Y es que uno de cada 150 pequeños padece intolerancia al gluten, una proteína que está presente en la harina de trigo, centeno, cebada, espelta, kamut y avena.
Al no ser tolerada, daña las vellosidades del intestino, impidiendo que absorba los nutrientes de los alimentos. Diarrea, distensión abdominal o pérdida de peso son síntomas a los que los padres deben estar atentos para hacer frente a esta enfermedad cuyo único remedio es una dieta libre en gluten.
Síntomas habituales del niño celíaco y cómo detectarlos
Aunque suelen ser similares a los de la mayoría de trastornos digestivos, hay que estar atento a los siguientes síntomas. Si se repiten varios días, debes consultarlo con el pediatra.El niño se puede quejar con frecuencia de dolor de barriga, ir al baño muchas veces, o pasar repentinamente de la irritabilidad al decaimiento. Observa si estas señales se dan después de comer determinados platos.
En los más pequeños es posible sospechar la intolerancia al gluten cuando comienzan a comer papillas, ya que es el momento en que se les introducen algunos cereales. Observa se tiene diarreas o llantos persistentes (puede ser por cólicos, gases o porque siente un malestar general) o si se estriñe después de haber probado una comida nueva.
Otras señales que pueden aparecer son alteraciones en el esmalte de los dientes, sensación de piernas dormidas o dolor en las articulaciones y en los huesos.
Suele haber también pérdida de peso, aunque tengan buen apetito, y retraso en el crecimiento. Piernas y brazos afinados y la barriga algo abultada. También las heces de color pálido y marcado mal olor son una señal.
Cómo se llega al diagnóstico
Anteriormente se realizaba un análisis de sangre para comprobar si había anticuerpos positivos del gluten, que el sistema inmunológico genera como respuesta a sustancias que no tolera.Si los resultados eran positivos, el siguiente examen era una biopsia de intestino (donde se analiza una muestra de mucosa intestinal para comprobar su estado).
Cuando el niño llevaba dos años siguiendo una dieta sin gluten, se hacía una segunda biopsia para determinar si la eliminación de esta sustancia había regenerado la mucosa gástrica. Si era así, se reintroducía el gluten y se hacía una tercera biopsia a los seis meses. Si volvía a estar dañado el intestino, se confirmaba el diagnóstico.
En la actualidad, existe un nuevo protocolo en el que, según qué casos, no será necesario realizar una biopsia para el diagnóstico de la enfermedad celíaca.
Lo que los niños celíacos no pueden comer
En la alimentación del niño celíaco deben evitarse, básicamente, todos aquellos alimentos que contienen gluten. Ante la duda de si lo contienen o no, es preferible descartarlos y buscar sustitutos. Los siguientes productos no convienen:
Panes de trigo, centeno o cebada. Tampoco los bollos o pasteles industriales, las harinas, las pastas comunes o la sémola de trigo.
Carnes y pescados con salsas preelaboradas.
Las sopas precocidas y los productos rebozados de fabricación industrial deben evitarse.
Olvídate de los productos a granel y los que puedan estar elaborados artesanalmente. Sobre todo si no están etiquetados, en el caso de que lo estén hay que leer bien los ingredientes.
Leches y bebidas malteadas. Yogures con trozos. Embutidos y patés.
Como norma general, aquellos productos que no lleven la etiqueta específica que indique “sin gluten”. No dejes de consultar la lista de la federación de asociaciones de celíacos de España.
Y lo que sí pueden degustar
Cuanto más pronto se inicie una dieta con alimentos sin gluten, más rápido se recupera el funcionamiento óptimo del intestino delgado. El médico indicará si hacen falta suplementos de nutrición e indicará cuáles son los alimentos que debe tomar el pequeño. Entre ellos:Carnes frescas. Jamón serrano y cocido. Pescados o mariscos frescos o congelados, sin precocinar. Conservas de pescado en aceite de oliva o vegetal.
Leche y derivados. Yogur natural y de sabores (pueden ser normales o desnatados). El queso conviene que sea lo más natural, y cortarlo o rayarlo en casa. También pueden comer huevos fritos, en tortilla o en cualquiera de sus elaboraciones en solitario.
Aceite de oliva, girasol, maíz, así como mantequilla y margarina 100% vegetal.
Cereales sin gluten como arroz y maíz y sus harinas derivadas. También el almidón de trigo especial para celíacos.
Legumbres frescas, frutas y verduras. Pueden ser congeladas pero sin precocinar.
Frutos secos naturales, siempre molidos en niños pequeños.
En la cocina de casa
Prepara por separado la comida que va a tomar el niño celíaco y la del resto de la familia, y no uses el mismo aceite para cocinar.
En la nevera, en la despensa, en el cajón del pan o en el de las galletas…, almacena siempre por separado los productos sin gluten de los normales. Es la mejor forma de evitar confusiones. Y procura que el niño sepa en todo momento dónde se guarda lo que sí puede comer.
Emplea condimentos naturales para hacerlos más sabrosos, como albahaca, tomillo, pimentón, orégano, perejil, azafrán puro y, en general, todo tipo de hierbas aromáticas de cocina (evita los sucedáneos). Condimenta con vinagre de manzana y algún aceite permitido.
En nuestra web te mostramos cientos de recetas aptas para niños celíacos, te sorprenderá la cantidad de platos sabrosos que puedes preparar.
Precauciones fuera de casa
En los comedores escolares ya se incluyen menús para celiacos. Si tu hijo se queda a comer en el colegio, consulta con el centro.Nada de rebozados y fritos en los restaurantes. Las patatas o los calamares a la romana pueden estar cocinados en el mismo aceite que alimentos rebozados con harina. Las tortillas también suelen llevar levadura.
Si tu hijo acude a una fiesta de cumpleaños o a alguna excursión llévale su propia comida. Hazlo también cuando vayáis a comer a casa de familiares. En el caso de que viajéis en avión, consulta a la compañía si incluyen menús para celíacos.
Puedes ver el post Enfermedad celíaca en niños: síntomas, diagnóstico y alimentos prohibidos y aptos en la web de BABYCOCINA.