A mí uno de los que más me sorprendió es el de su asiento en forma de “donut” que siempre la acompaña en sus viajes oficiales. Se trata de una pieza que suele colocar en los inodoros antes de sentarse en ellos, por muy real que sea el palacio que visita.
En su equipaje personal nunca falta su tetera, su jarra y su té. Su agua preferida de la marca Malverne, el azúcar, Barley y sus pastillas de homeopatía, ¿Serán estás las responsables de su longevidad? La encargada de que estas cosas nunca falten en sus maletas es Bobo McDonalds, su fiel doncella.
Sus maletas llevan etiquetas amarillas, mientras que las de su marido son de color malva. Así nadie se hace líos. Cada vez que viaja la acompañan 60 personas que componen su séquito. Entre ellas dos damas de honor, dos vestidoras, dos secretarias, un agregado de prensa, un peluquero, un médico y seis escoltas ¡Impresionante! ¿No?
Su vestuario está perfectamente planificado por fichas que indican lo que debe ponerse en cada momento DJ, vestidos de noche; LD, vestidos largos; U, uniformes; LS, vestidos de cóctel; T, tiara y D, condecoraciones.
En Buckingham Palace está prohibido el microondas y hace poco comenzaron a tener lavaplatos, pero solo se usa para la vajilla de diario. La plata y el oro se siguen lavando a mano. En la cocina tienen casillas numeradas para guardar los servicios. La más importante es la número 465, que guarda vajillas y cubiertos de oro y plata maciza y a la que solo tienen acceso 6 personas.
En Buckingham se sirven ¡seiscientas comidas diarias! Y por supuesto, el responsable de cocina podría ser algo similar a un gerente de un gran hotel de lujo. Cada mañana esta figura de palacio se presenta ante la reina con el libro rojo, que es un menú book. La reina marca en él lo que desea comer ese día.
Sus platos preferidos son: el salpicón de pollo, el lenguado asado y el repollo relleno y ama el café con leche con mucha azúcar. Y odia que le sirvan espaguetis, por su dificultad a la hora de comerlos y que le pongan ajo a las comidas.
Su bebida preferida es el agua de cebada y el té se sirve puntualmente a las 5 esté en Buckingham, Balmoral o Windsor, eso sí, siempre es té verde.
La reina adora a sus 11 consentidos corgis que la siguen allí donde ella vaya. Y le divierte ver como mordisquean los tobillos de sus invitados, mientras estos sonríen con resignación ¡Que brujilla!
Anécdotas recogidas del libro” La mesa está servida majestad ” de Jaime Peñafiel.
La opinión de Soficó. 14 años.
¡Qué lujo! Yo quiero vivir así. Lo que más me gusta es los vestidos de noche, no exactamente los modelos que lleva ella. Me encantar
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