Como digo siempre, los niños son patrimonio de la humanidad, son el futuro, si les hacemos crecer débiles y con poca salud, el futuro de la humanidad peligra.
Ya que la obesidad en general y la obesidad infantil tiene origen multifactorial, el abordaje ha de hacerse de esa misma manera. Voy a intentar hacer un recorrido completo y no demasiado tedioso por l@s distintos ponentes, plasmando aquí la idea principal de cada discurso:
Dra. Mercedes Atienza Ruíz
¿Cómo aprenden los niños?
Los niños aprenden por estímulos desde el vientre materno, una vez fuera de él se sirve de los sentidos para incorporar conocimientos, la vista, el olfato, el tacto. Ellos necesitan asociar elementos y se sirven de la repetición para fijar conocimientos de su entorno. Si aplicamos esto a la alimentación, no es necesario decir que los primeros ejemplos a seguir serán sus padres, aprenderá los sabores a través de la placenta de todos aquellos alimentos que su madre ingiera, y eso va a determinar sus preferencias por uno u otros sabores.Dra. Griselda Herrero
Sociedad obesogénica
Si hemos dicho anteriormente que los niños aprenden por asociación, y repetición y a través de los sentidos, muy difícil lo vamos a tener si continuamente a su alrededor, los alimentos no saludables están por todas partes, televisión, redes, anunció en parada de autobús, paredes de la ciudad… De hecho pensamos que comemos lo que queremos, creemos que somos libres para elegir nuestra alimentación, en serio, nada más lejos de la realidad, comemos lo que la industria le interesa vender, y sobre todo les damos a nuestros hijos aquello con lo que las grandes empresas de alimentación ganan más dinero.D. Manuel Soto Alés
Con el sedentarismo hemos tocado, dejemos de pensar que la alimentación es un 70 %, deporte 30 %, o cualquier otra combinación de proporcionalidad que se nos ocurra, alimentación 100 %, deporte 100 %. Y cuando hablo de deporte en los niños, evidentemente hablo de vida activa, para un niño de cualquier edad el ejercicio es jugar. En una sociedad sedentaria, dónde los niños no tienen espacio para jugar y los padres no tienen tiempo de acompañar a sus hijos al parque un mínimo de dos horas al día y con el atractivo que los aparatos tiene para los niños la obesidad está servida. Los niños ya no necesitan crear, inventar jetos, y mucho menos ir a buscar los elementos necesarios para construir un juguete, algo que se parezca a un coche, a un OVNI o a un balón. Todo está servido en bandeja, la industria juguetera tiene todo lo que el niño necesita para no moverse de su sillón en toda la tarde, incluso ya hasta el movimiento se recrea virtualmente. Yo me pregunto ¿Avanzamos o nos sentamos a vivir lo que otras personas han creado para nosotros? ¿Queremos niños activos y creativos, o preferimos niños tranquilos sentados ante una pantalla comiendo patatas fritas y chuches?
Padres, profesores y adultos en general tenemos que hacer un examen de conciencia y pensar como fue nuestra infancia y cómo es la infancia que les estamos ofreciendo a los niños de hoy, a los adultos del futuro.