El Body Shape consiste en la utilización de dos técnicas que ya se llevan utilizando tiempo en el mundo de los tratamientos estéticos: la lipocavitación y la radiofrecuencia.
La lipocavitación consiste en la aplicación de unas ondas ultrasónicas que consiguen romper estructuras de los depósitos grasos. Posteriormente se realiza la radiofrecuencia, con la que se realiza un drenaje linfático a la vez que se estimula la producción de colágeno y elastina (serviría además para reafirmar la zona).
Lo que está claro es que este tipo de tratamientos tienen que ir unidos a un estilo de vida saludable (dieta y ejercicio), ya que no sirve de nada que nos hagamos este tipo de tratamientos y luego descuidemos nuestra alimentación o no hagamos ejercicio.
PREPARÁNDONOS PARA EL TRATAMIENTO
Antes de realizar las sesiones de Body Shape recomiendan que bebamos una gran cantidad de agua, al igual que al terminar la sesión.
También nos indican que ese día no nos duchemos, ya que el calor de la radiofrecuencia sigue actuando durante el tiempo posterior y, por último, evitar tomar rayos UVA o el sol durante las 24 horas posteriores al tratamiento.
Este tratamiento está contraindicado para personas que hayan sufrido cáncer, embarazadas y mujeres en periodo de lactancia, que lleven marcapasos o que hayan sufrido operaciones de tímpano (esto último es debido a los sonidos que emite la máquina que realiza el tratamiento).
Tras estos detalles pasamos a firmar dos hojas de consentimiento: una para la radiofrecuencia y otra para la cavitación.
En ellas se informa sobre el número de sesiones necesarias para ver resultados, el qué consiste el tratamiento, los posibles efectos secundarios que podemos tener (como picor o sed).
Así mismo se señala que los resultados de estos tratamientos pueden variar dependiendo de si aumentamos o perdemos peso, o si nos quedamos embarazadas.
Una vez informada sobre todo el tratamiento pasamos a elegir la zona que deseamos que sea tratada, en mi caso el abdomen, que tras los embarazos ya no es el mismo que antes.
1º FASE: LIPOCAVITACIÓN
En primer lugar se nos aplica una crema conductora en toda la zona a tratar, ya que así las ondas ultrasónicas son conducidas mejor a la zona. El tratamiento de esta primera sesión de lipocavitación es de 30 minutos.
Gel conductor necesario para realizar el tratamiento, aumentar la efectividad y evitar quemaduras.
Durante la sesión la persona que me hace el tratamiento me indica que este tipo de tratamientos tienen que darse en zonas pequeñas porque si no perderían efectividad. Así, podemos elegir abdomen, cintura, flancos, pero, por ejemplo, no podemos elegir “piernas enteras”, como en el caso de la depilación, ya que el tratamiento está diseñado para aplicarse en zonas pequeñas.
Para ello la persona que realiza el tratamiento va realizando presión por un lado con la mano y por otra con la máquina para ir tratando la zona deseada.
Mientras la máquina realiza el tratamiento se oyen unos pequeños pitidos (parecido a grillos), que quizás puedan ser algo molestos para algunas personas.
Esta máquina realiza los dos procesos: la lipocavitación y la radiofrecuencia
Como he comentado antes este tratamiento tarda unos 30 minutos y al final la piel se encuentra levemente enrojecida y con pequeños puntitos.
2ª FASE: RADIOFRECUENCIA
En esta segunda fase se aplica la radiofrecuencia, un método que se basa en la aplicación de unas ondas electromagnéticas que producen calor dentro de la piel. Con ella se consigue mayor regeneración de células, un drenaje linfático y la estimulación del colágeno y la elastina (para reafirmar la piel)
Al igual que en el primero de los tratamientos se aplica un gel conductor que, además, impide que nos quememos la piel. En la primera sesión se empieza dando un calor menos intenso, pero este calor va aumentando en las sesiones posteriores para aumentar la efectividad.
Este segundo tratamiento, al igual que la lipocavitación, tiene una duración de aproximadamente 30 minutos.
El tratamiento tiene un coste de 90 euros por sesión y se recomiendan unas 6-8 sesiones. Habitualmente cuentan con tarjetas ahorro que pueden hacer que el tratamiento nos salga con un descuento de hasta 50% (podéis preguntar directamente en el centro en el que estéis interesados sobre los descuentos actuales).
Ahora Solmanía cuenta con descuentos del 40% en todos sus servicios como promoción de su 20 aniversario
Mi opinión: la pena es haber probado solo una sesión de Body Shape y no haber continuado con las demás para comprobar los resultados. Creo que este tipo de tratamientos son efectivos cuando van acompañados con ejercicio y dieta, y sobre todo en zonas clave tras dar a luz como el abdomen.
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