Alimentación y nutrición del recién nacido
La leche materna es el alimento ideal para tu hijo durante los primeros meses de vida. Es la más nutritiva, digerible y la única que aporta defensas frente a las infecciones. Durante el primer mes, el horario de las tomas será muy irregular. Es aconsejable atender la demanda del niño, sabiendo que al principio las tomas serán muy numerosas.
En el caso de alimentación con lactancia materna, se recomienda que tome alrededor de diez minutos en cada pecho (este tiempo es flexible y variable), empezando siempre por el último que le distes la toma anterior, para asegurar su vaciamiento completo. Tras la toma lo mantendrás incorporado unos minutos para facilitar la expulsión del aire.
Es normal que el niño haga una deposición después de cada toma.
El llanto no es siempre síntoma de que el recién nacido se queda con hambre. Los controles de peso son los que nos van a indicar si su alimentación es correcta.
Si has optado por la lactancia materna, tú, como madre, seguirás una dieta equilibrada. Debes evitar, en la medida de lo posible, el alcohol, el tabaco y medicamentos sin control médico.
Higiene y cuidados generales del recién nacido
Para el cuidado y limpieza del cordón umbilical puede utilizarse alcohol de 70 grados o mercurocromo, que se aplicará 2 ó 3 veces al día, mediante una gasa estéril en la base del cordón, que se desprenderá en las primeras semanas de vida del recién nacido. Después de desprenderse habrá que continuar con las curas 2 ó 3 días más para que termine de cicatrizar. Si lo notas maloliente o desprende líquido debes consultar a tu pediatra.
El baño debe ser diario desde el primer día. No importa mojar el ombligo y no hay que esperar a que se caiga para bañarlo. Elige el momento del día que resulte más relajante para el bebé. Ten todo lo que puedas necesitar a mano. No llenes excesivamente la bañera (10-15 cm son suficientes). Usa jabón o gel neutro en muy poca cantidad y una esponja. Aprovecha la misma agua para aclararle. La temperatura del agua debe ser de 35-36 grados, comprobándose con un termómetro o metiendo el codo en el agua. La temperatura ambiente debe ser agradable (22-24 grados), evitando las corrientes de aire. No pongas aparatos eléctricos cerca del agua. El secado debe ser cuidadoso, insistiendo en los pliegues. Después del baño puedes aprovechar para hidratar bien su piel a la vez que le das un masaje usando una crema o loción hidratante o aceites adecuados para su edad.
Debes cambiarle los pañales con frecuencia. Ha de hacerse sobre una superficie amplia, sin dejar al bebé sólo. Es preferible utilizar agua y jabón, procurando usar lo menos posible toallitas desechables. Los genitales se limpiarán de delante hacia atrás, sobre todo en las niñas, procurando que no se introduzcan residuos de heces. Después de secar bien se puede aplicar crema o bálsamo. Evita utilizar polvos de talco pues retienen la humedad y si se inhala puede resultar tóxico para el recién nacido.
La uñas deben cortarse cuando la longitud sea excesiva, siempre de forma recta y cuidando que no queden picos en las uñas de las manos para evitar arañazos. Utiliza tijeras de punta redondeada.
La ropa del niño debe ser holgada y de fibras naturales (algodón). No lo abrigues excesivamente, el niño no precisa más ropa que la que pueda necesitar un adulto. Evita ropas que puedan soltar pelo o pelusa. Lava la ropa con jabón neutro, sin utilizar lejía ni suavizante. La ropa no debe llevar botones pequeños en la parte delantera, imperdibles, lazos o cordones que se aten al cuello, pues son peligrosos para el bebé recién nacido.
La habitación del niño debe estar bien acondicionada, con una temperatura entorno a 20 grados, tranquila y con una ventilación adecuada. Es necesario un ambiente libre de humo de tabaco.
Si no existen problemas que lo impidan, es recomendable salir de paseo con el recién nacido todos los días. Aprovecha las horas de sol en invierno y en verano evita las horas centrales del día y la exposición directa al sol.
Prevención de accidentes en recién nacidos
La cuna tiene que estar homologada. La distancia entre los barrotes estará entre 4,5 y 6,5 centímetros y los costados deben tener una altura mínima de 60 cms.
El recién nacido debería ser acostado sin almohada y boca arriba.
Utiliza las fijaciones de seguridad en el automóvil que están homologadas según la normativa vigente.
No pongas nada al cuello del recién nacido.
Fuente: http://saludextremadura.gobex.es
Buen día a tod@s!!
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