La primera está inspirada en los días de lluvia que hemos estado esperando para que limpiaran el aire contaminado de Santiago. No ha llovido mucho, pero quisimos llamar a la lluvia con esta nube:
Es tan sencillo como recortar la forma en una cartulina. Además le recortamos unas gotas que pegamos en una lana. Después lo colgamos todo en la ventana, para ver si el tiempo nos hacía algo de caso (que no nos hizo nada de nada)
Y para seguir con el invierno, hicimos una muñeca de nieve que nos alegre con reflejos de colores. Para ello, prepararemos los materiales:
– Cartulina del color que queramos el muñeco. Igual puedes pensar que debería ser blanco, pero en casa lo hicimos rojo
– Papel lustre, ese papel transparente que se arruga y rompe casi con solo tocarlo. En nuestro caso usamos de varios colores.
– Tijeras y pegamento de barra (el papel es muy delicado como para hacerlo con cola blanca)
Después dibujamos y recortamos la figura del muñeco de nieve, y le recortamos un amplio círculo en lo que sería la barriga del muñeco
Recortamos los papeles transparentes de colores y los unimos para pegarlos en la barriga del muñeco. Después también podemos decorarlo, como hicimos nosotras para convertirlo en muñeca de nieve.
Y lo mejor de esta manualidad, es este efecto que aparece cuando, una vez colgada en la ventana, el sol se refleja en ella.
A petición de las niñas, en primavera repetiremos esta manualidad para llenar las ventanas de flores.
¡feliz día!
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