Digo que la maternidad es un aprendizaje porque efectivamente, hasta que te ves metida en ésta, conceptos como "porteo ergonómico", "a contramarcha" o "colecho" solo te suenen de oídas, o ni siquiera eso. Pero una vez que tienes a tu bebés en brazos, incluso antes, cuando tienes que prepararte para su llegada, casi probablemente te esfuerces en informarte de todo lo posible para ofrecerle lo que, a tu criterio, es mejor para tu bebé.
La maternidad es un aprendizaje y es algo que al menos para mi se aprecia más a lo largo del tiempo, cuando has tenido tiempo de experimentar, vivir y sacar tus propias conclusiones. Además, como todo avanza, te das cuenta de que lo que hace 6 años parecía "lo mejor" a lo mejor hoy no te lo parece tanto, porque no te ha dado el resultado que esperabas, o al revés, aquello de lo que recelabas se ha convertido en un salvavidas. Porque no hay verdades absolutas y no hay nada malo en que lo que un día te pareció fantástico hoy no te parezca tan bueno, y viceversa. Errar es humano, y rectificar es de sabios, o eso dicen.
Es así como podría resumir mi experiencia con el tema de los sistemas de retención infantil en el automóvil, lo que vienen siendo las sillas de seguridad para el coche. Lo que me pareció lo mejor cuando tuve mi primer bebé, hoy es una elección que descarto de plano porque en estos años se ha dado un giro de 360ª en lo que refiere a la seguridad de los niños en el coche, cambiando totalmente el concepto existente hasta ahora: viajar en sentido de la marcha en pro de viajar a contramarcha.
Mis hijos mayores solo viajaron a contramarcha en el grupo 0, pasando luego al grupo I en favor de la marcha. En mi favor -perdón por la redundancia- alego que en su momento elegí la mejor opción a mi criterio, basándome en la información existente en ese momento. No fue una elección al aire, antes de comprar las sillas de seguridad del coche me informé mucho, vi comparativas, estudios, informes, valoraciones, acudí a fuentes de información especializadas en el tema y una vez tuve todo eso en mi mano, elegí.
Claro que por entonces no se hablaba de que los niños viajaran a contramarcha más allá de los 9kg de peso, de ser así creo que casi con un 99% de probabilidades hubiera elegido un sistema de retención infantil a contramarcha, puesto que en la elección de la silla lo que primó para mi fue la seguridad. Siempre tuve claro que, en cuestión de precio, no iba a escatimar un céntimo a la hora comprar la silla de seguridad para el coche.
Me daba igual no tener la mejor cuna, el mejor carrito, en todos los productos de puericultura que compramos el precio era un aspecto a tener en cuenta, pero en la silla del coche no: la seguridad de mis hijos no tiene precio, sobre todo cuando gastarme un poco más o menos puede suponer la diferencia entre la vida o la muerte.
Reconozco que cuando tuve solucionado ese tema no volví a prestarle la atención debida, por lo que toda la información a cerca de viajar a contramarcha me llegaba de rebote, a pesar de que cuando pasamos a mi hija al grupo I ya se comenzaba a hablar de ello. Pero había poca información al respecto y menos oferta en el mercado.
Pero estos dos últimos años por suerte es cada vez más la información que avala y demuestra que viajar a contramarcha es lo más seguro para los más vulnerables en un accidente de tráfico, los niños, que deberían hacerlo de esta manera el máximo tiempo posible y, como mínimo, hasta los 4 años o 105 cm de altura.
Reconozco haber cometido el error de confiarme demasiado ya que mis hijos mayores viajan en favor de la marcha, pero consideré que esta información me llegó tarde en su momento, el mayor ya pasaba de ese mínimo de edad y peso y a la mediana le quedaba poco por alcanzarlo, por lo que no valoré el cambio a contramarcha tras haber invertido en lo que consideré buenas sillas de seguridad para el coche.
Con mi bebé lo tenía meridianamente claro, iba a viajar a contramarcha como mínimo hasta el tiempo mínimo recomendado. Desde el nacimiento ha ido en el grupo 0 pero yo ya no me sentía segura con él, mi bebé empezaba a llorar cada vez que lo sentaba dentro,y aún no alcanzaba los requisitos mínimos para una silla a contramarcha de grupo I. Así que decidí mirar una silla a contramarcha grupo 0-1 para poder dar el cambio a un sistema seguro y que le dure hasta el tiempo mínimo necesario.
Me encontré con varios hándicap a la hora de elegir qué silla elegir, entre ellos que por aquí todavía es difícil encontrarlas en las tiendas físicas, y sobre todo que yo tengo que meter tres sillas en los asientos traseros de mi coche. Menos mal que al menos el coche tiene las plazas traseras completas, que es toda una ventaja, pero hay que tener en cuenta además el espacio que ocupa cada silla, por lo que no podíamos elegir a ciegas cualquiera, con el riesgo de no poder instalarla correctamente por falta de espacio.
El único modelo de silla a contramarcha grupo 0/I que logré localizar en tiendas físicas fue Concord Reverso Plus I-Size que, casualmente, también tiene una mamá del cole. Esto segundo me dio la posibilidad de probarla con el peque y también probarla en mi coche para ver si era posible instalarla con las sillas de mis hijos. Me daba igual comprar la silla en tienda física u online, lo que no quería en ningún caso era comprar sin probarla antes, que me parece fundamental.
Al probarla, cumplía mis expectativas. Es a contramarcha, se puede instalar perfectamente en la parte trasera de mi coche junto a las otras dos sillas, es adecuada al tiempo actual de mi bebé, es válida hasta el tiempo mínimo recomendable para viajar de esta manera. Cierto es que no es de las sillas más altas y que en otros bebés se pueden quedar pequeñas antes, pero atendiendo a cómo son mis hijos, es decir, de talla pequeña, y que mi bebé tiene todas las papeletas de seguir los mismos pasos, estoy prácticamente segura de que perfectamente llegaremos hasta los 4 años en esta silla.
De hecho, aunque mi hija mayor viaja a favor de la marcha, sigue haciéndolo en el grupo I ya que la cabeza aún no se sobresale por encima del respaldo y todavía no pesa los 18 kg, por lo que sigue siendo más seguro el grupo inferior. Así que calculo que la silla elegida para mi bebé nos cubrirá esta etapa, aunque nos arriesgamos a que no sea así, pero si se diera el caso no tendría reparos en hacer el cambio a una nueva silla a contramarcha adecuada llegado el momento.
Dadas las pocas opciones a probar y comparar in situ, y viendo que la Concord Reverso Plus I-Size cumplía nuestras condiciones mínimas imprescindibles, finalmente nos decidimos por ella, y la instalamos a los pocos días de cumplir mi bebé su primer año. Tuvimos que modificar eso sí la ubicación de las sillas, ya que el grupo 0 iba en el asiento central y mi idea en principio era que el peque siguiera yendo en ese asiento, pero dado que la nueva silla solo se puede instalar con Isofix y el asiento central no tiene este sistema, hemos tenido que poner la silla del mayor en el centro y la del pequeño en asiento lateral derecho.
Lo difícil a la hora de decidir dónde ubicar las sillas del coche cuando tienes que ocupar los tres espacios, es valorar qué priorizas. En primer lugar yo tenía presente que el asiento más seguro es el central trasero, y el pasajero más vulnerable, el bebé, por lo que para mi era la ubicación ideal. Pero el hecho de que el pequeño viaje a contramarcha le da ventaja con respecto a su hermano mayor, que viaja a favor de la marcha, por lo que en este caso me parece incluso más seguro que el mediano, que va en el grupo II-III con elevador, respaldo y protecciones laterales, viaje en el centro.
También se da la circunstancia de que el grupo 0, al ir en el centro, y con las dos sillas de los mayores a los lados, me dificultaba mucho colocar a mi bebé y ajustar bien el cinturón. Al llevarlo en el asiento lateral desde luego es mucho más sencillo el acceso a la silla de mi bebé, y el mayor se pone solo el cinturón, por lo que a él no le supone nada.
Luego, aunque parezca una tontería, al llevar a mi bebé viaje en el asiento central es pobre estaba muy expuesto a que sus hermanos mayores le hicieran la puñeta. Y de hecho, esto es lo que peor llevaba de todo, las discusiones en el coche porque los mayores lo molestan y él llora, cosa que me ponía bastante nerviosa a la hora de conducir. Ese riesgo no está eliminado del todo porque sigue llevando a uno de sus hermanos a su lado, pero el cambio a mejor ha sido sustancial.
Y por último y no menos importante, mi bebé dejó de llorar al sentarlo en la silla del coche el día que hicimos el cambio, lo que me demuestra claramente que en el grupo 0 ya no iba cómodo, probablemente por la postura que éste le obliga a adoptar.
Además he querido poner en prueba cuánto nos podría durar la silla sentando en ella a mi hija mayor, y mi sorpresa ha sido comprobar que, estirando al máximo el cabezal, la cabeza de la niña aún no sobresale de la estructura de la silla, por lo cual actualmente incluso ella podría utilizar esta silla.
Como añadido, aunque no era una prioridad, y ni siquiera lo he tenido en cuenta a la hora de elegir esta silla, pero sí reconozco como ventaja que tenemos un coche pequeño con un habitáculo reducido en el que podemos instalarla perfectamente, lo que en caso de necesidad desde luego se agradece.
Dicho esto, creo que teniendo en cuenta los diferentes aspectos y valorando por encima de todo la seguridad, hemos hecho una buena elección. Lo que espero en todo caso es no tener que poner en práctica la seguridad de la silla, porque ya sabemos qué significa eso.