Quizá la publicación de hoy os sorprenda un poco…o quizá no, en cualquier caso, son sólo unos apuntes, unos breves consejos que os queremos transmitir, siempre desde nuestra experiencia ya que hemos observado en los últimos tiempos que hay una obsesión excesiva por la limpieza, y en el término medio está la virtud, como en todo.
-En bebés y niños; está bien mantenerlos limpitos y aseados, pero todo en su justa medida. Se duchan o se bañan, si es a diario genial y si no, pues tampoco pasa nada. En ambos casos sin abusar de jabones y sin frotar toda la piel del cuerpo con esponjas o parecidos. Es decir: poco jabón, con la mano, y a no ser que haya mugre que rascar, sólo en axilas y pubis. Las esponjas además de tener un efecto arrastre no deseado si no se secan bien después de usarlas son un medio de cultivo ideal para la proliferación de hongos. La primera vez que le dije esto a una señora hace unos años, se horrorizó, me miró estupefacta y estoy segura que salió de la botica pensando que no era muy higiénica. Pero es que la limpieza corporal está muy bien, pero el abuso no trae nada bueno; la piel es nuestra primera barrera de defensa frente al medio y debe conservar su manto hidrolipídico. El abuso de jabones, esponjas y la no correcta hidratación alteran este manto y la desprotegen.
Cuando nacemos estamos recubiertos por una capa grasa llamada Vérnix Caseosa, está compuesta por ácidos grasos y defensinas que evitan que la piel del bebé se deshidrate por estar en contacto con el líquido amniótico y lo protegen de futuras infecciones. La Vérnix es aconsejable que no desaparezca del todo nada más nacer, de ahí el aspecto un poco graso de los bebés que se irá perdiendo con los días.
Es por todo esto que todo lo contado anteriormente se aplique especialmente en los bebés; en el baño mejor aceites que jabones, y no esponjas ni utensilios parecidos.
– Adultos: obviamente el aseo es diario, pero seguimos manteniendo las anteriores recomendaciones sobre jabones, esponjas y zonas de limpieza.
Hacemos un apunte más sobre la hidratación: es esencial. La alimentacíon, el tabaco, el estres, los detergentes y suavizantes para la ropa, los tejidos sinteticos….alteran el equilibrio de nuestro manto hidrolipídico. Una correcta hidratacíon hace que nuestra piel esté sana, luzca bonita y se retrase su envejecimiento.
Sobre la foto, deciros que se nos nota que tenemos muchas ganas de verano, y que esperamos como siempre, os sirvan de algo nuestros consejos.:)
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