Si no hacemos manualidades desde que dejamos el colegio, debemos empezar con algo sencillo, para no desmotivarnos. Puede ser una pulsera, un collar, un macetero con pinzas de tender, un colorido ramo con flores de papel, pintar una taza de cerámica con rotuladores especiales o adornar un almohadón de un color liso para darle un toque más moderno.
También se puede coser, por ejemplo, una puntilla o una cinta decorativa a una camiseta negra que tengamos en casa, para que sea más original o incluso charms de los que se utilizan para hacer pulseras y collares.
En cambio, si tenemos práctica en hacer manualidades, podemos ponernos retos más complicados como un peluche hecho con leotardos, cambiar de color una mesa o una silla que se haya estropeado, una casita sujetapuertas, etc. En verano solemos tener también muchas bodas, por lo que podemos hacer un bolso de ganchillo con una boquilla de plata vieja. El hilo debería ser plateado o dorado, para darle un toque más elegante al ganchillo. También se puede hacer del color del vestido y coser unos adornos en plata vieja.
Si no se nos ocurre nada o si queremos nuevas ideas, no dudes en buscar en internet encontrarás decenas de propuestas de todo tipo: para coser, pintar, reciclar, fiestas, etc. Además, encontrarás los materiales que necesitamos para estas manualidades para el verano.
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