Según datos publicados en Agosto del 2018, 7 de cada 10 parejas se rompen en España. La ruptura, la separación, el divorcio e incluso la nulidad están muy presentes en las familias y por lo tanto la sociedad española.
Así pues, Para que una pareja funcione, ambos miembros, a priori, deberán tener y perseguir las mismas inquietudes y objetivos. Presentar parecidos intereses y defender similares principios y valores. Esto no siempre es así y la falta o pérdida de alguno de estos factores serán motivos suficientes para plantearse una ruptura.
Causas de la ruptura
En cuanto a las causas que pueden motivar una ruptura, en España, la infidelidad sigue siendo unos principales factores causantes de divorcio.
Las discusiones y/o peleas, producirán un desgaste tal, que serán motivo también, en muchas ocasiones, de una separación de pareja.
Y otras causas significativas serán la falta o la pérdida de intimidad y de confianza con la pareja.
Además influirá
Por otro lado, deberemos de tener en cuenta que en nuestra actualidad, los estilos de vida frenéticos, la falta de tiempo en general y también la falta de dedicación para el cuidado de la relación de pareja, las diferentes inquietudes presentadas por cada miembro, los trabajos absorbentes que eclipsan las demás áreas de nuestra vida, serán también, condicionantes que determinarán, en muchas ocasiones, el planteamiento de la ruptura.
Por estas causas y puede que por otros motivos además, España es el segundo país de la unión Europea en la que se producen mayor número de divorcios al año. Y tras la reforma legal, al respecto, será únicamente necesario el haber estado 3 meses casados sin necesidad de alegar ningún otro aspecto para justificar el divorcio.
Mediación familiar – Hacer la ruptura más fácil
Todo esto, aunque, en muchas ocasiones, envuelto en emociones como el dolor, la tristeza, la frustración, la decepción o el sentimiento de fracaso, se puede llevar a cabo de una forma más normalizada y con menos carga emocional. La inexperiencia (de los miembros de la pareja) en las rupturas, los sentimientos encontrados y las circunstancias, harán de estos procesos, momentos especialmente difíciles de gestionar a nivel emocional y personal.
Para ello, el recurso de la Mediación Familiar, será una herramienta que ayude a asimilar la decisión tomada, a normalizarla y a resolverla afrontando y solucionando los conflictos que puedan surgir.
La figura del Mediador, tendrá un papel fundamental en dicho proceso, ya que se encargará de facilitar y favorecer el proceso en un marco de comunicación y respeto hacia el otro y hacia uno mismo.
En el resto de de los países europeos, tanto la figura del Mediador como el recurso de la Mediación Familiar, estarán muy normalizados y asociados al proceso de ruptura y divorcio.
Siendo España un país en el que está tan presente el divorcio, conociendo ya esta posibilidad, el recurrir al proceso de Mediación Familiar no sólo será la solución si no que es la fórmula para poder realizar de una forma más correcta, fácil y rápida algo que de otra manera podría convertirse en algo más duro y doloroso además de dilatado en el tiempo.
Autora Marta Camacho (Psicologos de Psicomaster)
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