Hoy en día los juguetes se utilizan básicamente como medio para entretener a los niños, sobre todo cuando no tenemos tiempo para dedicarnos a ellos.
Las tiendas, los supermercados están plagados de juguetes, a cada cual más sofisticado, con un montón de botoncitos y funcionalidades. Y me pregunto, ¿es realmente la tarea del juguete entretener al niño o tiene algún otro significado?
Para la pedagogía Waldorf, todos los juguetes, a excepción de las muñecas, deben estar dirigidos a transmitir experiencias sobre la naturaleza, la tierra, sus elementos, y las creaciones humanas.
Es decir, los juguetes deben proporcionar vivencias en el consciente del niño de manera que más tarde, éste pueda relacionarlas con conceptos y por tanto desarrollar sus capacidades intelectuales.
Un ejemplo para explicar esto?. La rueda.
Existen objetos con cuatro ruedas que se llaman coches. Las hay de madera, de goma, metálicas,? Algunas giran fácilmente, otras no tanto, pero todas dan vueltas. Hay ruedas que giran solas porque están en un plano inclinado, otras las tenemos que empujar.
Así, si el niño con su juego acumula numerosas experiencias sobre lo que es la rueda, entonces podrá llevar a la consciencia más fácilmente los fenómenos que más tarde aprenderá sobre física o geometría, y transformarlos en conceptos.
De manera que es importante que el contenido del juego infantil hasta los siete años consista en conocer su medio ambiente a través de toda una serie de vivencias repetidas.
Estas experiencias ricas e intensas en el jugar van a facilitar una transición del percibir hacia el pensar.
Por eso en la pedagogía Waldorf no se denominan tanto juguetes, sino elementos de juego,que van a estimular la actividad creativa y sensorial del niño: el tacto, el movimiento, el equilibrio,?
Porque sólo cuando los niños son capaces de registrar el efecto del mundo exterior en sus sentidos pueden ocupar su lugar en el mundo con confianza.
Cinco de estos elementos de juego básicos e imprescindibles que encontraríamos seguramente en cualquier familia Waldorf, y en la nuestra también, son:
(1) Telas y cintas
Telas de tejidos naturales, de algodón, de seda. Y cintas de ganchillo de lana o algodón.
Ambos elementos parece que no son nada y sin embargo dan un juego increíble a los niños, por lo que son indispensables para el juego libre.
Sunflower las utiliza todos los días.
Así, una simple tela puede convertirla en princesa, en superheroína, en hada, en bailarina y un largo sinfín de personajes.
También las utiliza para improvisar cabañas en las sillas, con ayuda de las pinzas de juego, para vestir a sus muñecas, o para crear una casa de tela en su habitación, donde tiene todas sus cosas de juego simbólico para jugar.
Sus preferidas son las telas de seda, que son tan suaves al tacto, no por nada la seda es uno de los tejidos naturales más nobles. Pero en realidad juega con todas. Aquí ya te conté una de las múltiples maneras de cómo las utiliza.
Muchas de nuestras telas son de Lora Lora. Las de algodón son mucho más económicas que las de seda, pero estaría bien que tus hijos pudieran tener ambos tejidos para experimentarlos.
Las cintas de ganchillo las hago yo misma. Son sencillísimas de hacer, son 4 puntos bajos y voy haciendo filas hasta conseguir el largo, entre 1 y 2 metros.
También puedes enganchar un trozo de cinta o tela de seda a un palo para crear una especie de varita y también da mucho juego.
(2) Materiales naturales
Conchas, piedras, piñas, maderas, cortezas, semillas, raíces,?, cualquiera de estos elementos naturales dispuestos en cestas en algún rincón de la casa permiten una infinidad de posibilidades en el juego.
Las experiencias que el niño obtiene con los sentidos del tacto, de la vista y del olfato son de un valor inestimable para su evolución.
Así, diferentes texturas, olores y formas transmiten al niño abundantes vivencias.
Sin embargo hoy en día la mayoría de juguetes están hechos de plástico? ¿El plástico puede cumplir esta función?
El plástico es un producto sintético, que no existe en la naturaleza y no enseña nada de ella. Además es un material liso y frío, no presenta una diversidad de olores y tampoco ofrece una variedad de texturas como los materiales naturales.
Para la pedagogía Waldorf los juguetes de plástico no están concebidos de forma que estimulen la fantasía o la creatividad del niño, más bien al contrario, poseen una tendencia a fijar el juego infantil.
En consecuencia, el niño se aburre y pide un nuevo juguete, llegando, muchas veces, a una sobreabundancia de juguetes innecesaria.
(3) Puzzles y construcciones Waldorf
Los elementos de construcción típicamente Waldorf como el arcoíris, o los puzles de madera, ofrecen todas las utilidades que la imaginación permite.
El arcoíris
El arcoíris grande tiene 12 arcos de colores vivos y ha sido el mejor regalo que le hemos podido hacer a Sunflower. Se lo regalamos cuando cumplió 3 años y desde entonces puedo decir que juega prácticamente todos los días con él.
Es increíble la cantidad de utilidades que le saca, no sólo para hacer torres altas (árboles o castillos según ella), también se puede inventar un coche, o una cola de sirena, o construye un camión para sus animales, un barco para sus princesas o una casa para su gato de peluche.
La casa de muñecas
La casa de muñecas es una casa de muñecas muy especial porque además de contener en su interior todos los muebles para equiparla (mesas, sillas, camas,...) se monta como un rompecabezas. Se lo regalamos a Sunflower hace dos navidades y aunque no juega tanto con ella como con el arcoíris, también le gusta mucho.
El puzzle mandala
Hace poquito que tenemos este mandala gigante ¡y nos encanta a todos en casa!
Es el modelo Goethey representa el círculo de colores primarios y secundarios. Pues fue Johann Wolfgang von Goethe el primero en desarrollar un círculo de color y una teoría al respecto, que la pedagogía Waldorf tiene en cuenta.
Estos puzzles creativos de madera plantean un desafío al niño (¡y al adulto también!) para que sea capaz de encontrar un orden armónico en los colores y las formas de sus piezas.
Por eso estimulan la flexibilidad interior y la fantasía, aportan creatividad al pensar y despiertan lo que los pedagogía Waldorf denomina, las fuerzas creativas y formativas.
Con el mandala se pueden crear un sinfín de combinaciones, creando algo nuevo de algo establecido.
Existen muchas versiones y tamaños de estos tipos de puzles Waldorf. El nuestro es de Lora Lora y aquí puedes ver todos los modelos que tienen.
(4) La muñeca Waldorf
Tengo previsto hablar más en profundidad en otro post sobre la muñeca Waldorf, e incluso preparar un tutorial de cómo se hace la muñeca más básica, pero a modo introductorio quería incluirla en esta relación porque es uno de los elementos de juego más característicos de la pedagogía Waldorf.
El diseño de las tradicionales muñecas Waldorf se caracteriza por su sencillez y la suave expresión en el rostro, lo que potencia la imaginación y fantasía de los niños, factores clave para el desarrollo de su creatividad.
Para un niño o una niña, la muñeca es un compañero, un amigo íntimo muy próximo a su corazón. Le acompaña en todas sus andanzas, a la hora de dormir, en el juego,? Un niño no establece esta relación con una pelota o con un carrito.
En realidad para un niño, la muñeca que tiene en sus manos es como un espejo de su propio ser y de la situación en la que se halla su desarrollo.
Por eso tiene la misma importancia pedagógica para los niños que para las niñas. Con una muñeca, los niños pueden desarrollar todas sus fuerzas de fantasía.
Así que es muy importante también que esté elaborada con materiales naturales vivos, como la lana, o el algodón.
Sunflower tiene una muñeca de abrazar confeccionada a mano por una de las maestras de su escuela y otra hadita pequeña que le regalamos la pasada Navidad con la que juega muchísimo.
(5) Elementos Waldorf para desarrollar una verdadera experiencia artística
En casa tenemos: bloques de cera para colorear, acuarelas para experimentar el color y cera de modelar.
Todos estos materiales, típicamente Waldorf, son de la marca Stockmar, y están pensados para atraer los sentidos de los niños. Son productos de una excelente calidad, y además naturales.
Algunos los hemos comprado en las ferias anuales que organiza la escuela de Sunflower y otros son de Lora Lora.
Los bloques de cera
Su tamaño y forma plana permite que se sientan bien en la mano, estando especialmente adaptados para los niños pequeños.
Permiten que los niños puedan pintar con colores fácilmente, y consiguen efectos interesantes, por ejemplo arrastrando el borde largo del bloque a través del papel.
Las acuarelas
Son colores solubles al agua de muy alta pigmentación que permiten efectos sorprendentes. Tengo previsto publicar próximamente un cuento muy bonito para contar con acuarelas y vivenciar esta experiencia del color.
La cera de modelar
El modelado es muy importante porque entrena los sentidos, la imaginación y la motricidad fina.
Estas hojas son de cera de abeja natural, que tiene un agradable aroma y unos colores brillantes y armónicos.
El calor de las manos derrite la cera y hace que sea maleable y se puedan conseguir crear esculturas sorprendentes. Además cuando se endurecen, las formas permanecen y los colores brillantes también.
El otro día Sunflower hizo unas mariquitas para la mesa de estación, que ya la estamos preparando para la primavera.
Todavía podía hablar mucho más de los elementos de juego Waldorf, pero no quiero alargarlo demasiado.
Si tienes que hacer próximamente algún regalo algún niño o niña espero que tengas en cuenta la importancia de regalar elementos de juego, más que juguetes de plástico, que sean naturales y de buena calidad, y que no pongan trabas a la fantasía.
Dentro de quince días publicaré otro artículo sobre los elementos de juego adecuados a cada edad y si quieres saber algo más, o te ha quedado alguna duda, déjame un comentario aquí, o en Facebook o Instagram.
¡Feliz semana!
<<Lo que se les dé a los niños, los niños darán a la sociedad. Karl A. Menninger>>
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