Específicamente mi tema con la navidad empezó por el simple hecho de que la navidad son fiestas para pasar en familia y aquí cada vez la pasamos más lejos. Mis primos emigraron poco a poco, mi mamá también se fue durante muchos años a vivir en USA, mi madrina también se fue. Y a pesar que mi mamá eventualmente regresó, otras personas empezaron a partir. Mi mamita (la hermana de mi abue), mi madrina, mi tía. Y este año tocó que, inesperadamente, mi abuela partiera.
La única persona en casa que tenía espíritu navideño era ella. Si se celebraba la navidad, era por ella. Decoraba todo, las luces, el árbol, el nacimiento, todo. Los villancicos que yo tanto odiaba, ella los ponía igual. Literalmente si se celebraba navidad era solo por ella.
Este año las cosas han cambiado pero no para mejor. Mi abuela falleció en junio y desde entonces todo en casa cambió. Ella era la columna vertebral y sin ella muchas cosas se han ido desmoronando sin que lo quisiéramos. Ahora que ya estamos diciembre, navidad se ha hecho particularmente difícil de sobrellevar. Si antes no me gustaba celebrar la navidad, ahora menos. El pensar que toca decorar todo es muy difícil y súper doloroso para quienes quedamos aquí. Trato de evitar todo lo referente a estas fiestas pero, por obvios motivos, es imposible.
Se hace difícil el pensar en una navidad si ella, sin sus villancicos, sin sus fotos obligándome a reír y sonreír como si la pasara bien, sin su abrazo y saludo navideño, sin su manera única de agradecer por los regalos, sin su comida (aunque esto es algo que nos cuesta día a día).
Hace unos días, pensaba en que tenía que arreglar las cosas, pero cada que vez que me imaginaba decorando, todo empezaba a llorar. Mi mamá hizo el esfuerzo de sacar el árbol y armarlo a medias y lo dejo ahí para que yo termine de decorarlo junto con el resto de la casa. Ahí sigue, no he tocado nada. No puedo.
Llevo días tratando de buscar las fuerzas para poder hacerlo. Un día, justo antes de salir vino Antonella y me entregó una pluma. Le pregunté de donde la sacaste y me dijo "Vino la paloma, me la dejó y se fue. Era para ti, mamá" ¿Sabían que los ángeles se comunican con nosotros a través de las plumas? Yo lo interpreté como una señal, para seguir adelante y para recordarme que ella está con nosotros cuidándonos como siempre lo hizo pero que debemos continuar.
Ahora hay que seguir con nuestro día a día, por más difícil que sea, la vida continúa. Disfruten estas fiestas, disfruten de su familia. Olvídense de los regalos, pásenla juntos, abrácense, tómense fotos, videos, bailen. Olvídense (siquiera por un momento) de los problemas que puedan tener, valoren lo que tienen y lo que aman .