Cada 11 del mes me acuerdo de aquel 11 de Diciembre de 2015, un viernes largo, pero hermoso. Me acuerdo cada instante y lo volvería a vivir sin los nervios de aquella vez, que me jugaron una mala pasada.
Ya pasó su primer año y ahora vamos sumando meses.. pasito a pasito el tiempo va volando.
No sabía lo lindo que es compartir el mundo con una persona, en nuestro caso, un pequeño hombrecito que marca el paso. Voy notando su personalidad, de esas personalidades que no respetan jerarquías, me pone a prueba, mide fuerzas, me doblega porque me pone caras tan chistosas con las que no puedo evitar reírme y perdonarlo.. y queres terminar el "enojo" comiendolo a besos.
Tiene un poder especial, de esos que alegran el alma.
Yo me creía todopoderosa, que todo lo podía, que iba a ser de esas madres que no iba a dejar pasar ninguna actitud fuera de lugar.. Y acá estoy, ya tiene 14 meses y me derrito con cada nuevo aprendizaje. Todos los días algo nuevo, y me da orgullo, como si fuese campeón olímpico.
Me gusta que mi pecho le sirva de almohada, me abrace cada vez que lo busco en el jardín y me vaya contando con sus "ta - ta-ta" cómo estuvo su día. Amo verlo dormir y acurrucarse como si estuviera en la panza y despatarrarse después sabiendo que es el rey de la cama de mamá y papá. Encuentro juguetes en lugares insólitos y veo el vuelo de los juguetes de un lado a otro junto a su cara de "estoy haciendo lío ma, perdoname".
No hay limpieza y orden que dure más de 24 horas. No hay ropa que dure limpia mucho rato, enseguida se moja, se enchastra de comida, se ponen grises las rodillas pero se que está bien, que así tiene que ser, que es la forma más sana de experimentar el universo que lo rodea.
En el manual de crianza deberían mandarnos una nota que diga: "Sres. Padres, a partir de éste momento su casa y todos los objetos decorativos que tienen pasan a considerarse material peligroso con especial atractivo para el pequeño explorador. De preferencia embale todo con papel de burbujas."
Son unos 300 días increíbles, alocados y muy divertidos. Aunque sea cansador es único.
Por más días únicos, llenos de risas y amor, del bueno.
Fuente: este post proviene de Holly Mom - María Eva Ramella, donde puedes consultar el contenido original.
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