Hace unos meses, gracias al grupo de España al que pertenezco, me llego un correo preguntando si me gustaría colaborar con un testimonio para la segunda publicación de un libro electrónico, un libro que se llama #PapiConcilia, donde se ven reflejadas diferentes realidades de conciliación entre el tiempo dedicado a la familia versus el tiempo que se le dedica al trabajo. Este es un tema muy importante por allá, en España me refiero, porque ellos están tratando de conseguir una igualdad en lo que se refiere al tiempo que reciben los padres a la hora de tener hijos, en las facilidades que pueden darles las empresas para poder hacerse cargo de sus hijos, cosas de ese estilo.
Acá en el Perú, las mujeres gestantes cuentan con 90 días de permiso por ley, ellas deciden si quieren tomarlo antes del nacimiento o después, para poder estar el mayor tiempo posible con su hijo/hija los primeros meses, en muchos casos las mamás pueden aprovecharse de las vacaciones acumuladas si es que cuentan con ellas, en algunos casos más difíciles deciden renunciar para quedarse en casa o pedir más meses sin goce de haber, todo eso para lograr estar el mayor tiempo con su nueva responsabilidad. Para nosotros los papas la figura es muy diferente, solo podemos disponer de 4 días, nada más, eso es todo, y de ahí de regreso a la oficina a seguir trabajando. A modo de queja, al menos a mí me parece muy pocos días, sobre todo porque la nueva mamá necesita de mucho apoyo durante esta nueva etapa y no puede contar con el apoyo de pareja como es debido. Yo pude acceder a unos días de vacaciones y quedarme en casa 15 días en total, nada mal pero me hubiese gustado estar más tiempo.
Es correcto decir que a partir de ese momento recae sobre nosotros, los papás, la responsabilidad de cubrir todas las necesidades de la familia de forma completa, a mi parecer claro está. Sé que existen muchas otras familias que han logrado obtener un equilibrio diferente, único, que se amolda perfectamente a su realidad y así poder brindar y cubrir todas las necesidades de la casa. Todo eso conlleva de repente a tener que trabajar más horas para poder cubrirlo todo, el trabajo se vuelve en la mayoría de casos más importante que el resto de cosas y el dinero se convierte en una necesidad muy importante. La necesidad del dinero se convierte en una especie de enfermedad, es un punto de queja constante, reclamos y presiones. Si los problemas no son dentro de la casa entonces son de afuera, pero siempre hay alguien o algo que te presiona en torno al dinero, tienes que ingeniártelas como mago para estirar los billetes lo más que se pueda, tanto así que a veces ya parecen hechos de goma en lugar de papel moneda.
Dejando de lado el tema monetario, existen muchas cosas más que nos afectan diariamente y de manera directa, a nosotros como padres o como familia, yo no tengo todas las verdades y no soy una especie de piedra roseta con todas las respuestas, solo puedo afirmar que en mi caso y para el bienestar de mi familia hemos logrado encontrar nuestro equilibrio. Si quieres leer más sobre mi testimonio o de repente buscar dentro de los otros 45 testimonios publicados de papás como tú o como yo, te invito a que descargues el libro, está en formato PDF y EPUB para la fácil lectura. Quien sabe, en la próxima edición podría estar tu versión del equilibrio perfecto.
Link para la descarga para el libro: #PapiConcilia