A la mayor parte de los niños les encanta todo tipo de juego manipulativo, donde las manos, los dedos, el tacto, la vista, juegan un papel muy importante. Cosas sencillas como poner en fila un montón de nueces o sacarlas de un bol y ponerlas en la mesa, puede ser para ellos todo un descubrimiento. Si encima tenemos elementos que aportan color y un tacto blandito y agradable, ¡imaginaos lo que pueden disfrutar jugando con ello!.
En nuestro caso, compré un par de bolsas de pompones de colores del bazar, muy baratos. Son unas bolitas como con pelo, como si fueran de peluche, con muchos colores e incluso en algunos bazares presentan diferentes tamaños. Pensé que podíamos hacer diferentes tipos de manualidades con ellas, ya que esa es su principal función. Mi sorpresa fue encontrarle muchas utilidades sin tener si quiera que hacer nada especial con ellas.
Todo ello se juntó con la suerte que tuvimos que nos regalaron una mesa de smoby súper chula, que a los peques les encantó. Es una mesa de picnic de hello kitty de pvc resistente a las lluvias y al sol. Es ésta:
Tiene en la mesa un agujero para poner la sombrilla y una tapa que se desmonta con un hueco para que los niños lo usen según su imaginación… Así que nosotros aplicamos la nuestra para aprovecharla al máximo, jejeje.
Para jugar necesitáis:
Una o varias bolsas de pompones de colores. Cuantos más colores mejor y según la edad del niño, cuanto más grandes también mejor, para evitar que puedan comérselos .
Una mesa con algún agujero, caja con tapa y un agujero en medio, una caja de toallitas de bebé o algún elementos similar.
Tubos de papel de wc y de cocina de cartón.
Una bandeja, cajita o táper donde poner todos los pompones.
La idea es dejarles en una caja un montón de pompones y un elemento que disponga de un agujero donde puedan insertarlo. En nuestro caso, la tapa de la mesa tiene el agujero para la sombrilla, así que nos servía perfectamente. Como en la parte de abajo había otro agujero por el sale el palo de la sombrilla hacia el suelo, lo tapé con un tapón de los botes de leche. Además, la tapa superior desmontable, permitía buscar los pompones por dentro y sacarlos para volver a empezar a jugar sin problemas.
LOS POMPONES DE COLORES UN JUEGO SIN FIN.
Si no tenéis una mesa como ésta (que no es muy común seguramente), podéis hacer uso de una caja de zapatos a la que le hagáis un agujero en el medio. Si es posible, que sea de las que tenga tapa por arriba, para que le sea más fácil al niño o niña volver a sacar todos los pompones y repetir el juego. Otra alternativa muy buena también, son las cajas de toallitas de bebé, que son realmente prácticas y dan mucho juego.
Si no habéis visto nuestro post de actividades con tapones de leche, os recomiendo que lo reviséis por si os aporta más ideas y juegos con estas cajas de toallitas de bebés.
El juego con los pompones tiene doble función, por un lado la inserción de cada uno de los pompones por el agujero, que requiere precisión, agarre y habilidades motoras sencillas. Aunque algunos se intentan retar jugando a meter más de un pompón a la vez por el agujero de la mesa, jejejej.
Por otro lado, se debe poder acceder a los pompones y volver a dejarlos en la caja, lo que supone también no solo trabajar el orden y el recoger los objetos, sino también la destreza de coger uno o más pompones con las manos y dejarlos en la caja o táper que le hayáis habilitado.
En ambos sentidos, pueden repetir la actividad un montón de veces, que es una de las cosas que más les gusta y de la manera que aprenden, por repetición. Si la primera le habéis guiado un poco porque es más pequeño, las siguientes veréis como las va haciendo sol@ completamente.
Adicionalmente, podéis complementar la actividad de muchas maneras. Algunas de ellas que hemos puesto en práctica son:
Insertar por colores. Alguien dice un color y metemos todos los pompones del mismo color.
Jugar con tubos de wc o de cocina a insertar dentro pompones y sacarlos ya sea uno a uno o levantando el tubo.
También con tubos se pueden colgar de un lado de la mesa e ir insertando los pompones por ellos y ver como caen hacia el suelo o algún recipiente colocado debajo de los mismos.
Un poco más elaborado es coger o tubos de wc o de cocina, pintarlos de colores y usarlos para clasificar los pompones según el color. Los tubos los podéis pintar vosotros si los niños son muy pequeños, o bien que los pinten ellos mismos si son ya mayores (bueno año y medio o así).
A qué jugamos?. Aunque os digo que algunos peques de 3 y 4 años pueden encontrar también juegos divertidos con estos pompones, intentando meter muchos pompones muy rápido, usando los tubos de cartón, pintando tubos y clasificando. Vamos, mil opciones.
¿Os ha gustado? ¿Habéis hecho actividades de este estilo con vuestros peques? No dudéis en comentarnos vuestras experiencias y compartir estas ideas con la gente que conozcáis que pueda interesarle. Nos encantará recibir vuestras impresiones e ideas al respecto.
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