© shockfactor - Fotolia.com
Ahora que soy una "Stay at home mom", tal vez un amante de la serie me diría que tengo mas en común con aquella que tenía muchos hijos, propios y del marido, que se buscaba la vida, ejercía su profesión, era buena o mala madre según la perspectiva de quien mirara, etc., pero no, creo que sin evocar su lado malvado, me cuadra mas Bree, creo que es por esa personalidad implacable, serena todo el tiempo, reflexiva e impulsiva, pero siempre elegante.
En la vida todos deberíamos conducirnos con elegancia, independientemente de que tengamos una gran mansión o no, poseamos un vestuario impecable o un fondo de armario digno, o recursos limitados, muy común en los días que corren.
Tener la casa limpia aunque tengas que hacer la comida, atender al bebé, jugar con él y procurarle una vida feliz y aún así estar limpia, sonriente y de buen humor para todos, especialmente para tu pareja, ser la perfecta anfitriona, preparar comidas y fiestas maravillosas, pues es lo que me encantaría, pero no es mi fuerte, sin embargo, cada día que me levanto veo a mi lado a mi esposo y a mi bebé, y pienso que lo haré genial para ellos, aunque puede que al final del día una parte o la totalidad de la casa sea un desastre, puede que me haya saltado una comida porque no logré dormir al bebé a tiempo, o es posible que en cuando llegue mi esposo solo tenga cara de cansancio y no quiera ni hablar.
Hoy en día ser la mujer 10 es muy difícil de conseguir, porque si trabajas todos esperan que seas también la perfecta esposa y ama de casa, y si no trabajas de ti se espera mucho mas, sobretodo que deberías conseguir un empleo porque "la casa te está enloqueciendo", o porque "la casa embrutece", lo que no saben los demás es el esfuerzo que supone llevar una casa, una familia y hacerlo bien, yo no lo sabía hasta que me tocó la quiniela del paro, ahora que lo sé, creo que lo mejor es llevar esta situación con elegancia, optimizar lo que haces bien y reconocer que no puedes con todo, el mito de la super woman se desmitifica cuando estás del otro lado de la calle.
Fuente: este post proviene de La Vera Donna, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Modificado:
