Emmet tiene apenas 10 meses de vida, también es conocido como el Bebé emocional.
Se cuenta que, cuando vino al mundo, y a lo largo de los primeros días en los que ni mamá ni papá se separaban de él ni un segundo, el pequeño bebé emocional apenas mostraba gestos de empatía con su entorno. Su madre solía asustarse, para ser consolada, rápidamente por las, siempre sabias abuelas y otras personas cercanas.
-¿Pero qué esperas? ¡Es un bebé recién nacido! - Atestiguaban mientras trataban de consolar a la paranoica madre primeriza, pero no se imaginaban como seria esta Bebé emocional en el futuro.
Un día, al cabo de varias semanas, sin recibir demasiadas muestras por parte de su hijo, a Dan, el paciente padre del pequeño Emmet, se le ocurrió algo. Le leería casi todos los días, un cuento diferente. Y grabaría sus reacciones. Era, más que un experimento derivado de la preocupación, un quehacer 'gracioso' mientras esperaban ansiosos los primeros gestos del pequeño. Pero entonces, algo que no esperaban, ocurrió.
Con cada cuento que terminaba el bebé sollozaba, hasta, muchas veces, terminar en puro llanto. Emmet mostraba una emoción exagerada e inusual con el cuento. Bueno, más bien con ritual en sí de abrir y de cerrar el libro de viñetas coloridas que sostenían sus padres. Y cada vez que la página se cerraba, ¡zas! empezaba su desconsolado llanto. Así repetidamente. El papá de Emmet, al igual que otros padres 2.0 no dudó en compartir esta curiosa reacción en redes sociales, lo que ha provocado que sea el 'nuevo bebé más viral del momento'.
Para algunos, se trata de una reacción más que lógica dentro del aún limitado mundo emocional de los bebés de su edad. Perfectamente comprensible, y , por supuesto necesaria. Para otros, se trata de un vídeo más que unos papás, ávidos de fama han decidido colgar en Youtube, sin más pretensión que divertir a amigos y a conocidos, y no tiene mayor relevancia. ¿A vosotros qué os parece?
Se me ha ocurrido consultar en algunas fuentes, lo que opinan, cómo no, los expertos en el tema. Resulta que, efectivamente, existen evidencias de que los bebés podrían emocionarse y desarrollar este tipo de impulsos, tradicionalmente asociados a los adultos, desde que prácticamente nacen. ¿Es eso llegar muy lejos? Según la doctora Valeria Guaita, experta en Psicopedagogía del bebé en la UCA argentina ''los bebés suelen emocionarse, pero porque previamente han sido condicionados por la interacción con su madre o con su padre, generalmente, con la progenitora''.
Aún así, no hay que olvidar, que si el bebé recibe afecto, caricias, cánticos y demás muestras de amor, antes de nacer incluso, no es descabellado pensar que nos de ése feedback de forma espontánea. Y que, en cualquier momento, ante estímulos como puede ser un cuento, o una canción, manifieste sentimientos de agrado, de pena, incluso de nostalgia. De hecho, existen consultas en nuestras redes sociales, de mamás preocupadas porque sus bebés experimentan reacciones físicas exageradas a la par que sollozan. Esto se explica fácilmente: los bebés se emocionan, pero todavía no cuentan con herramientas para controlar sus sentimientos sino que emulgen como si de una olla express se tratara.
¿Es la emoción exclusiva del adulto? Cabría entonces, decir que NO. La emoción o capacidad para emocionarnos, es una cualidad inherente al ser humano. De hecho hay quien cree y sostiene mediante diversas teorías que algunos animales también muestran sus emociones. Pero este es ya otro tema.
Os dejo con otro caso de un bebé que 'emocionó' al mundo al tener esta curiosísima reacción cada vez que su madre le cantaba. ¿Lo recordáis?
¿Qué os parece todo esto? ¿Creéis que subestimamos la vida emocional de nuestros bebés?