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Un vecinito del pueblo, de solo dos años y que algunas veces compartió en el parque con #MiniMoi, falleció ahogado en la piscina privada de su casa. El peque no estaba solo, estaba con varios miembros del grupo familiar, que le cuidaban mientras sus padres trabajaban, sin embargo, esta supervisión fue insuficiente, el familiar encargado de cuidar y vigilar al niño, salia cada cierto tiempo a ver que estaba haciendo, pero ese tiempo pudo ser una eternidad contando que solo hace falta un descuido y pocos segundos para que un pequeño muera por ahogamiento.
Yo no soy una experta en cuidado de niños, y trato siempre de usar mi sentido común ante cualquier situación que entrañe riesgos, aun así, soy consciente de que los accidentes ocurren y no estamos exentos de tener que vivir una tragedia, Dios nos libre y proteja a nuestros hijos, pero ya que existe esa posibilidad mejor actuar con mucha precaución.A veces nos confiamos en la capacidad del niño, porque:
- Va a clases de matronatación: La matronatación no está ideada para que los niños aprendan a nadar, habrá algún caso excepcional en que esto ocurra, pero en realidad es una actividad para desarrollar otras destrezas acuáticas y perderle miedo al agua. También hay que tener en cuenta, que la matronatación no son clases de supervivencia para bebés, así que por mas que el niño se lance de la orilla a los brazos de papá, hunda y saque la cabecita del agua, el bebé no está capacitado para flotar boca arriba y mantenerse y pedir ayuda o esperar por ella. No confundiros por favor.
- Lleva manguitos o flotador: estos elementos entrañan riesgos, uno de ellos es que el bebé debe utilizar la talla correcta de flotador, chaleco o manguitos, de quedar flojos pueden ayudar al ahogamiento en lugar de evitarlo. También estos elementos deben ser usados por el peque con supervisión de un adulto y cuando digo supervisión es con el adulto dentro del agua cerca del niño, no el niño en el agua blindado y los padres comiendo, charlando o tomando el sol. Si un flotador se voltea, el niño puede quedar bloqueado por el mismo artefacto y ahogarse, podría atascarse y no poder respirar, podría desorientarse y no poder incorporarse, si estaos en la playa, lago, pantano una corriente de agua podría arrastrarlo mar adentro y no haber nadie cerca que pueda sujetarlo. No descuidéis a los niños por favor.
- Estamos en la playa con los primos o hermanos mayores, han venido los abuelos o los tíos, etc: Mi experiencia me dice que mientras mas familiares estén "pendientes" del niño, mas riesgo de ahogamiento existe, porque siempre habrá el "yo creía que tu lo estabas viendo", "pero, ¿tu no lo estabas vigilando?", "¿Con quien está el niño?", " "yo pensé que estaba con...".
- Yo a su edad ya hacía...: No todo el mundo tiene la misma percepción del riesgo, para algunos "ellos a esa edad nadaban y dolos", es lo que ellos creen recordar, pero aún suponiendo que sea cierto, los demás niños no tienen porque tener las mismas habilidades, incluso teniéndolas, se ha demostrado que la mayor mortandad en playas y piscina se produce en niños y adolescentes, adolescentes, que se bañan y juegan solos pero que nadie está pendiente de sus locuras e imprudencias, porque ya son mayores.
- Creen que el ahogamiento secundario es broma: Esto es muy real, y puede producirse porque el niño toma agua en tal cantidad que los pulmones se llenan del vital líquido. Sin embargo, este ahogamiento no se produce de inmediato, puede que pasen algunas horas, y los síntomas pueden confundirse con el cansancio habitual que se presenta después de un día de juegos acuáticos, solo que el cansancio es extremo, el niño está de mal humor, incómodo, tal vez con un bebé sea mas dificil detectarlo, sobre todo porque a ciertas edades los cambios de humor son muy constantes, y solo podemos conocer este comportamiento tras cada verano, por eso el ahogamiento secundario es difícil de detectar y es mejor estar siempre pendientes de lo que está haciendo el pequeño.
- Mi niña es una sirena, mi bebé es un tritón: puede ser, nadie os quita la razón, pero a la sirenita y al tritón hay que vigilarlos siempre, no permitirles alejarse, nunca en la playa, y tampoco en la piscina. Hace unos días #MiniMoi fue con los amiguitos de la guarde a la piscina, estuvimos allí toda la tarde y todas las madres estábamos en el agua y vigilando a todos nuestros hijos. Mi niño estuvo sentado, agachado, caminando, jugando y todo genial, no se cayó nunca, la cabecita fuera del agua siempre, lo pasó muy bien. Al día siguiente regresamos con #PapáGenial, no sabemos si fue el cansancio, pero lo cierto es que en tres ocasiones #MiniMoi se cayó y no supo incorporarse, luego nos dimos cuenta de que cada vez que se caía el culete se le levantaba y quedaba flotando peligrosamente boca abajo. Mi bebé va a matronatación, le encanta el agua, suele desenvolverse bien bajo vigilancia, aun así, muy vigilado en cuestión de segundos durante tres ocasiones tuvimos que correr a sacarle. Si hubiésemos estado distraídos el desenlace pudo haber sido fatal. Aunque estén papá y mamá no debemos confiarnos en que el otro está mirando o estamos pendientes ambos, o pasamos el testigo y responsabilidad al otro si vamos a estar distraídos un momento.
Por ejemplo, en la bañera, elemento que usamos durante todo el año, pero donde tal vez dejamos mas tiempo a los niños jugar durante el verano, hay dos acciones básicas a seguir en el cuidado de los peques:
Uno: no dejar llenando la bañera con el agua caliente si no estamos seguros de que el niño no puede entrar al baño e introducirse en la bañera, se han visto casos de quemaduras de tercer grado, e incluso se ha producido la muerte de algún pequeño inocente. En este caso, lo que hago es llenar la bañera con el agua a la misma temperatura con la que #MiniMoi se va a bañar, tardo mas, pero estoy quitando una variable.
Dos: no dejar nunca solo a los niños mientras se llena la bañera, incluso si la temperatura es ideal, la tentación de meterse por si solos en ella es grande y podría desencadenar en fatalidad, quemaduras si mueven la llave o ahogamientos.
Tres: vigilar siempre al pequeño. A veces ellos quieren jugar y jugar, y les damos un poco de margen para que jueguen antes de sacarlos de la bañera, en estos casos, es sencillo, vigilalo todo el tiempo, aunque estés leyendo una revista siéntate donde tengas visión total del peque y y mantenlo observado constantemente, o, los dejas jugar una vez hayas vaciado la bañera, dejado libre el desagüe y dejarle solo un poco de agua que corra, a la temperatura del baño del bebé, o en un recipiente muy pequeñito donde no puedan meter la carita y sumergir la nariz. Si tienes que salir de cuarto de baño, que sea con la bañera vacía y no demores, si tienes que abrir la puerta, atender una llamada, o ir a ver la comida en el horno, ponle el albornoz al bebé y llévalo contigo, incluso si es un niño que ya camina y es mayorcito, no lo dejes nunca solo en la bañera.
Cuatro: llena la piscinita o bañera con un mínimo de agua. No olvides que solo hacen falta dos centímetros de agua para que un bebé se ahogue. No es necesario llenar la piscina ni la bañera para que el bebé se divierta, ponle solo un poco de agua y por supuesto supervisa todo el baño, considera que si un bebé se cae boca abajo en el agua le será prácticamente imposible incorporarse. No descuides a tu bebé.
Da igual que estemos en una bañera, piscinita de bebés, piscina grande, lago, pantano o en el mar, siempre toma precauciones, los niños son inocentes no son conscientes de los peligros que pueden entrañar los medios acuáticos. Y si ya no tienes un bebé sino un adolescente, hablar explicar y hacerles entender los riesgos de las imprudencias en el mar. Toda precaución nunca está de mas.