en objeto de sus amenazas. En octubre de 2012 le dispararon cuando volvía a casa del colegio.

Milagrosamente Malala, que por aquel entonces tan solo tenía 15 años, sobrevivió a la bala que impactó en su cráneo y cuello. Afortunadamente hoy sigue viva y en perfectas facultades para seguir luchando por los derechos civiles de su comunidad, pero muy especialmente por el de las mujeres y el derecho a la educación de las niñas.

Por gran labor Malala Yousafzai es la persona más joven  (17 años) que ha recibido el Premio Nobel de la Paz (2014) y hoy es Mensajera de la Paz de la ONU.

“El lápiz mágico de Malala”, sinopsis editorial

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Nos narra la historia auténtica de una niña, Malala, que quería un mundo mejor.

… poner un pestillo en su puerta; así sus hermanos no podrían molestarla.

… detener el tiempo para dormir una hora más cada mañana.

… borrar el olor el olor del basurero que había cerca de su casa.
Pero, con el tiempo, su mundo cambió, lo mismo que sus deseos. Su derecho a ir a la escuela se vio amenazado … simplemente por ser niña. En vez de un lápiz mágico, Malala cogió uno de verdad. Sola en su habitación, escribió sobre los desafíos a los que se enfrentaba. Sus palabras llegaron a todo el mundo y sus deseos empezaron a hacerse realidad.

Sin duda un libro inspirador que puede ayudarte en tu labor educativa y fomentar en tus hijos valores tan imprescindibles para nuestra sociedad como son la tolerancia, el respeto, la empatía, y la necesidad de luchar por un mundo mejor, evitando egoísmos.