El caso es que me comentaba cómo ha notado que cambiando un hábito tan sencillo como el cenar, ha notado mejoría en su calidad de vida en general, durante el embarazo.
Ella solía comer a eso de las 22 horas. Trabaja durante todo el día y claro, hasta que no tiene un rato libre, de desconexión junto a su pareja, no le da por cenar. Muchas estaréis pensando que mi compañera es una más de tantas personas en este país que cenan a partir de las diez de la noche. Pero eso no implica que sea sano. Lo ideal es cenar a eso de las 19 o 20 horas, para que el estómago pueda hacer la digestión, y para cuando queramos ir a la cama, no sintamos pesadez.
Imaginad estando embarazada. Y si encima el embarazo no es especialmente bueno, o sufres de náuseas. Es mejor, para todos, especialmente para las futuras mamás cenar sano, temprano... ¡Y ligero!
¿Vosotras cambiásteis los hábitos de comer estando embarazadas?
Foto. Sociedad chilena de Pediatría.