Es un tierno libro de Tramuntana que narra el juego de un niño pequeño y un lindo ratoncito.
Es de noche y un ratoncito aparece en la habitación de un niño que acaba de meterse en la cama y aún está despierto.
"¿Y si te muerdo la nariz?" Así empieza un juego que constituye todo el cuento en el que por cada pregunta del ratoncito, el niño contesta transformándose en un animal que reacciona a su mordisco. Finalmente el ratoncito, enrolla su colita formando un corazón y ofrece un besito al niño con el que han ido haciéndose amigo: así el niño le hace sitio a su lado ara que duerman juntos y calentitos.
¿Qué tendrá de tan especial un cuento que a primera vista parece tan sencillo?
Si lo leemos con atención, nos daremos cuenta que esta breve historia, está escrita de una manera tan interesante para los peques que les encanta. Además tiene algunos puntos a su favor:
Para empezar el protagonista es un niño, y ya esto les encanta, porque les permite identificarse, sintiendo el cuento que van a leer como muy cercano.
El compañero del niño protagonista es un ratoncito, un animal, otro elemento que siempre atrae a los peques.
La repetición. El juego que el ratoncito propone al niño es siempre el mismo: él le plantea mordisquearle un parte del cuerpo (¡ojo!, que nunca lo hace, eh!) y el niño le contesta diciendo lo que él haría, transformándose cada vez en un nuevo animal y haciendo la onomatopeya que le representa. Como veis tenemos además el elemento de la transformación, que a los peques de esta edad les chifla.
El final dulce y tierno: un final que enamora y tranquiliza después de toda la actividad que han hecho niño y ratón.
¡Pero no acaba todo aquí! Todos estos elementos que forman parte de esta tierna historia nos permiten que se desarrolle el juego. Un juego que es exactamente el mismo que viven niño y ratoncito. Inevitablemente a nosotros (madre, padre, maestros, abuelos, etc.) nos tocará hacer del ratoncito que querrá ir poco a poco mordisqueando cada parte del cuerpo de nuestro peque. Mordisquitos en la oreja, en la barriga, en el cuello, mordisquitos acompañados de risas y cosquillas: un juego en el que sale disparado todo el amor que nos tenemos y que reforzará ese vínculo afectivo.
Por su parte, las ilustraciones son muy sencillas, con pocos colores y bien definidos. El color negro que define los bordes de cada objeto y personaje representados está muy marcado. Genial además la elección cromáticacon respecto a la acción: los momentos de juego activo entre niño y ratón tienen una dominante rojiza, y los momentos de tranquilidad una dominante azul.
¿Para qué y para quién?
Para acompañar el sueño y para acompañar juegos de aprendizaje sobre las partes de nuestro cuerpo.
Muy recomendable desde muy pequeñitos, quizá ya con un añito, hasta los 5-6 años que empiezan a leer por si solos. El texto está escrito en mayúsculas y con frases cortas por lo que nos parece también muy adecuado para primeros lectores.
Nos gusta porque...
Mordisquitos nos ha gustado muchísimo. Nunca nos cansaremos de decir que con frecuencia los libros más sencillos son los que mejor funcionan, muy especialmente en niños pequeños. Estamos ante un libro de formato pequeño, muy manejable, que ya desde el primer momento sorprende con ese detalle de la esquina de la portada (El libro comienza con una genial portada en la que podemos apreciar que la esquina inferior derecha tiene un mordisquito ¡Este detalle nos ha encantado!)
Además engancha a los peques con unas ilustraciones muy bonitas y un texto sencillo y repetitivo, que les resulta fácil de seguir y anticipar.
Es un libro, además, que resulta muy dinámico y ameno, perfecto para leer en voz alta haciendo énfasis en las onomatopeyas de los animales.
Con Mordisquitos.... Animales, sonidos y un besito final harán que la hora del cuento sea el mejor momento del día.
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