Desde niña lo tuve claro, en mi mente puede haber grandes ideas, ideas llenas de detalle, color y belleza, pero a la hora de plasmarlas, simplemente no hay coordinación cerebro mano, carezco de la perfección de Pinterest, llegué tarde al reparto de habilidades artísticas, y lo poco que pude tener si es que lo tuve alguna vez, se fundió durante los cinco largos años de estudio de una ingeniería, mi cerebro se cuadriculó, que no mi mente, así que aunque no pretendo llenar mi vida de momentos Pinterest porque conozco mis limitaciones, si me gusta mucho la idea de pasar un buen rato con juegos y actividades lúdicas con mi hijo, a parte de ser divertidas son sanadoras.
Recuerdo mi infancia, siempre luchando para terminar las maquetas del colegio, en mi mente, se erigía un super conjunto residencial, con parques, zonas verdes y jardines, piscina, una urbanización moderna con amplios espacios. Eso era lo que siempre había en mi mente cuando pedían hacer una maqueta. Pero un día antes estaba sentada llorando con una crisis de nervios y decepción, allí estaban mis dos cartones de leche, forrados y con papel blanco y con muchas ventanas pintadas a mano, sobre un césped de acuarelas verdes, una piscina hecha con celofán azul, arbolitos hechos con algodón. Era un intento demasiado mundano, demasiado normal , no me gustaba, no se acercaba en lo absoluto a lo que mi cerebro había dibujado. Hubo dos maquetas así, hubo dos noches de llantos iguales, hubo dos ofrecimientos de mi padre "a ayudarme a terminar", para él mi maqueta era fea, para mí, no plasmaba mi idea, cansada, en ambas ocasiones accedí, la segunda vez comprendí mi error, es bueno delegar, pero siempre con instrucciones precisas, pero hay que estar seguro de las competencias de quien delegas. Al día siguiente, en ambas ocasiones, mi padre había "rediseñado" mis conjuntos residenciales, definitivamente su idea de un lugar ideal para vivir, no tenia nada que ver con la mía. Al levantarme para ir al cole, encontré sobre la mesa, una maqueta, pero de una casa de pueblo con tejado a dos aguas, "mal pintada" en color azul con trazos burdos, para que la maestra creyera que lo había hecho yo, el piso carecía de césped, era una casita de pueblo con una puerta y dos ventanas, y al a lado de la casa, había algo marrón, que me explicó luego alegremente que era "un burro".
No es que a mi me no me guste el campo, de hecho, hoy por hoy vivo en un pueblito rodeada por vacas y ovejas, y hasta un burro al que le llevo zanahorias vive cerca, pero no era mi idea, era la idea de mi padre. Ya no había tiempo para llorar, ya no había tiempo para decir ¡¿que esto papá?!, me fui al colegio avergonzada, humillada, con la maqueta mas horrorosa de todo el curso, la ayuda de mi padre fallaba con el mismo error por segunda vez, evidentemente no quedó claro que era lo que yo quería, ¿dónde estaban mis edificios?. Ese día asumi que arquitecto no sería, no se me daba bien, pero si que si quería algo debía buscarlo por mi misma y hacerlo de la mejor forma posible, sin mediocridades, hacerlo bien, y que se me daba mejor diseñar y dirigir, aunque esto último tenia que mejorar como hacerlo. Y también aprendí, que si quieres ayudar a tus hijos, no le hagas el trabajo, puedes "ayudarle", estando con él, y preguntándole que necesita, que quiere hacer, pero no lo hagas tú.
Ahora que #MiniMoi crece y cada día es distinto al otro, me invento actividades que evidentemente ni comienzan, ni terminan como fueron planificadas, pero claro, mi pupilo tiene solo 21 meses, y lo que hay en su mente es diferente a lo que hay en la mía, la perfección de Pinterest brilla por su ausencia, pero es divertido. Así que me he propuesto no devastar su conjunto residencial y a no atar un burro a la puerta de un casa impuesta y fea, me acoplaré a lo que su mente quiera diseñar, y jugaré según su etapa de crecimiento.
@laverodonna
En un dia frío y lluvioso como hoy, en los que ir al parque no es una opción, se me ha ocurrido jugar con granos y pasta, he hecho una mezcla con recomendaciones de otras bloggers, y bueno salió esto. Las actividades con MiniMoi no suelen durar mas de quince minutos, esta podría decirse que ha sido un éxito, ha durado 45 minutos. Cuando se cansó, él mismo recogió y llevó parte de los trastos a la cocina y me ayudó a meterlos al lavavajillas.
¿Tenemos fotos con la perfección de Pinterest?, no, nada mas lejos de ello. ¿Se lo pasó bien?, sí, mucho y yo también. ¿Sirvió de algo esta actividad?, sí, se entretuvo, desconectamos de Mickey y Peppa Pig, como tres horas, porque luego quiso ayudar a limpiar, y se quiso lavar las manos en su obsesión por mojarse todo el día, ¡espero que sea sólo una etapa!
¿Y la limpieza?, evidentemente, nuestro salón no quedó como esos bellos salones nórdicos que abundan en Pinterest, el niño terminó con granos de arroz en la cabeza y de todo lo demás en cuerpo, yo también. Y el salón hubo que barrerlo de nuevo. Y el perro insistió en comerse el arroz crudo del suelo, no todo, desafortunadamente, así habría tenido que limpiar menos, jejejeje.
@laverodonna
En resumen, es divertido hacer actividades con los niños, pero hay que ser pacientes, ver que es lo que ellos quieren, y cuando son tan pequeños, es mejor que el juego sea libre, yo soy defensora de que el niño debe expresarse, investigar y crear, y si dirigimos su juego, pues esto no lo va a lograr. Eso si, hay que estar dispuesta a limpiar, porque en este tipo de actividades, la casa no suele quedar muy limpia, al menos a esta corta edad, mas adelante seguro la cosa cambia. ¿Lo recomiendo?, si, si eres paciente, no te importa limpiar y ordenar luego de cada juego, y lo que quieres es divertirte.
Precaución. En esta actividad yo usé arroz, garbanzos, alubias negras y pasta, son materiales comestibles, pero muy pequeñitos, yo permito este juego con mi hijo, porque siempre estoy sentada a su lado desde que comenzamos hasta que finalizamos y limpiamos, nunca lo pierdo de vista. Si quieres que tu hijo realice un juego de este estilo pero no puedes estar con él, no utilices materiales tan pequeños.
Aunque mi recomendación, es que estos juegos duran tan poco tiempo, que vale la pena no perdérselo, juega con tu bebé, solo verle reír e inventar te divertirá, y no te arrepentirás.
Y recuerda, la idea es que el juego sea divertido y no que tengas una hermosa y perfecta foto para Pinterest. Aunque si logras ambas cosas, ¡pues eso está muy bien!.