Como todos somos conocedores los primeros dientes o dientes de leche ayudarán a nuestros peques durante los primeros años de su vida. Bien para una correcta nutrición y un estado de forma óptimo se deben cuidar los dientes. Por este motivo, es muy importante que inculquemos en nuestros hij@s unos hábitos de higiene que les mantenga sanos tanto estos dientes como los definitivos y evitar malos ratos en el dentista.
Nuestro principal objetivo es que los dientes están siempre limpios, por varios motivos a parte del estético, principalmente para evitar su deterioro y aparición de las temidas caries. Así que para evitar visitas innecesarias al dentista debemos seguir unos prácticos consejos:
1.- Como hemos comentado debemos lavarnos los dientes con determinada frecuencia y que lo hagan ellos siguiendo nuestro ejemplo. Lo ideal sería al menos tres veces al día tras las principales comidas. Sabemos que muchas veces esto es casi imposible de cumplir si comen fuera, en celebraciones, etc. Pero lavarse los dientes por la noche y por la mañana sería lo mínimo aceptable para eliminar restos de comida e impedir que las bacterias hagan de las suyas. Si se hace muy pesado el cepillo normal ahora hay cepillos eléctricos muy buenos a pilas y de sus personajes favoritos a precios muy buenos. Su mantenimiento sólo consiste en cambiar las pilas y el cabezal cuando esté muy sucio o gastado.
2.- Controlar la dieta y no abusar de alimentos con altos contenidos en azúcar y pocos nutrientes. Muchas veces es difícil conseguir esto, pero si conseguimos tener una dieta más sana, y reducimos el consumo de chuches, alimentos procesados, bollerías, patas fritas, etc. tenemos mucho ganado frente a las caries.
Otra importante recomendación es que controlando la ingesta de estos alimentos superfluos o productos industriales, ayudarás a tener mejor salud y estado de ánimo.
3.- El uso del hilo dental es aconsejable siempre que con el cepillado no consigamos eliminar del todo los restos de comida, sobre todo entre los dientes, el típico trozo de carne o grasa que no sale. En estos casos se puede utilizar el hilo dental para facilitar la salida de estos restos de comida que nos pueden crear caries aparte de mal aliento. El hilo dental tiene la ventaja de que es mucho menos intrusivo que los palillos u otros mini cepillos con cabezales reducidos para estos menesteres.
4.- Enjuagues periódicos con flúor para remineralizar los dientes. No conviene abusar pero al menos tres veces por semana se deben hacer o casi a diario si sólo bebemos agua embotellada. Esto se debe a que la del grifo se enriquece con minerales pero la embotellada contiene bajos niveles de flúor. Decimos periódicamente porque tampoco debemos excedernos, su función es remineralizar los dientes, pero también puede ser tóxico en grandes cantidades y afectar al sistema nervioso.
5.-No debemos olvidarnos de la limpieza de encías y paladares al igual que la lengua, así de esta forma además de estar limpios de bacterias y restos de comida indeseables tendremos y tendrán un mejor aliento.
Las visitas al dentista se suelen recomendar entre los 3 y 4 años cuando ya han salido los dientes de leche. Si todo va bien con ir una vez al año para revisiones. Cuando surja cualquier molestia o dolor debemos ir lo antes posible para evitar males mayores. Conforme nuestros peques vayan creciendo y cambien los dientes por los definitivos debemos controlarlos que salgan bien y no torcidos o descolocados, sino hará falta ortodoncia para su corrección.
Con esto esperamos no paséis por muchos empastes y ante la mínima molestia acudir al dentista, probablemente sea una caries. Y para evitar dolores de cabeza y muelas nosotros elaboramos nuestros regalos, canastillas, tartas y ramos con los mejores productos y máxima higiene garantizando el éxito al recibirlo. Sólo usamos primeras marcas y productos BIO, así podrás crear tu canastilla para bebé o tarta de pañales con total garantía y seguridad para el bebé y aun precio sin rival. Cuidaros mucho y mucho sentido común frente a los virus!