Evalué cómo estaba estimulando a mi hijo en casa y ciertamente, en el aspecto del habla no lo estimulaba lo suficiente. Mi hijo, con dos años, no hablaba más que monosílabos y algunas medias palabras, ni siquiera decía mamá... solo má. Tomé la decisión entonces de incidir en la estimulación del habla y lo logramos. Fue inmediato, mi hijo ya estaba preparado, ya tenía la capacidad y la edad, pero no estaba siendo correctamente estimulado. No pasó más de una semana de mi decisión y mi hijo ya pronunciaba palabras con dos sílabas y estaba tan emocionado (y aún lo está) con su nueva capacidad que se esfuerza en practicar una y otra vez palabras nuevas. Yo me sentí emocionada y feliz por él, pero un tanto culpable por no haber prestado mayor atención antes.
Hoy, comparto contigo algunos tips que reuní investigando sobre el tema, que sumados a mi experiencia espero que te sean de mucha utilidad en el proceso de estimulación del habla en tu pequeñito (a). ¡Que tengas una hermosa semana!
- Hablándole mucho, despacio y con claridad.
- Nombrando palabras de uso cotidiano: objetos, acciones, lugares, personas.
- Leyéndole cuentos todos los días.
- Cantándole.
- Practicando sonidos onomatopéyicos (medios de transporte, expresiones, animales) y siempre llamando a
las cosas por su nombre. "El perro hace guau guau".
- Celebrando sus logros, sin exageraciones.
- Déjale hablar, no interrumpas al niño cuando quiera expresarse, ni termines las frases por él.
- No lo corrijas cuando pronuncie mal una palabra, es mejor introducir la palabra de forma correcta
nuevamente en la conversación.
- Aunque por sus gestos entiendas lo que quiere, anímalo a pedir verbalmente.
- Utiliza un vocabulario correcto en casa, los adultos son el modelo, evita las jergas.
- Evita el uso del lenguaje infantilizado.
- A los 6 meses: El niño balbucea cuando se le habla y reacciona ante la voz o la sonrisa de un adulto.
- Al año: Señala con el dedo lo que quiere y emite sílabas redobladas: "pa-pa-pa".
- Al año y medio: Utiliza gestos para llamar la atención, pedir o rechazar. Identifica cuando se le nombran,
objetos o personas familiares.
- A los 2 años: Pronuncia palabras de uso constante: agua, papá, mamá.
- A los 3 años: Articula frases de dos y tres palabras. Comprende órdenes sencillas e incluso secuencias de dos órdenes.
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