Durante este tiempo te he hablado sobre mi tribu de lactancia, de la ayuda recibida… pero nunca te he acabado de explicar que la lactancia, para mi, ha sido perfecta. Desde el primer día que llegamos a casa Manuel y yo nos acoplamos perfectamente. Me gusta darle de comer, sentir ese vínculo… y él parece que está igual de contento con su teti, porque no para de pedir. A todas horas. Y chilla. Y llora. Esto último desde no hace mucho, pero siento que poco a poco mi teti se queda corta.
Al principio comía y notaba como se quedaba saciado. Era comer y dormir. Luego un poco de juego y vuelta a comer. Y así nos hemos llevado días y días, casi cinco meses en que todo era perfecto. Pero desde hace unos días noto que necesita más. Es una simple sensación, pero está ahí. Y por delante de mis objetivos o de lo que me haya propuesto, está su felicidad.
LACTANCIA MATERNA EXCLUSIVA – EL FIN
Así que hoy, un mes antes de lo pensado, empezamos con los cereales, los zumitos… ¡Una etapa llega a su fin y empezamos otra! Esto es la maternidad ¿verdad? Espero que con esto se quede saciado, sea un poquito más feliz, eso es lo importante. Pero no puedo evitar sentir un poquito de pena. Sé que aún es muy pequeño, que nos queda mucho por vivir juntos, pero ha sido una etapa tan bonita y nuestra…
¿Tu también sentiste pena al acabar la lactancia materna exclusiva? ¿Cómo lo llevó tu pequeño?
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