Cuando era niña nunca disfruté de vacaciones en familia. Veía cómo mis amigas del colegio se iban con sus padres de viaje, de camping, a casa de familiares... Y a la vuelta al colegio contaban con todo detalle cuánto habían disfrutado sus vacaciones.
En mi familia nunca se estiló lo de viajar, quizás porque no éramos una familia tradicional y las circunstancias -mi madre soltera y ama de casa sin ingresos económicos propios, no teníamos coche- no favorecieron que pudiéramos viajar, o quizás porque mi madre y mi abuela no tenían esa inquietud viajera.
El caso es que mis veranos se resumían a ir a la playa del pueblo o alguna más lejana los fines de semana, cargados con las cestas de comida, las neveras, las sombrillas y viajando en autobús. Y no me aburría, tengo un recuerdo precioso de esos domingos playeros con toda la familia.
Pero tengo que reconocer que sentía envidia de las amigas que sí podían viajar con sus padres, que podían visitar otros lugares, disfrutar oportunidades que en el pueblo ni de lejos olíamos, hacer esas inolvidables amistades de verano. Más de una vez deseé que alguna de mis amigas me invitaran a pasar las vacaciones con ella.
Por eso siempre tuve claro que me encantaría poder dar a mis hijos la oportunidad de disfrutar de vacaciones en famila. Viajar, salir juntos, conocer otros lugares, vivir aventuras y disfrutar de experiencias únicas e inolvidables.
Mientras la economía ha acompañado hemos sido bastante activos, sin grandes lujos hemos hecho escapadas de fin de semana y de alguna semana en pleno verano, aunque sea visitar a la familia de Galicia -que para mi es el mejor de los planes-. Pero justo ahora que los niños comienzan a ser conscientes de lo que significa viajar e irse de vacaciones, ahora que están en un momento genial para planear actividades con ellos, ahora la economía aprieta y no es posible.
Nuestras vacaciones en familia en el Algarve, hace 3 años
Aún así no dejamos de soñar, porque quien sabe si de repente cambia nuestra suerte y podemos hacer nuestros sueños realidad. Desde luego a improvisar no me gana nadie, pero no está de más tener planes en la recámara por si se produjera el milagro de poder salir de vacaciones en familia.
La verdad es que no lo tendríamos difícil. Mi mayor lleva ya un tiempo diciéndonos que quiere ir a Port Aventura, no se por qué le ha dado por ahí pero es una constante, quiere ir a ese parque temático. Y bien pensado es una idea estupenda porque mi pequeña está obsesionada con Epi y Blas y se lo pasaría en grande en Sesamo Aventura, por lo que sería un plan estupendo para que ambos disfruten a tope con las edades que tienen. Así que, si pudiéramos irnos de vacaciones este verano, sin duda sería el destino elegido.
Por si acaso yo ya me he organizado idealmente las vacaciones en familia de este verano. Lo primero, ¿Dónde vamos?. Porque claro, Tarragona no está aquí al lado precisamente, más bien está casi en la otra punta del mapa, así que lo de ir y volver en un día descartado, por supuesto -para eso tenemos Isla Mágica más cerquita- y tantos kilómetros en un fin de semana, tampoco.
Puestos a soñar, soñamos una semana como mínimo, que una cosa es ajustarme el cinturón en la vida real y otra tener que hacerlo en mi imaginario. Una semana para poder viajar tranquilos, disfrutar del parque temático y además aprovechar para realizar otras actividades, conocer la zona y todo lo que nos pueda ofrecer. Ya que vamos, exprimimos al máximo todas las posibilidades.
El destino elegido sería Calafell, una población costera situada en la zona norte de la provincia de Tarragona. Accesible desde la autopista, muy cercano al parque temático y en zona de playa, el hecho de que esté catalogado como Destino de Turismo Familiar ofreciendo recursos y servicios de calidad para las familias, es sin duda un aliciente.
Viajaríamos en coche porque, aunque el tren es muy cómodo y el avión muy rápido, nada como poder llevarnos todos nuestros trastos, movernos con total libertad y disponer de nuestro tiempo totalmente. Como estamos acostumbrados a cruzarnos el mapa hasta mi tierra, las horas de viaje no son un problema. Transporte solucionado.
Si me tengo que imaginar, me imagino tal que así ;)
Una vez allí nos tendremos que alojar en algún lugar, claro. Lo suyo es un lugar family-friendly, donde los niños estén cómodos, a gusto y que además de un entorno adecuado haya actividades para ellos. Porque no hay nada más cierto que el éxito de unas vacaciones familiares reside en que los niños estén entretenidos full time.
Me encanta la idea de la Casa de Colonias Artur Martorell de la Fundación Pere Tarrés en Calafell, porque cumple todas nuestras expectativas:
Cerca de nuestro objetivo, Port Aventura, por pura comodidad.
Instalaciones perfectas para familias activas, nada como sentirnos cómodos donde vayamos a alojarnos.
Pensión completa incluída en el precio, porque una no va de vacaciones a cocinar y, además de que es muy cómodo tener ya previstas las comidas, permite calcular mejor los gastos y evitar excesos.
Programa de actividades con monitores, ideal para que los niños estén entretenidos y disfruten a tope.
Entre las actividades que proponen figuran planes tan atractivos con la excursión a la playa natural de Muntanyans en Torredembarra, visita a los monumentos turísticos del municipio, gincanas, cine de verano o actividades en el club náutico. Un completo programa que nos permitirá disfrutar sin tener que organizar nada por nuestra cuenta, si queremos la comodidad de que nos lo den todo hecho.
Teniendo en cuenta que en verano estaré en la recta final de mi embarazo y tampoco estaré para mucho movimiento, saber que podemos alojarnos en un lugar donde el entretenimiento de nuestros hijos está garantizado, enfocado totalmente a las familias, es una tranquilidad.
Además podremos realizar otras muchas actividades que nos ofrece Calafell y aprovechar al máximo nuestro viaje, ya que al tratarse de un municipio de interés turístico hay muchísimas propuestas de ocio y turismo, sin olvidar mi #musthave, la playa, porque para mi unas vacaciones de verano sin playa no son vacaciones.
La verdad, se me están poniendo los dientes largos, se me ocurren tantas cosas que podríamos hacer que creo que no tendríamos suficiente con una semana. Pero lo que más me importa es que se que sería un destino ideal para mis niños, que se lo pasarían pipa tanto en las actividades programadas como en la escapada a Port Aventura.
Ahora solo queda cruzar los dedos... ¡o seguir soñando!.
¿Qué os parece mi plan de vacaciones?, ¿tenéis organizadas ya las vuestras?. Venga, dadme envidia, me encantará saber qué vais a hacer este verano que está cada vez más cerca.