Empezamos por el viaje, horas de coche sin poder moverte del asiento, atado y mirando al frente. Si el paisaje acompaña, hay un juego divertido que consiste en hacer una lista de cosas que habrá que buscar mirando por la ventana. Cuando la encuentras, la marcas y pasas a la siguiente. Árboles, casas, farolas, un perro... Todo vale.
Además de los clásicos Cantajuegos, últimamente escuchamos cuentos. Son cuentos de hace 40 años que rescaté de internet. Mi padre solía escucharlos en la radio cuando era pequeño y muchos de ellos me los contaba cada noche. Me encantaba imaginar los personajes y los lugares donde ocurrían sus aventuras. Ahora a mis hijos les encanta escucharlos mientras pierden la mirada en sus ventanas.
Una vez en el destino, además de salir, explorar y jugar con el entorno, nos gusta mantener la rutina del cuento antes de dormir. Pero no podemos llevarnos media librería de casa, así que llevamos un cuento creativo. Personajes y escenarios en piezas para inventar uno cada noche. Podéis hacer uno a mano, como este que os enseñé hace unos meses con piedras.
Por si el tiempo no acompaña, siempre podemos llevar un juego de mesa de viaje, yo tengo uno que incluye el parchís y la oca en un tamaño mini. Es muy entretenido y nos permite aprender y jugar al mismo tiempo.
Otro objeto que les encanta es llevar una linterna. Es muy divertido jugar a hacer sombras en la pared con las manos y tratar de adivinar de qué se trata. Luego, cuando llega la noche, les hace sentir seguros si tienen que levantarse, al no estar en su casa.
Por último y no por ello menos útil, me parecen muy prácticas las casitas plegables. A los niños les encanta esconderse en ellas, imaginando que se trata de una cabaña, una cueva o la madriguera de algún animal. Además, cuando la recoges, no ocupa nada!
Cuáles son vuestros imprescindibles?
Un abrazo!!
Fotos: Sara González Carrasco