Desde hace unas semanas mi pequeño cada vez que quiere probar alguna cosa dice que va a hacer un EXPERIMENTO. Le encantan y si lo podemos hacer todos juntos en casa, mejor que mejor.
El experimento que os proponemos es muy sencillo y se puede hacer en cualquier casa sin problemas.
Desde luego mejor en terrazas o espacios donde no tengáis problema de que se puedan mojar tanto los niños como el suelo :-p. Consiste en ofrecerles un bloque de hielo con juguetes dentro y varias “herramientas” para poder extraerlos y dejar que investiguen las mejores maneras para hacerlo. Podéis guiarlos un poquito si veis que intentan sacar los juguetes a toda costa y se empiezan a poner nerviosos si no consiguen avances, jajajaja. Para ellos es todo un reto, y si les vas ofreciendo las diferentes herramientas poco a poco, pueden ir asociando con cuales han conseguido descongelar mejor alguna parte del bloque y comenzar a extraer juguetes.
¿Qué necesitáis? Pues muy fácil: Para preparar el bloque de hielo:
Un táper de plástico mediano.
Agua del grifo.
Juguetes de plástico que puedan mojarse (no se estropeen en el agua).
Congelador
Para experimentar con el bloque:
Una bandeja de plástico donde hagan las pruebas.
Sal.
Cuchara.
Agua fría, templada y caliente (en diferentes recipientes y que vayan cogiendo con un vaso y probando).
Recipientes para el agua (puede ser el mismo y cada vez se lo llenas con diferente temperatura).
Un vaso para que puedan ir cogiendo el agua.
Así de sencillo. De hecho podéis pedirle a vuestro/s peque/s que os ayuden a prepararlo y así que puedan ir comprobando el estado del hielo en el congelador a medida que pasa a su estado sólido.
Primero les explicáis lo que vais a preparar y les dais el táper que vayan a usar, para que busquen juguetes pequeños que quepan en él. A ser posible varios, para que tenga más emoción, jejeje.
Luego tienen que rellenar el táper de agua, de manera que se pueda cerrar bien la tapa y cubra a los juguetes que no floten. El agua puede ser del grifo tal cual o podéis darle más emoción si preparáis juntos agua del color favorito del niño o niña, usando para ello colorante alimenticio líquido o en pasta, que se tiene que mezclar bien con el agua, usando una cuchara por ejemplo (esto también será un poquito más sucio a la hora de derretir el hielo, ya que el agua será de color).
Después el táper lo tienen que meter en el congelador. Podéis decirles que hay que comprobar cómo está de congelada el agua tanto por la noche después de cenar, como por la mañana después de desayunar. Eso los mantiene alerta y ven así la evolución del agua en el congelador.
Cuando ya está preparado el bloque y completamente congelado, se lo dais o bien para que lo desmolden ellos (en algunos táperes sale el bloque casi sin esfuerzo, mientras que en otros necesitarán usar agua para desmoldarlo) o les ofrecéis ya el bloque en la bandeja de plástico.
Que empiecen primero con utensilios
Como la cuchara o algún cincel y martillo de madera o plástico si tenéis en casa (si el juego es colectivo hay que tener cuidado con estos últimos utensilios para que no se hagan daño entre ellos, al ir metiendo la mano uno u otro sobre el hielo). Con la cuchara pueden ir rascando el hielo ambos, siempre y cuando el bloque sea grande.
Después les ofrecéis la sal
Y que prueben a cogerla con las manos, frotar el hielo, mezclara con agua antes de echársela al hielo, etc. Podéis dejarles libres para ver lo que prueban ellos por si solos y darles pequeños consejos para que busquen alternativas. También pueden mezclar la sal con colorante y así el agua que se vaya derritiendo tendrá color y será más divertido.
Por último les ofrecéis el agua FRÍA, templada y por último la caliente.
Se la ofrecéis en un cubo y que hagan uso de un vaso para echarla sobre el hielo. Cuando empiecen a ver que algún juguete asoma alguna parte, veréis como se emocionan. Y sobre todo, cuando vean lo rápido que les ayuda el agua caliente a sacar los juguetes y deshacer el hielo, solo querrán usar agua, jajajaja.
Si consiguen sacar todos los juguetes pero aún queda algún trozo de hielo de un tamaño pequeño, podéis sugerirles que lo dejen al sol a ver que pasa. De esa manera, y sobre todo con el calor que hace en verano, pueden ir viendo cómo cambia de estado ese trozo de hielo, solamente con el calor del sol.
En casa hemos realizado el experimento ya 3 veces. Es increíble lo que les gusta y no solo a los mayores, sino también a los más pequeños, ya que pueden tocar el hielo, jugar con el agua e incluso probar la sal!!!! ?? Disfrutarán un montón, se refrescarán, aprenderán a ver como el agua cambia de estado y con qué pueden provocar esos cambios. Diversión asegurada.
¿Conocéis más experimentos con hielo para niños? Contadnos los que hayáis probado y os hayan gustado más.
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