Feliz cumple, Imagen de dbof en Pixabay
No podía parar de llorar. Un momento tan bonito y tuvimos que vivirlo sin papá.
Las siguientes tres horas fueron eternas sin tí, sin papá, sin tu hermana... Sola, rodeada de recién operados. Sólo pensaba en tí, en si tendrías hambre, en qué cara habrían puesto papá y tu hermana al verte... El tiempo pasa despacio, muy despacio.
Duele mucho. Duele mucho la herida de la cesárea, pero más me duele no estar junto a tí, no tenerte en el pecho, no saber cómo estás... Sé que con papá estarás bién, pero yo no estoy bién sin vosotros.
Y por fín llega el momento tan esperado, el momento de que me suban por fin a la habitación (casualmente la misma en la que estuve con tu hermana 13 años antes). Papá ha conseguido que aguantes sin tu teta, y te has quedado dormido encima suyo... Temía que no te cogieras al pecho, pero te cogiste enseguida, mamaste un poquito y te volviste a dormir. Ya no nos volverían a separar, mi pequeño...
Has sido siempre muy demandante de la mama (y del papa), y no muy amigo de la gente a la que no conoces; quiero decirte que a mí eso me da igual, para mí eres perfecto tal y como eres, porque eres un bebé y es normal que sólo quieras estar con nosotros, y porque no somos clones, cada niñ@ es un mundo, cada niñ@ tiene una personalidad y ésta es la tuya. Quiero que sepas que a mí me encantas tal y como eres, y que no quiero cambiar absolutamente nada de tí, lo único que quiero es que seas un niño feliz, que se sienta querido y que sienta que en casa siempre podrá encontrar refugio.
¿Cómo puede ser que hayan pasado dos años tan deprisa? Miro fotografías tuyas y no me puedo creer lo rápido que han pasado estos dos años, lo grande que te haces, cuando hace nada te podía coger con un sólo brazo y ahora casi no puedo contigo, mi niño bonito, mi pequeño...
Por otro lado, entro en contradicción cuando me paro a pensar y parece que toda la vida hayas estado con nosotros, porque estás aquí y es imposible imaginarse la vida sin tí, llenando cada rincón de la casa de alegría con tus carcajadas, divirtiéndote siempre y resistiéndote a dormirte; acabando a veces con mi energía vital, porque a tí nunca se te acaba, y yo a veces no puedo más, pero el simple hecho de verte tan feliz y tan risueño me hace feliz a mí también.
No me puedo creer que tú ya hayas cumplido los dos años, y el mes que viene tu hermana cumpla ya 15...Que se pare un poco el tiempo por favor, que no me da para saborearlo todo, que enseguida se queda todo en el recuerdo...
La maternidad no es siempre de color de rosa, es verdad. Pero yo soy inmensamente feliz sólo de ver como crecéis sanos y felices, tan únicos y peculiares, con vuestras imperfecciones, pero tan perfectos para mí, y eso es porque os quiero tal y como sois, y me da igual lo que piensen los demás.
FELIZ CUMPLEAÑOS MI PEQUEÑO, ¡TE QUIERO!