Aunque su origen no está tan claro como el de otros inventos y juguetes infantiles, se cree que los inicios del patinete provienen de la calle, donde los niños clavaban las ruedas de sus patines estropeados en una tabla de madera y añadían un manillar para poder hacer giros. Durante la década de los 40 y 50 fueron minoritarios frente a las bicicletas y patines, pero ya en los años 90, la aplicación de nuevos materiales en su fabricación que los hicieron muy ligeros y un nuevo diseño que los permitió ser completamente plegables los hizo triunfar, primero en Japón, y posteriormente en el resto del mundo. En la actualidad es posible encontrar patinetes de todo tipo, decorados con personajes del cine infantil como el patinete de la película Frozen; evolutivos, que se van transformando con el crecimiento del niño para adaptarse mejor a su motricidad, y también para adultos como alternativa sostenible para aquellos que evitan los medios de transporte contaminantes.
¿Y por qué sigue gustando a los niños de las nuevas generaciones un juguete tan tradicional como el patinete?
Pues sencillamente porque es divertido y su aprendizaje es mucho más rápido y simple que el de una bicicleta o unos patines, prácticamente desde el primer contacto, niños de todas las edades son capaces de manejarlo adecuadamente.
Además, permite el juego en grupo, haciendo carreras o juegos de saltos de pequeños obstáculos, facilitando la socialización con sus iguales. También es uno de los favoritos de los adultos, porque se trata de un juego más seguro al alcanzar menor velocidad y ser más sencillo mantener el equilibrio, además de tener menos piezas y no necesitar prácticamente ningún mantenimiento.
Muchos padres aprovechan el patinete para alejar a sus niños del carrito de paseo, ya que tienen más autonomía y libertad de movimiento, se cansan menos que caminando y al ser plegable y ligero es sencillo transportarlo si el pequeño no quiere seguir montando.Beneficios del montar en patinete para los niños
Los beneficios que conllevan su uso son innegables:
estimulan la actividad psicomotriz
tonifican los músculos,
ayudan a desarrollar la coordinación general, el equilibrio y la estabilidad;
favorecen la orientación y la organización espacial;
combaten la tensión y el nerviosismo,
mejoran el estado de ánimo y
transmiten valores medioambientales al tratarse de un transporte limpio.Related Posts:
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