Dicen, que el hecho de que te interese o afecte el tiempo que hace, es un síntoma inequívoco de que te vas haciendo mayor. Y es que cuando somos niños, nos da igual que llueva, no nos importa el frío y, recibimos la nieve, con enorme ilusión, quiza porque sabemos que tardaremos mucho en volver a verla de nuevo.
A los niños les es indiferente el tiempo, mientras haya una ocasión para pasárselo bien,para disfrutar.
Sin embargo, hay muchos adultos que no resisten nada bien las inclemencias del tiempo. Los hay que se quejan todo el verano del 'calor que hace', y también, aquellos que nunca están suficientemente abrigados 'para aguantar el vil frío'. Y esto se vuelve más radical, si hablamos de lugares geográficos donde el clima es más seco y los cambios temporales son más drásticos, ya que el mar no está presente para 'suavizarlos'.
Pues hoy he leído una noticia, que ha cambiado un poquito mi negativa visión sobre las bajas temperaturas. Al menos ya hay una ventaja constatada. Y han dado con ella un grupo de expertos de la Universidad Internacional de Sevilla.
Resulta que los bebés que nacen en un contexto de bajas temperaturas o frío, son más longevos que el resto o, al menos, están predispuestos a vivir más tiempo.
¿Y cómo se come esto? Guillermo López Lluch, uno de los coordinadores de la investigación, asegura que el frío es un factor ambiental que mejora la esperanza y calidad de vida. Ayuda a que las células se mantengan fuertes, mejora el estado de nuestra piel y organismo en general, entre muchas otras cosas.
Pues eso ¡a pasar frío!
¿Os preocupa el tiempo, a la hora de salir con vuestros bebés y niños pequeños a la calle, tanto en verano como en invierno?
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