Ahora bien, analicemos las razones por las que el control de peso en el embarazo es importante, según los médicos.
Un excesivo aumento de peso en el embarazo, puede generar problemas de salud como la hipertensión, diabetes gestacional, mayor retención de líquidos, sensación de pesadez, o incluso aumenta el riesgo de sufrir preeclampsia.
Vale, ahora ya sabemos la teoría, pero.. ¿siempre que subimos de peso en el embarazo vamos a tener estos riesgos? La respuesta es claramente no.
Está por otro lado la cuestión estética, efectivamente cuanto menos peso se aumente en el embarazo, más fácil será volver a recuperar nuestro peso inicial después del parto, pero seamos sinceras, no a todas las madres la parte estética nos parece algo primordial. Algunas preferimos disfrutar de algún que otro antojo de más, que estar pensando durante nueve meses en si después se nos quedará el culito perfecto que teníamos antes de haber pasado por la maravillosa experiencia de ser madres y no tanto por el control de peso en el embarazo.
Cada vez veo más casos de futuras mamás, delgadísimas, que ya sea porque están felices, porque tienen más hambre o simplemente por la carga hormonas, que suben algunos kilos de más de los estrictamente reglamentarios bajo el criterio de la estricta comunidad médica y que aun así, con esos kilos de más todavía no sobrepasan ni el umbral que las consideraría personas con sobrepeso incluso sin estar embarazadas.
Sin embargo cuando estas mamás van al obstetra o a la matrona, éstos les advierten de la importancia del control de peso en el embarazo y les apremian a que tengan cuidado porque han cogido demasiado peso ¿el qué? ¿2, 3 o 4 kilos más de lo recomendable?
Por favor seamos consecuentes, si todos los controles médicos y analíticas, dicen que esa mamá y su bebé están sanos, ¿cuál es el problema? ¿Qué después de parir no le van a volver a entrar los vaqueros de la talla 36? Quizá sea muy terrible tener que comprarse una talla 38, ¿verdad?
Os aseguro que se puede ser una mamá perfecta, guapísima y sanísima, siendo gorda, (y sí, digo gorda, no gordita) y para aquellos que me van a tildar de hacer apología a la gordura, ya les digo de antemano que no se trata de eso, se trata de desmitificar la obsesión por el control de peso en el embarazo, siempre, repito, que no haya ningún problema de salud asociado.
Precisamente una de las causas de esta obsesión es la maldita sociedad, cada vez más influenciada por la “gordofobia”, utilizando un término de mis admiradas chicas de Weloversize, que nos hace ver lo estupendas que están todas las actrices y modelos durante y después de sus embarazos, haciéndonos pensar que todas las mamás tenemos que estar igual de estupendas.
Está claro que la mayoría de las madres son mucho menos influenciables que todo eso y lo que realmente les preocupa, más que cuidar su fantástica figura, es disfrutar a tope de su embarazo y preocuparse por la salud de su futuro bebé, pero por desgracia hay algunas mamás que se acaban obsesionando con esto del peso y entran en un complejo desequilibrio psicológico conocido como pregorexia.
La pregorexia, es un término popular acuñado por las palabras pregnant (embarazada) y anorexia, que consiste en una obsesión similar a la anorexia pero durante el embarazo, llevando a las madres a obsesionarse por no coger ni siquiera los kilos inevitables por el propio peso de la placenta y del bebé.
Si observamos en alguna amiga embarazada o incluso si vosotras mismas estando embarazadas respondéis de manera afirmativa a varios de los siguientes síntomas, que van más allá de un control de peso en el embarazo saludable, puede ser que estemos ante un caso de pregorexia:
Comer excesivamente poco y estar mirando constantemente las calorías ingeridas
Ir a la báscula de manera constante para medir el peso que se está ganando
Realizar mucho más ejercicio del habitual, llegando a situaciones extremas
Ver su cuerpo desagradable y no reconocer la tripa de embarazo como tal sino como un signo de gordura
Tener un peso excesivamente bajo para la etapa del embarazo en la que se está.
Es importante para evitar y/o prevenir esto estar alerta ante conductas extrañas en una mujer embarazada, ya que también tener un control de peso en el embarazo saludable, parte de ganar el peso necesario y aportar al futuro bebé todos los nutrientes que necesita y ante una situación así no solo se puede poner en riesgo la salud de la madre sino la del bebé.
En conclusión, controlar el peso sí, pero sin obsesionarse, siempre que no haya ningún riesgo asociado que indique que haya que hacerlo de manera más estricta.
Os puedo asegurar que hay millones de mamás de todo tipo, delgadas, gorditas e incluso gordas que tienen embarazos perfectos, niños sanísimos y que se encuentran felices de serlo, a pesar de que sus tetas se les hayan caído un poco más o tengan una tripa llena de estrías…al fin al cabo el embarazo es un proceso natural y maravilloso y en cada madre supone un proceso totalmente diferente, con cambios y procesos totalmente diferentes en cada caso y dejemos de medir a todo el mundo por el mismo patrón.
Os agradecemos de antemano que compartáis vuestra opinión con otras mamás que a lo mejor están pasando por alguna situación así.
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