El estudio debe de realizarse en ambos miembros de la pareja para detectar las causas, incluso aunque se observe un factor masculino claro, ya que es frecuente la presencia de causas mixtas de esterilidad.
Exámenes comunes para los dos miembros de la pareja
Historia clínica detallada, valorando antecedentes personales y familiares, así como aquellos factores ambientales, laborales, o hábitos tóxicos, que puedan influenciar en la fertilidad.
Cariotipo en sangre periférica: con esta prueba se valora que la información genética en fórmula y número sea la correcta. Es decir una mujer será 46XX y el varón, 46XY.
Serologías VIH, Hepatitis B y Hepatitis C. En la mujer se complementará con Toxoplasmosis, Rubeola y Varicela.
Grupo sanguíneo y RH.
Estas pruebas forman parte de un protocolo que, una vez concluido, le permite al especialista orientar el diagnóstico y las posibilidades de embarazo respecto al tratamiento propuesto.
Exámenes específicos para la mujer
Estudio hormonal basal: se realiza una analítica de sangre para la función ovárica e hipofisaria. Debe hacerse al principio del ciclo, idealmente el 3º día del ciclo menstrual.
Ecografía transvaginal: Examen con ultrasonidos que aporta una valiosísima información sobre la morfología del útero y de los ovarios y permite conocer la respuesta del ovario y del endometrio durante el ciclo ovárico.
Histerosalpingografía: Es una prueba radiológica en la que se emplea un contraste (líquido) inyectando a través del cuello del útero y que nos permite valorar la cavidad del útero y la permeabilidad de las trompas. Una obstrucción de ambas trompas impediría el proceso de fecundación natural. Se realiza después de terminar la regla pero antes de la ovulación. Ésta es una prueba muy importante sobre todo antes de la realización de inseminaciones artificiales.
Histeroscopia: La histeroscopia es un examen endoscópico durante el cual se introduce un tubo óptico a través del cuello uterino para visualizar la cavidad uterina (histeroscopio = mini-cámara), permite una visión directa y precisa tanto del canal cervical como del interior del útero. Se realiza para detectar posibles alteraciones dentro del útero que impidan la implantación.
Biopsia del endometrio: Se realiza por aspiración de la mucosa endometrial mediante una cánula que se introduce en el útero a través del canal cervical. Se manda al laboratorio y se estudia para ver si existen algunas infecciones o anomalías a nivel del endometrio.
Exámenes específicos para el hombre
Seminograma: Por su sencillez, es la primera prueba que se le indica a la pareja. El seminograma valora la producción de espermatozoides en los túbulos seminíferos del testículo. En el seminograma se estudian parámetros de cantidad (concentración), calidad (movilidad) y de morfología.
Test de capacitación (o REM): Es un estudio complementario al seminograma, que consiste en lavar al semen de todos los fluidos y sustancias que contiene y dejar solamente los espermatozoides, que se ponen en un medio rico en sustancias nutritivas. El recuento de espermatozoides móviles obtenidos (REM) en esta prueba nos permite conocer cuántos de ellos serán útiles para técnicas de Reproducción Asistida.
Exámenes bacteriológicos y bioquímicos: Examen más profundo (cultivo de semen o análisis de sangre) para detectar infecciones que alteran la calidad del semen.
Biopsia testicular o punción del epidídimo: Sirven a recuperar espermatozoides hallados en los testículos. Esta técnica se recomienda cuando no se puede obtener el semen por eyaculación.
Hormonal: Detectar alguna anomalía en los niveles hormonales mediante análisis de sangre (FSH, LH, testosterona).
Fuente: Clínica Eugin y Ana I. Chueca Villanueva, Dra. Especialista en ginecología y obstetricia.
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