Hoy hemos invitado al blog a Rocío, autora del blog “Acércame a ti”, que nos va a descubrir sus sensaciones y sentimientos tras convertirse en madre porque como bien nos cuenta, una cosa es lo que pensamos y otra lo que sentimos y vivimos. Hoy más que nunca doy fe de ello, que tengo a mis enanos un poco tocados y, entre las pocas horas de sueño y la atención que requieren en estos momentos, esto no es cómo me lo contaron. Os dejo con ella:
¡¡Estoy embarazada!! ¡¡Qué alegría!! ¡¡Por fin!! Así empiezan la mayoría de las historias de maternidad o por lo menos la mía.
Los cambios en la mujer se empiezan a percibir en los detalles más pequeños e insignificantes y es entonces cuando el futuro padre capta algo y se percata de ellos.
"Cariño, ¿no te huele raro?"
"Yo no huelo a nada, ¿no estarás embarazada?"
Empiezan a volar ideas por la cabeza sobre cómo será el bebé, que nombre le pondremos, donde dormirá, decorar su habitación... Y pensamos "nosotros que somos tan hogareños vamos a hacernos enseguida a la rutina del bebé, No vamos a necesitar cambiar mucho nuestros ritmos..."
Las hormonas del placer empiezan a hacer su efecto y la imaginación coge rienda suelta dejando a los pensamientos más alegres e irreales vagar libremente.
El momento del parto llega y aunque nos asusta un poco, estamos tranquilos, porque lo tenemos todo muy estudiado, hemos asistido a clases de preparación al parto, hemos practicado las respiraciones, tenemos las ideas más o menos claras, hemos leído algunos de los libros de crianza respetuosa y otros los hemos dejado para ese momento en que nazca el bebé, ya que como duermen tanto tendremos bastante tiempo libre para leer.
Tenemos al bebé en casa y la situación no se parece lo más mínimo a lo que habíamos imaginado con ilusión durante el embarazo. ¿Que ha pasado?
1. Cada parto es único.
El parto no ha sido como pensábamos, ha durado más de la cuenta y estamos agotados. Me alegra no haberme puesto la epidural porque he podido disfrutar de las sensaciones, pero se asomaron las dudas acerca de qué estaré haciendo mal para que no nazca (como no, culpándonos) pero el bebé viene con vuelta de cordón y cabeza rotada, cosas que pasan. Se hace de rogar, así después de 12 horas, está entre nuestros brazos. La sensación más indescriptible de la vida.
2. Cansancio acumulado.
Las noches sin dormir previas al parto más la noche sin dormir del propio parto se junta a las primeras noches sin dormir con el bebé ya en casa.
3. El bebé come más de lo que habríamos imaginado.
Pide pecho cada 30 minutos, es imposible dormir, además si la toma se alarga y no te despiertas, el pecho se inflama tanto que tampoco puedes dormir y a esto añádele las nuevas dudas que te empiezan a surgir; ¿que hago? ¿me saco la leche para que no me moleste el pecho o despierto al bebé para que coma? ¿ y si justo me saco leche y se despierta?
4. Falta tiempo.
Entre las tomas frecuentes, los cambios de pañales cada toma (es decir cada 30 minutos), regurgitaciones, cambio de ropa, bañarte tu y comer.... No queda tiempo para nada, ¿cómo puede ser que una personita tan pequeña ocupe todo nuestro tiempo?
5. Complicaciones.
Para colmo te han salido grietas en el pezón y cada vez que el bebé quiere comer te dan ganas de salir corriendo y huir porque sabes que en cuanto coja el pecho vas a experimentar un gran dolor, como si te metieran el dedo en una úlcera y lo removieran para buscar dentro.
Los pensamientos a los 10 días del parto distan bastante de los que se tenían durante el embarazo.
La maternidad es agotadora.
Sin embargo la sonrisa y la tranquilidad de tu bebé hace que pasar por lo anterior merezca la pena. ¿Cómo puede ser posible que una persona tan pequeña que acabas de conocer te haga experimentar el mayor cansancio y agotamiento de tu vida, pero a la vez la mayor alegría?
Estas han sido algunas de las sensaciones que yo he experimentado los primeros días con la maternidad de mi primer hijo, si quieres conocerme un poquito más te invito a que te pases por mi web www.acercameati.com donde hablo sobre temas de lactancia, porteo y salud. También puedes encontrar cosas interesantes en mi fanpage de Facebook.
Y hasta aquí Rocío contándonos su experiencia. ¡Gracias Rocío por compartir tus vivencias con nosotros! Si tenéis cualquier duda o consulta, podéis dejarle un comentario en el post y os contestará en cuanto pueda. Del mismo modo, podéis dejarle mensajitos para agradecerle su participación por aquí y, si os animáis, no dudéis en escribirme un email para contarme vuestra experiencia con la maternidad y saldrá publicada. A fin de cuentas, ¡todas somos madres de día y de noche!
¡Un abrazo y feliz miércoles!