Entran y salen de tu habitación con peluches, flores y bombones.
Hacen apuntes sobre a quien se parece tu bebé, si tu cara luce un buen aspecto o no y el volumen de tu barriga , ahora vacía y al parecer, carente por ello de excusa para mostrarse aun voluminosa.
Esas visitas seguirán llegando a tu hogar, "ohh home sweet home", a goteo constante (y por suerte decreciente) , durante las próximas semanas.
A veces, se agradecen, pero las visitas pueden convertirse en un suplicio cuando:
-Despiertan un bebé que tanto esfuerzo te costo dormir,
-Pellizcan cariñosamente sus mofletes, aprietan sus piececitos y toman sus manitas mientras lo alimentas, logrando distraerlo y haciendo que la toma se vaya al traste.
-Se cuelan ha la hora del baño y aquello parece el camarote de los hermanos Mars.
El momento de relajación tan ansiado por tu bebé y por ti, acaba por ponerte nerviosa y soliviantar a tu bebé a partes iguales.
Esas visitas que acuden con regalos y cajitas de bombones por doquier cuando tu estas deseando que un alma caritativa te traiga un plato de sopa y un pedazo de pan que llevarte a la boca por que no tienes tiempo de cocinar y no comes en condiciones desde antes de ir al hospital.
Esas visitas que aunque pronuncian lo contrario:
- ?No saques nada mujer, si solo veníamos un momentito a veros"
- "No hace falta que te molestes? bueno venga ya que te empeñas nos quedamos mujer, no te vamos a hacer el feo que ahora estas muy sensible?
En el fondo esperan que les atiendas con la mejor de tus sonrisas, que les des al menos de beber, que les cuentes una y otra vez los detalles del parto?.
Esas que te preguntan mil veces que tal duerme el bebé y si es bueno o malo.
Como si esa pequeña personita tuviese capacidad para ser malo?
Esas visitas que te aconsejan sobre todo y rectifican cada movimiento que te ven realizar:
-"No le cojas que se acostumbra",
-"Déjale que llore, es bueno para los pulmones",
-"Ponle chupete, que les quita el hipo",
- "No se lo pongas, que se le deforma el paladar",
-" Dale de mamar cada 3 horas durante 10 minutos de cada pecho"
-"Dale el biberón para que se implique el padre"
- "Le llevas muy tapado lo vas a asar",
-"Lo llevas muy fresco se te va a resfriar"
Aahhhh, las visitas, cargadas de buenos deseos e intenciones, mejor tomarlas con calma, dosificarlas al máximo de ser posible y pedir sin pudor que nos traigan jamón del bueno.
Y los consejos con pinzas por favor, no es necesario que los ignores pero si que los pongas en cuarentena.
Si es tu primer hijo, espera un poco a sacar tus propias conclusiones. Confía en ti que eres su madre.
Si tienes mas de uno, confía en ti misma, ya buscaras respuesta a tus dudas cuando y donde sea necesario.
No permitas que comentarios bienintencionados , pero hirientes sobre tu capacidad de recuperación te afecten lo mas mínimo, tu cuerpo ha trabajado incesantemente durante 9 meses para gestar y traer una nueva vida al mundo, un cuerpecito de alrededor de 48cm y 3,5kg, con sus brazos y sus piernas, con sus órganos internos...
Se paciente y benévola con tu cuerpo y contigo misma.
Date el tiempo necesario para volver a reencontrarte.
PD: Las visitas no siempre son malas ni te ponen nerviosas y muchas veces se agradecen.
Este post es una continuación del que publiqué ayer y que está escrito desde hace 8 años y con mi maternidad muy recién estre
No se me lancen a la yugular visitantes!!