Hoy os quiero contar mi experiencia con la Ecografía 4D.
Si os digo la verdad, la ecografía 4D, no era algo que entrara en mis prioridades.
Íbamos por la seguridad social, así que sabíamos que durante todo el embarazo veríamos a la peque en ecografía 2D.
Aunque es verdad, que en la primera ecografía que me hicieron, si que sentí un poco la necesidad de que se viera mejor, porque reviví un poco el momento de Rachel en Friends, cuando le hacen la ecografía y le enseñan al bebé.
Conforme iban pasando los meses y las ecografías, y cada una iba siendo más real que la anterior, empece a considerar que no era tan necesario y junto con el malestar que tuve durante el último trimestre, si os soy sincera, me olvide del tema.
Pero en la recta final del embarazo, mis ideas cambiaron y empecé a pensar que quizás no volvería a estar embarazada y no tendría la oportunidad de vivirlo, y por que no decirlo también, estaba desesperada, por saber un poco como seria nuestro bebé.
Así que, empece a preguntar aun sabiendo que iba muy justa de tiempo, ya que este tipo de ecografías solo se hacen hasta unas semanas concretas.
Mucha gente me había comentado y recomendado a lo largo del embarazo, que cogiera ofertas tipo Groupon o por el estilo, así que después de mucho buscar empece a encontrar varias opciones.
Pero seguía sin tenerlo muy claro, porque ninguna era cerca de donde yo vivo, así que teníamos que esperar a que mi marido tuviera un día libre para poder ir los dos juntos. Eso lo retrasaba todo bastante, y si no recuerdo mal, ya estábamos en la semana 30.
De todas las ofertas que había encontrado, al final una me convenció y reservé a través de la página.
Cual fue mi sorpresa, cuando llame a la clínica para que me dieran hora, porque había cogido la oferta que anunciaban, y se negaron a hacérmela, porque me comentaban que para la semana que nosotros podíamos ir, que ya era la 32, el equipo se marchaba a un congreso y se tenia que posponer para cuando estuviera de 33 semanas, así que no me la realizaban, por que según ellos, no se iba a ver nada.
Si bien es verdad, que las semanas idóneas para una ecografia 4D son de la 22 a la 32, y a partir de esas semanas al ser el feto más grande, cabe la posibilidad de que no se vea bien…considero que es una decisión de los padres, no de la clínica.
Si pagas la ecografia y no se ve, mala suerte…pero lo que más me dolió, es que se negaran en rotundo y me dejaran sin la oportunidad de intentarlo.
Como ya os podréis imaginar, yo con las hormonas a flor de piel, colgué el teléfono, llorando a moco tendido, porque no me la iban a poder hacer y no iba a verla antes de nacer.
Y así llame a mi marido, para contarle que habíamos perdido la oportunidad de verla.
Hable con el, super dolida e indignada, pero el me tranquilizo y me dijo que me calmara, que probara de llamar a otra clínica y que me verificaran que era así.
Así que cuando me calme del todo, como igualmente tenia que cancelar la oferta que me habían denegado, busque otra de las opciones que había visto, y antes de coger de nuevo una oferta por la página, llamé, les explique lo que me había sucedido y les pedí que me dijeran si era verdad, que no se podía hacer ya, la ecografia 4D.
Ellos me respondieron que no era verdad que no se pudiera, que si era muy grande, quizás no se veía completa, pero que aun yendo justitos, ellos lo iban a intentar porque nosotros eramos los que decidíamos.
Creedme que en ese momento pase de la tristeza absoluta, a la felicidad más grande (hormonas al poder otra vez…).
Y por fin llego el día, fuimos a Policlinica Barcelona, que se encuentra en el centro de Barcelona. Desde que entramos, nos atendieron super bien, así que por esa parte, íbamos bastante tranquilos, después de la experiencia vivida con la anterior clínica.
Aunque no os voy a negar, que por otra parte estábamos hechos un manojo de nervios, porque por fin íbamos a ver su carita.
Una vez nos hicieron entrar, la doctora me comento que podía pasar que no se viera bien, porque estaba muy avanzada, pero que iba a hacer todo lo posible por conseguirlo, y así fue.
En un principio la peque estaba de espaldas y no había manera de que se viera (acabábamos de comer y como estaba en plena etapa de ansia viva, me había comido un plato de cordero con patatas, que pa que…) y claro, después de la comilona, la peque durmiendo tan pancha.
Así que, la doctora empezó tocarla, a moverla, me hizo que me girara varias veces, a ver si se dignaba a enseñarnos su carita, pero nada…ella consideraba que era mejor que le viéramos el trasero. Y cuando ya creíamos que no la íbamos a ver, se giro, nos sonrío y se puso otra vez a dormir.
No puedo describir lo que sentimos en ese momento. La primera vez que ves la carita de tu bebé, que empiezas a verle algunos parecidos, y aunque ya falten pocas semanas, te haces una idea de como será…es una experiencia inolvidable.
Una vez acabamos, la doctora nos confirmo que estaba todo bien, aun sin ser una ecografía diagnostica y nos dieron un cd con un video de la ecografía 4D y todas las imágenes que había sacado.
En mi caso, dude mucho…demasiado, pero creo que vivir la experiencia con la ecografía 4D, es algo que no podéis dejar de hacer cuando estáis embarazadas, aunque solo sea una vez. Porque ¿Quien sabe si se repetirá otra vez…?
Moraleja de todo lo que nos paso para conseguir ver a nuestra peque:
“No dejéis que os digan lo que no se puede hacer, si lo queréis, luchad por ello”