Hoy os traigo algunas estrategias para que puedas limitar el tiempo que tus hijos dedican a los videojuegos:
Establece un horario y reglas. Repítelas siempre antes de que empiece a jugar. Por ejemplo, pacta que pueda jugar 30 minutos cada día, siempre y cuando haya terminado los deberes.
Hacer que entienda las expectativas. Si no cumple lo establecido, dale una advertencia y expliquale lo que le sucederá si continua actuando así. Por ejemplo, si se niega a apagar la videoconsola, dile :" Si no está apagada en 30 segundos, perderás el privilegio de jugar mañana".
Propón alternativas: lleva a tu hijo y sus amigos a realizar actividades al aire libre. Es una opción que le hará la competencia a pasar la tarde en casa frente a la consola y estimulara sus habilidades de socialización.
Dile a tu hijo que te enseñe un videojuego y juega con él. De esta manera, conocerás más sobre la actitud que tiene cuando juega: si está tranquilo, si es competitivo, si es agresivo, si se lo toma realmente en serio... Así podrás detectar a tiempo si tu pequeño tiene un problema serio, como no poder distinguir entre realidad y ficción.
Quítale su videojuego más preciado. Averigua cuál es su videojuego favorito ( probablemente Minecraft) y dile que si juega mas de lo acordado, se lo vas a quitar. Deberías indicar por cuanto tiempo se lo quitaras, sea por unos minutos o una hora. Esto puede funcionar bien con niños pequeños.
Presta atención a la clasificación del juego y a la descripción de contenidos. No compres ni permitas que tu hijo se entretenga con un juego clasificado para niños mas mayores o cuyo contenido haya sido categorizado como violento.
Evidentemente, si se comporta bien y sigue tus pautas, también hay que hacérselo saber y elogiarlo.
Fuente: este post proviene de El Rinconcito de Bea, donde puedes consultar el contenido original.
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