Día tras día, nos montamos en el coche con nuestros hijos para movernos por nuestra ciudad, y de vez en cuando, lo hacemos para emprender un largo viaje. Este gesto nos parece algo tan habitual y rutinario que no caemos en la cuenta de los riesgos que conlleva. La mayoría de las veces no nos ocurre nada, pero cuando esto ocurre, todo cambia. ¿Realmente viajan seguros nuestros peques? ¿somos conscientes de lo que supone un viaje en coche con ellos?
Partiendo de mi experiencia, os diré que Vera viajó a contramarcha durante casi dos años que estuvo en la maxi cosi y después, siguiendo los consejos de muchas marcas, después de ver algunas sillas, unos familiares, con la mejor intención del mundo nos regalaron la silla que Vera ha llevado hasta ahora, a favor de la marcha. En su momento, nosotros no éramos conscientes del riesgo que ello suponía, y como tantas otras familias, estábamos convencidos de que nuestra hija viajaba más que segura. Sin embargo, después de nacer Alba (la cual sigue a contramarcha), empezamos a indagar más sobre este tema y con ello, encontramos entre otras cosas campañas como la de #Niunpequemásenpeligro que inició Marta Erill (Una mamá de otro planeta), junto a la web A contramarcha y el grupo de facebook A contramarcha salva vidas.
Campañas como esta nos han hecho darnos cuenta de que no hemos dado la seguridad suficiente a nuestra hija y por ello, a día de hoy, estamos buscando una silla realmente segura para nuestra peque, a contramarcha, y que de verdad cumpla los requisitos necesarios para ser una silla segura.
Por ello, hoy os traigo la entrevista que he podido hacer a Marta Erill, fisioterapeuta, escritora,bloguera… que amablemente se ha prestado a responder algunas preguntas que espero ayuden a muchas familias a ser más conscientes en relación a este tema. ¡Os dejo con ella!
(imagen de Infobebé)
Buenos días Marta, antes de nada agradecerte tu colaboración a la hora de contestar esta entrevista y contribuir con tu granito de arena a la sensibilización y concienciación en torno al tema de la seguridad infantil en el coche.
1-Además de fisioterapeuta, escritora y bloguera (Una mamá de otro planeta), has puesto en marcha la Campaña Ni un peque más en peligro junto al grupo en Facebook A contramarcha Salva vidas y los miembros de la web A contramarcha.com. ¿Cuál es el objetivo principal de la Campaña? ¿Y cómo surge en ti la necesidad de crear esta iniciativa?
El objetivo de la campaña es hacer llegar la información a gran escala. Algo muy necesario, pues la inmensa mayoría de los padres de este país desconoce absolutamente que sus hijos viajan en riesgo en una silla que no es segura en caso de accidente. Para cambiar esto, es preciso hacer mucho ruido.
Mi lucha personal por informar acerca de esto nace en el momento en el que, embarazada de mi hija, descubro que todo lo que creía saber sobre sillas seguras está equivocado. Empiezo a bucear en la información disponible (crash tests, estudios de accidentalidad, comparativas, casos reales…) y me horrorizo. Datos específicos como que la médula espinal puede elongarse cinco centímetros que para otra persona pueden no significar nada, a mí, por mis conocimientos profesionales, me suponen un shock. Y desde ese shock tomo la determinación de visibilizar esta situación. Tras un tiempo concienciando en mi entorno más inmediato y desde el blog me doy cuenta de que no es suficiente. Surge en mi mente la idea loca de unirnos con el mismo mensaje, en el mismo momento y lugar. Tocar todas las puertas y buscar cobertura mediática para convertir el debate a contramarcha en actualidad. Y así nace Ni un peque más en peligro
2-Si tuvieras que dar uno o varios motivos a las familias, los principales, por los cuales los peques deben viajar a contramarcha en el coche…¿Cuáles serían?
Todos conocemos casos cercanos de gente que ha sufrido un síndrome de latigazo cervical a consecuencia de un golpe con el coche. No necesariamente un gran golpe. La aceleración del vehículo, que frena brusca e inesperadamente, tracciona de nuestra cabeza y la musculatura se contrae automáticamente para proteger la columna vertebral y, sobre todo, la médula espinal. Podemos sufrir una pequeña patología pero nuestra musculatura es fuerte, está totalmente desarrollada, es reactiva, y cumple su función protectora.
Los niños pequeños tienen diferencias anatómicas sustanciales que lo cambian todo. Su columna vertebral no está osificada, es prácticamente cartílago, blandita. Su musculatura, en pleno desarrollo, no tiene la fuerza ni la capacidad de contener la fuerza que va a traccionar de la cabeza (alrededor de 320 kg. si la velocidad es de 50km/h). Una cabeza que, en el caso de los niños, es mucho más grande en proporción al resto del cuerpo, llegando a suponer hasta un 25% del peso total.
Ante esa tracción que para un adulto supone un latigazo, el cuello de un niño se rompe. Es lo que se conoce como decapitación interna: una luxación completa de la primera vértebra cervical que provoca la separación de cráneo y columna cervical. Una patología sumamente grave que en la mayoría de los casos supone muerte súbita o lesiones medulares irreversibles.
La única forma de eliminar las consecuencias de esa tracción sobre la cabeza es evitarla, colocando al niño a contramarcha.
3-Siendo esto así, y teniendo en cuenta que los padres/madres quieren lo mejor para sus hijos, ¿Cómo en la actualidad sigue habiendo tanta desinformación en cuanto a las sillas ACM? ¿Por qué no se generan campañas similares a las del uso del cinturón en adultos, etc desde la DGT?
La desinformación es enorme, sí. Está claro que cambiar toda una filosofía lleva su tiempo y, en este país, hasta hace poco, los niños ni siquiera viajaban en sistemas de retención infantil, sean estos más o menos seguros. De niña, yo dormía tumbada en el asiento trasero en los viajes, o me asomaba entre los asientos delanteros de mis padres. Por no haber, ni siquiera había cinturones de seguridad en la parte trasera de los vehículos. Es difícil convencer a la gente de que los peques viajan en peligro en un SRI que no les protege cuando en el inconsciente colectivo surge la frase Pues antes íbamos sin nada y aquí estamos.
Respecto a la falta de implicación de la DGT, con toda sinceridad, no sabría responder a esa pregunta. Tienen mucho camino por recorrer en este tema y espero de corazón que comiencen pronto. Mientras tanto, somos muchos los padres y madres que seguiremos luchando por concienciar.
4-¿Hasta qué edad es conveniente que los niños se sienten a contramarcha y porqué?
Hasta que no sea físicamente posible viajar a contramarcha porque hayan agotado la silla por peso o altura. En función de los percentiles del niño, eso puede suceder a los cuatro años y medio o a los siete, no hay que tener prisa por cambiarlos a favor de la marcha. Al contrario, hay que apurar al máximo el tiempo a contramarcha, que es la posición que más nos protege a todos, adultos incluidos, de la aceleración que puede causarnos lesiones en caso de impacto o frenazo brusco.
Si me pides un dato de referencia, más concreto, como mínimo hasta los cuatro años. El nivel de maduración de su organismo, así como la desproporción entre cabeza y cuerpo antes de esa edad, los vuelve especialmente frágiles y vulnerables. Mínimo cuatro años, si queremos minimizar el riesgo de lesiones fatales o irreversibles.
5-Cuando a una familia le llega el momento de escoger una silla y partiendo de la importancia de que nuestros peques viajen a contramarcha, suele darse la situación de que muchas familias no saben qué silla escoger, o bien, algunas de las que hay en el mercado pueden resultarles caras. ¿Qué modelos recomendarías a las familias que buscan una seguridad real en sus hijos?
El modelo perfecto es aquel que mejor se ajuste a cada familia. A la edad, peso y altura del peque y al modelo de coche y presupuesto de sus padres. No hay una silla mejor que otra. Hay sillas con detalles mejor o peor acabados, con más o menos extras de confort, más grandes o más compactas, más caras o baratas, pero no hay reglas absolutas ni extrapolables. Hay que asesorarse bien y buscar la silla más adecuada para cada caso particular. Lo fundamental es que se trate de una silla a contramarcha.
6-¿Qué dirías a las familias que siguen pensando que en las sillas ACM sus hijos/as irán mucho más incómodos, no tendrán espacio para las piernas o se marearán?
En primer lugar, les diría que muchos de los grandes mitos que crean dudas sobre viajar a contramarcha están en la cabeza de los padres. Anticipamos situaciones que, muchas veces, nunca llegan a producirse. Mi hija nunca se ha mareado, se duerme cómodamente en su silla a contramarcha, me ve (y la veo yo) a través del espejo y tiene una estupenda panorámica en la luneta trasera donde puede ver todo lo que quiera. Son excusas que surgen del miedo, el desconocimiento y la resistencia.
En segundo lugar, aunque alguna de ellas llegase a producirse, quizá haya que preguntarse algo más importante: ¿buscamos seguridad o confort? Si mi hija llora porque quiere jugar con un cuchillo, yo no lo puedo permitir. Sé el riesgo que conlleva y no lo asumo. Si eso supone que debo entretenerla para que olvide que lo quiere, esconderlo y ponerme las cosas más incómodas a la hora de cocinar o consolarla y empatizar con ella en su disgusto porque no se lo dejo, pues no quedará más remedio. Pero el cuchillo no se lo voy a dejar.
Si viajar a contramarcha implicase molestias para mí, no quedaría otro remedio, tampoco. Porque a favor de la marcha no la voy a colocar. Sé el riesgo que conlleva. Y no lo asumo.
La campaña “Ni un peque más en peligro” ha tenido una gran repercusión y ha ayudado a que muchas familias sean más conscientes de la necesidad de que sus hijos viajen seguros en coche. ¿Cual sería el siguiente paso? ¿Tienes algún nuevo proyecto en mente?
Hay muchos pasos que dar, todavía. No podemos quedarnos quietos con los datos que hay sobre la mesa. Ya sabemos que los peques viajan en sillas que no son seguras en caso de accidente. Ya sabemos los riesgos que ello conlleva. Ya sabemos en qué situación estamos, mayoritariamente, en este país y en este momento. Y eso es lo que tenemos que cambiar.
Tenemos que darle la vuelta a esa desinformación, a las ideas preconcebidas, a los mitos. Y tenemos que darle la vuelta a los peques. Por ello, desde el blog voy a lanzar una nueva campaña de sensibilización, llamada ‘Dale La Vuelta’, formada exclusivamente por padres y madres concienciados y con el único objetivo de hacer llegar la información. En esta ocasión lo haremos, entre otras acciones, a pie de calle y en todas las localidades en las que nos sea posible. Arrancaremos este mismo mes de Noviembre.
Muchas gracias por tus respuestas y enhorabuena por tal iniciativa que poco a poco ayuda a que las familias sean más conscientes de la seguridad de sus hijos cuando viajan en coche y hacer que tu mensaje vaya calando en tantas y tantas familias.
No os podeis imaginar lo contenta que estoy de poder compartir esta entrevista porque de algún modo espero que las palabras de Marta Erill lleguen a muchas más familias, y como comentaba antes… vayan calando, y se pongan manos a la obra y DEN LA VUELTA A SUS PEQUES.
Para los que aún os mostreis dudosos, incluso después de haber leído los datos y la información que Marta nos ha transmitido, os invito a visitar la página de facebook de Gabriel el Vikingo y la leyenda de la Ola Verde. Os invito a visitarla porque creo que a veces tenemos que encontrarnos con la realidad de frente para darnos cuenta de la situación en la que colocamos a nuestros hijos.
Y sin más… tan solo me queda deciros… DEMOSLE LA VUELTA A NUESTROS PEQUES, porque es lo más valioso que tenemos.
Tenemos que darle la vuelta a esa desinformación, a las ideas preconcebidas, a los mitos. Y tenemos que darle la vuelta a los peques. Marta Erill
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