Marta formaba parte del grupo de Whatsapp de su hija Carla de 9 años. Originariamente el grupo se creó como un medio de comunicación entre los padres para conocer y estar bien informados de las actividades escolares que realizaban sus hijos. No era muy partidaria de ello ya que ” No tengo por qué estar continuamente pendiente de las tareas que tiene mi hija ya que es su responsabilidad y lo si no asume que lo tiene que hacer ella no voy a estar pendiente yo”.
A pesar de ello accedió al grupo a principios de este curso. En estos cuatro meses ha visto como algunos de sus miembros han aprovechado “la coyuntura” para otras cosas. Marta nos ha contado como una mamá cuelga cada dos por tres las promociones que tienen con una conocida marca de cosméticos de la que es comercial y te puedes encontrar mensajes enviados a las tres y las cuatro de la madrugada contando las bondades de las barras de labios.
La gente por prudencia no suele decir nada aunque más de uno tendrá en el pensamiento si esa buena señora no tiene otra cosa mejor que hacer a esas horas que enviar a sus contactos el catálogo de productos que intenta vender.
Otra de las conversaciones más comunes en este grupo de Whatsapp son los deberes de los niños. Los padres de este grupo en concreto ( imaginamos que en un gran número de ellos sucede lo mismo) asumen como propias las tareas escolares que tienen que realizar los pequeños. Un día Marta se levantó con más de 350 mensajes en su móvil. En un principio se asustó porque creía que había sucedido una catástrofe pero en unos minutos pudo comprobar que la catástrofe se refería a las cuadrículas de los cuadernos.
Algunos padres, presas del pánico habían ido a diferentes papelerías a buscar el dichoso cuaderno con la cuadricula correcta, otros, intentaban apañar a sus hijos con los cuadernos que les habían comprado en un inicio y los más atrevidos se dedicaban a pintar las lineas y cuadrículas necesarias para que el material quedase igual al que había pedido el profesor. Y mientras los niños, responsables de todas estas tareas vivían ajenos a la trifulca que habían montado los padres. ¿Pero esto que es? ¿Se ha ido todo esto de nuestras manos?
Marta se ha quitado del grupo porque ayer recibió un mensaje con el título de Bycicle. php. Al abrir el documento aparecían varias fotos de mujeres desnudas montando en bicicleta y en posiciones nada agradables para la vista de un papá o mamá que lo único que pretende ver en ese grupo son comentarios relativos a sus hijos.
Seguramente muchos de vosotros habéis vivido situaciones de este tipo.
Una compañera de trabajo comprobó sorprendida como una mañana al abrir el grupo del Whatsapp del colegio de su hijo aparecía un señor desnudo frente a un espejo. Era uno de los papás del cole que por error había enviado su foto al grupo. Inmediatamente se quitó del grupo. Pero el daño ya estaba hecho, y no precisamente el daño moral hacia él, sino hacia su hijo pequeño que, sin culpa alguna se convierte en el objeto de las miradas de padres y madres de la clase del niño, que además tiene que escuchar los comentarios que algunos de sus compañeros hacen sobre ello y que ve como una madre entristecida se ha dado cuenta por el grupo del colegio que su marido le es infiel.
No se si recordáis una noticia que apareció en los medios de comunicación el pasado septiembre en el que un grupo de madres de Argentina celebraban el cambio de clase de un niño con síndrome de Asperger : “¡Qué bueno para los chicos!”, “que puedan trabajar y estar tranquilos” o “un alivio para los nuestros”, fueron las respuestas -entre iconos de felicidad- de otras madres a la expulsión del menor.
El otro día en el grupo de whatsapp de padres de la clase de mi hijo pequeño se montó un lío enorme por una cazadora. Yo vivía ajena al asunto y cuando me dí cuenta había más de 150 mensajes incluidos en el grupo. En resumen, los niños habían cambiado sus cazadoras en el colegio y una de las madres preguntaba a ver si alguien había visto la cazadora de su hijo. ¿Todos esos mensajes por una cazadora? ¿Es normal que se llegue a ese extremo en un grupo que únicamente está creado para notificaciones escolares?
En ese mismo grupo una de las madres aprovechaba a pedir trabajo. Esto es completamente lógico cuando hay una necesidad, lo increíble es que la mujer pedía que fuese un trabajo con un sueldo “en negro” ya que estaba cobrando el paro y no quería perderlo. ¿No os parece surrealista?
De los grupos de padres y madres de Whatsapp podríamos sacar miles de historias de todo tipo ¿Habéis vivido alguna situación de este tipo alguna vez? Esperamos vuestras respuestas!!!