La aparición de problemas psicológicos en la adolescencia
En una etapa de tantos cambios, físicos y mentales, es normal que aparezcan complicaciones psicológicas en los adolescentes. Pueden ser problemas más o menos graves dependiendo de cada caso, pero lo importante es la forma en la que se traten, una rápida identificación y un diagnóstico con tratamientos psicológicos apropiados para cada tipo de problemática.
Los problemas más habituales entre los adolescentes se diferencian en dos grandes grupos: los problemas emocionales y de comportamiento, y los trastornos o problemas de aprendizaje. En el primer grupo encontramos los trastornos alimentarios como la bulimia y la anorexia, así como complicaciones de conducta que incluyen mayor agresividad, rebeldía, aislamiento, incremento de los episodios de ansiedad y situaciones conflictivas con la propia identidad y la orientación sexual. También pueden incluirse aquí los trastornos que implican el abuso de sustancias nocivas para el organismo como alcohol y drogas.
Los trastornos de aprendizaje aparecen principalmente en la escuela o universidad, así como en talleres o en trabajos donde se percibe en el adolescente un déficit de atención que puede venir acompañado, o no, por la hiperactividad.
La ansiedad en la adolescencia
En el Consejo General de la Psicología de España (COP) se explica que los adolescentes son nerviosos por naturaleza. Sin embargo, para evitar que esta ansiedad sea perjudicial, es importante mantenerla dentro de ciertos rangos. Una vez superados dichos límites, empiezan a aparecer características negativas en el estilo de vida de los jóvenes.
Cuando un adolescente tiene niveles altos de ansiedad, tiende a presentar una personalidad insegura, perfeccionista y muy demandante de la aprobación por parte de las personas de su entorno. Otra característica común en adolescentes muy ansiosos es la poca confianza en si mismos y un fuerte temor ante numerosas situaciones. El cuadro más extremo de ansiedad en la adolescencia se conoce como “crisis de ansiedad”. Este tipo de cuadros aparecen de manera repentina y tienen una corta duración. Sin embargo, son crisis muy intensas. Puede presentarse como una sensación de muerte inminente y presenta numerosos síntomas, entre ellos: palpitaciones, temblores, sudoración excesiva y sensación de ahogo y falta de oxígeno. El dolor en el pecho y las molestias alrededor de la zona del corazón dan cuenta de un cuadro agudo.
El trabajo psicológico es fundamental para lograr ayudar y mitigar estos efectos negativos y tratar, junto al adolescente, los orígenes de la ansiedad. Muchas veces los trastornos están relacionados con situaciones propias de la vida familiar o escolar, y a la etapa de la adolescencia donde se perciben cambios muy importantes en los seres queridos, los amigos, las figuras de autoridad y la personalidad propia.