Hace 10 días que Gala ha empezado a comer alimentos sólidos. Como es un bebé que se ha alimentado desde que nació con leche materna, no es hasta los 6 meses que la OMS recomienda introducir la comida. Hemos seguido las indicaciones de su pediatra y en primer lugar ha empezado a comer fruta una vez al día, coincidiendo con la merienda.
Le suelo preparar dos tipos de compotas. Siempre llevan media pera y el zumo de media naranja, y las combino o con manzana o con plátano. Éstas dos últimas frutas nunca se las doy juntas porque pueden provocar estreñimiento. Además, antes de triturarlas, las cocino unos minutos al vapor. Tanto mi pareja como yo siempre hemos sido reacios a utilizar la Babycook ni tampoco usamos Thermomix, con lo que hacemos las papillas con el método tradicional. Siempre se la preparo al momento, para que la fruta mantenga todas las propiedades, y prefiero no hacer más cantidad y congelarla, ya que tendría exceso de agua.
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La verdad es que estoy positivamente sorprendida de lo bien que Gala las está tolerando y lo mucho que le gustan. Sobre todo cuando toca compota con plátano. Se suele comer prácticamente todo el plato, y sin necesidad de tenerla que forzar para que coma. De hecho, no hay que obligar a un bebé a comer, y de la misma forma que con la lactancia materna, las papillas también son a demanda. Hasta el año de vida, la leche, ya sea materna o de fórmula, sigue siendo la base de su alimentación así que hay que estar tranquilo si un día solo quiere dos cucharadas. También hay que tener en cuenta que cuando se introducen los alimentos sólidos las cantidades son pequeñas, con lo que hay que seguir más o menos con las mismas tomas que hacía antes de empezar con las papillas.
Hace algunos días, asistí a una charla en un centro especializado en nutrición, para conocer un método que ahora se ha puesto muy de moda llamado Baby Led Weaning. No lo había oído en mi vida hasta que una amiga me habló de él. En líneas generales, se trata de un método en que el bebé descubre los alimentos sólidos por sí mismo, sin triturados. Hay que ofrecerle porciones grandes para que pueda cogerlas con las manos y descubrir los sabores y las texturas de los alimentos, comiendo lo mismo que el resto de la familia, e integrándolo en la mesa durante las comidas. En ese sentido, es importante tener una trona, a ser posible sin bandeja, o con ella pero que se pueda sacar; y evolutiva, para irse adaptando a su crecimiento y que siempre pueda acoplarse a la altura de la mesa de casa. La idea es que comer sea como un juego y no algo impuesto. Inconvenientes: prepárate para limpiar, pero sobretodo, y el que más me hace dudar del método, el riesgo de atragantamiento. Un día, le ofrecí a Gala una porción de sandía. Ella la cogió y empezó a chuparla hasta que consiguió arrancar un trozo y rápidamente se lo saqué de la boca. He de decir que me asusté.
Según nos comentó la nutricionista que llevó a cabo la charla, tampoco es necesario seguir a rajatabla el método y es totalmente válido seguir con las papillas y combinarlo con el Baby Led Weaning. Aún así, y con esa frase me quedo, lo mejor que podemos hacer como madres -y esto no sólo sirve para la alimentación- es dejarnos guiar por nuestro instinto. Lo que nosotras creamos que es lo mejor para nuestros hijos, será lo correcto. Y es que nadie les conoce mejor que nosotras.
¿Cuál ha sido vuestra experiencia con la alimentación? ¿Qué opináis del Baby Led Weaning?