Hoy no juegas
Ana no se sentía bien, el colegio había dejado de gustarle y sentía malestar. En clase había una niña nueva, Emma, y desde que ella había llegado todo había cambiado.
Ya nadie podía decidir a qué jugar o con quien jugar. Todo lo decidía Emma. Además, Emma les pedía a los niños sus desayunos, y Ana pasaba hambre, pero sabía que si no se lo daba, no podía entrar en el Club de Emma, y no podía jugar con sus amigos Zoe y Victor.
Un día que iban a salir de excursión, Emma contó una mentira a Zoe sobre Ana, y ésta no quiso ir con ella en el autobús. Ana se puso enferma, incluso vomitó en el paseo, y no abrió la boca en todo el día. Estaba triste, muy triste. Y su malestar no se iba. Quería decirle a todos que se dieran cuenta de lo mal que actuaba Emma, pero no se atrevía.
Por suerte, una de las veces que Emma quiso burlarse de Ana, Zoe salió en su defensa. Le dio igual que Emma la amenazara con marginarla. Y vuelve a hacer lo mismo al día siguiente. Desde ese momento, Emma las margina a las dos, pero ellas se sienten más fuertes juntas, y cuando Emma se acerca en el recreo a pedirles su desayuno, ellas se niegan a dárselo. Zoe se enfrenta a Emma, y los demás se dan cuenta, que hay otra opción.
El siguiente es Victor, que vuelve con sus amigas, diciendo adiós al club de Emma. Y así, día tras día, un niño más se uno al grupo y deja a Emma, hartos de como los trata. Emma termina quedando sola y, tengo que reconocer que me da pena al final, cuando se acerca al grupo y les pide jugar, y ahora son ellos los que no la dejan, por si no ha aprendido la lección. Me hubiera gustado que la dejaran jugar, siempre que dejara de burlarse o amenazar a los demás.
Y este es el resumen de esta historia, que una vez más toca el tema del acoso escolar.
La primera vez que leí el libro, les pregunté a las niñas si creían que tenía algún mensaje el libro, y ellas solo supieron decirme que Emma actuaba mal. A raíz de eso conversamos sobre cada uno de los personajes y su importancia en la historia, y en el final de ésta.
Emma: en el caso de Emma, estaba claro. Se comportaba mal con sus amigos, obligándolos a entregar su comida, a jugar a lo que ella se le antojaba, e insultándolos o burlándose a la mínima. En esta historia, ella es la figura del acosador, y su víctima principal, es Ana.
Ana: el personaje de Ana es el acosado, el que recibe la mayor parte de las burlas de Emma y queda marginada del grupo. Hablando con las niñas, quise hacerles entender cómo podía Ana haber hecho frente a Emma. Tenía que aprender a pedir ayuda. Tenía que hablar con sus papás, con su profesora, con un adulto que la pudiera ayudar en una situación en la que lo estaba pasando mal, hasta el extremo de enfermarse. Para mi, es muy importante que ellas entiendan la importancia de pedir ayuda si se encuentran en una situación así.
Zoe: la amiga de Ana, que en un principio de la historia cree la mentira de Emma, pero que en seguida se da cuenta que está mal lo que hace Emma, y sale en defensa de Ana. Este personaje es muy importante a mi parecer y quise transmitírselo a las niñas. Si una de las amigas de las terremoto se encuentra en una situación así, si ellas escuchan a alguien insultar a una amiga, no pueden hacerse las sordas, tienen que defenderla. En el libro, en el momento que Zoe defiende a Ana, y pasa de estar en el club de Emma a jugar con su amiga, los otros niños se dan cuenta que no es una obligación estar en el club de Emma, que hay una alternativa, y que no tienen porqué dejar que los traten mal.
Gracias Nube ocho por acercarnos una vez más un tema tan delicado, para poder hablarlo con los más pequeños y, ojalá, evitar alguna de las situaciones que puedan darse.
Titulo: Hoy no juegas
Autor: Pilar Serrano
Ilustraciones: Canizales
Editorial: Nube Ocho