Conocer nuestras emociones, ser consientes de ellas, saber manejarlas es para muchos de nosotros en ocasiones un tanto complejo, más aún si tenemos la gran responsabilidad de educar a nuestros hijos. ¿Qué debemos saber acerca de la emoción?.
Etimológicamente, emoción significa emotio "movimiento, impulso" en otras palabras "aquello que se mueve hacia ti". Según los expertos, las emociones nacen a raíz de un acontecimiento, pensamiento o estimulo; es decir son espontáneas y se manifiestan a través de las sensaciones musculares y viscerales de nuestro cuerpo de dos formas, fisiológicamente: en el sudor, la respiración, el tono del cuerpo y cognitivamente: en el olvido, la euforia, el odio.
¿Qué tipos de emociones surgen en los niños?
A través de la emoción el niño manifiesta lo que le molesta, lo que le da miedo, lo que siente, podemos conocer sus necesidades. Desde el vientre un bebe se comunica, cuando no esta cómodo y una postura de su madre no le agrada realiza movimientos corporales para manifestar que algo le está incomodando. Sin embargo, refiriéndonos a circunstancias observables, podríamos afirmar que las primeras emociones visibles en el ser humano son:
El llanto, a través de este el bebe puede comunicarnos sus deseos de hambre, frio, cansancio o malestar.
La sonrisa, un medio de comunicación afectiva, una estrategia de seducción que utiliza el bebe para dominar a su madre, es una respuesta a una caricia, un gesto de amor.
La ansiedad, una forma de protesta que usa el bebe para manifestar su angustia ante la presencia de un extraño, por la separación o la sensación de ser abandonado por su madre.
La vergüenza, a media que crecen los niños van haciéndose cada vez más consientes de sus actos y empiezan a surgir en ellos sentimientos como la culpa y la vergüenza, cuando presienten que están infringiendo las reglas o que hacen alguna travesura.
¿Cómo controlar las emociones?
Los niños van relacionándose cada vez más con sus pares, continúan construyendo su personalidad y surgen en ellos nuevos sentimientos frente al fracaso, perdida, pena, etc. A partir de los dos años, se encuentran en una etapa egocéntrica, les cuesta comprender y manejar en algunas situaciones los conflictos, son estos contextos los que les generan en ellos desequilibrio, pero también son momentos claves para ayudarlos a controlar sus emociones.
Ten claro el contexto en que sucedieron los hechos, observa la conducta de tu hijo para ayudarlo a manejar sus emociones adecuadamente, , háblale a su altura, escúchalo, contenlo. Juntos pueden crear una estrategia para resolver el conflicto.
Evita el control excesivo y la rigidez durante la intervención de un conflicto. No uses el miedo para manipular sus emociones, eso solo le generará inseguridad.
Los regaños y amenazas son interpretados por los niños como rechazo, evita poner en práctica esos medios.
Ayúdalo a verbalizar sus emociones y a reconocer sus diferentes estados de ánimo.
Evita en lo posible fomentar aquellos juegos de poder, abuso y maltrato, el mensaje que le transmitimos tal vez no sea el adecuado para su etapa de desarrollo.
Fomentar la empatía es importante, entender cómo se siente la otra persona, lo ayudará a ser aún más consciente y jugará un papel trascedente en sus relaciones sociales.
Los niños aprenden del ejemplo de sus adultos referentes, de su entorno, de su círculo social y de todos los mensajes que logran recepcionar de estos medios. Somos los padres los grandes responsables de cultivar buenas emociones en nuestros hijos. Un hogar en donde el respeto, la comunicación, la tolerancia y el amor coexistan formara niños emocionalmente saludables, capaces de controlar y gestionar su emoción. La confianza, el cariño, la protección y el cuidado, favorecerán este proceso a lo largo de su desarrollo.
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