Tenemos toda la información a nuestra disposición para educarles, hay infinidad de blogs, artículos, libros e, incluso, orientadores psicológicos que nos ofrecen consejos y recomendaciones para que nuestros hijos crezcan felices, saludables, sin traumas ni presiones pero, ¿por qué aún así las cosas no salen como creemos?
Estos son algunos mitos acerca de la educación de los hijos que nos hemos creído (y así nos va).
El niño que lo tenía todo y no era feliz
Hace un par de años, el profesor y orientador Kim Payne decidió hacer un experimento para disminuir la incidencia de Déficit de Atención e Hiperactividad en menores. Los resultados fueron esclarecedores. Prácticamente un 70% de los niños mejoraron sustancialmente después del experimento. ¿En qué se basaba? Reducir el caudal de información que recibían, la velocidad, las opciones y las cosas que se les daban.
Nuestras generaciones crecieron con lo justo y necesario (muchas veces ni eso) y por ello queremos que nuestros peques tengan lo máximo. ¿Las consecuencias? Niños sobreinformados, que no tienen tiempo para reflexionar porque el mundo digital se mueve a una velocidad de vértigo. Niños que crecen con todo lo que pueden imaginar, con juguetes y dispositivos móviles, pudiendo viajar al fin del mundo y todo sin mover un dedo. De hecho, tienen tanto que no saben centrar la atención en algo en concreto. Tanto y tan poco tiempo para jugar que apenas se pueden concentrar en una tarea.
Las clases a jornada completa o ser adulto siendo un niño
Finlandia puede que tenga el mejor sistema educativo. Todos lo sabemos pero, ¿sabemos por qué? Según la Ministra de Educación del país, “porque no tienen deberes, les permiten que sean niños, con pocas horas lectivas y las actividades extraescolares que ellos quieran (si es que quieren)”. El objetivo es claro. Cuando lleguen a la edad adulta sabrán más acerca de lo que quieren, de lo que les gusta y aquello a lo que quieren dedicarse. Y es que si no tienes tiempo ni para pensar porque vas a clase 6 horas y estudias otras 2-3 en casa, ¿cuándo piensas acerca de lo que quieres?
Hay que estar todo el tiempo con ellos o no
Otro de los grandes mitos sobre la educación es que debemos estar todo el tiempo con ellos. Ahí vemos a madres y padres que están tranquilamente en casa y que ante cualquier signo de aburrimiento por parte de su hijo, le atienden. Debemos ser conscientes que los niños también tienen que aprender a aburrirse y a entretenerse solos. Si no lo hacen es muy posible que crezcan pensando que los demás están en el mundo para librarles del aburrimiento y desde luego no creemos que eso sea lo que queramos los padres. El aburrimiento, de hecho, es una potente arma de creatividad.
“Si no les promocionamos desde pequeños, de mayores puede que no consigan nada en la vida”
Solo con leer esta frase deberíamos estremecernos. ¿Que no consigan nada en la vida? ¿Qué es lo que tienen que conseguir? Cuando nosotros éramos pequeños, nuestros padres solían decir que querían que fuéramos sanos, felices y buenas personas. Eso debería bastar y de ahí en adelante cada niño debería ser lo que es: un niño. Rebajemos el nivel de expectativas con respecto a nuestros hijos porque, al fin y al cabo, son niños.
Autora: Alex Bayorti (colaboradora de nuestro Blog)