Esa niña cambió todo lo que yo creía, lo que creía que sabía, lo que ya sabía y la forma en la que iba a ver el resto de mi futuro.
Ella forró cada fibra de mi ser con un amor tan profundo, tan desgarrador, que hasta hoy la veo hacer cualquier cosa, de las más cotidianas, y siento que estoy frente a un ser de otro universo, de un mundo lleno de luz, colores y sonrisas.
Fuimos creciendo juntas desde el día que supe que estaba creciendo dentro de mí, nos dimos cuenta juntas que la vida era de la mano la una de la otra.
Mi hija pasó de ser un bebé a una niña, de un ser que dependía totalmente de otro a convertirse en una persona autosuficiente, independiente, luchadora. Pasó de ser una persona en brazos a correr, andar en bici, patinar, trepar, saltar y bailar.
Mi Roberta pasó de hablar con los ojos y las manos a tener tantas palabras nuevas cada día que nos sorprende.
Pasó de aprender a enseñarnos.
Yo crecí, y sigo creciendo, cada día de vida es una oportunidad de ser una mejor persona para ella, una mejor mamá, una mejor guía, un mejor ejemplo.
Pasé de ser una persona que creía importante la voz de terceros, a ser una persona con una voz propia.
Pasé de ser una a ser dos, a ser tres. Mi esposo, mi hija y yo somos un hermoso universo.
Pasé de creer que había logrado todo lo que quería, a darme cuenta que cada día me regalan el mejor día de mi vida, solo por estar ahí. Ser madre es un privilegio, y ser madre de mi hija es un honor.
EL MUNDO QUE QUIERO PARA MI HIJA
Quiero un mundo justo, no sólo justificado.
Quiero un mundo tranquilo, no sólo controlado.
Quiero un mundo alegre, no sólo sonriente.
Quiero un mundo verde, no sólo adornado.
Quiero aire puro, no purificado.
Quiero agua transparente, no embotellada.
Quiero un mundo tolerante, no condicionado.
Quiero un mundo libre, no libertino.
Quiero un mundo con gente buena, no sólo “buenas gentes”.
Quiero un mundo honesto, no sólo con opiniones.
Quiero un mundo con los ojos abiertos, no sólo con la boca abierta.
Que cuando alguien caiga, alguien lo auxilie.
Que cuando alguien sufra, alguien lo apoye.
Que cuando alguien sea diferente, alguien lo valore.
Que cuando alguien sonría, alguien más sea el causante.
Quiero un mundo de gente humana, no sólo de personas.
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