Hola a todos!!!!! Parece mentira pero la semana se me ha pasado volando. He estado mucho tiempo fuera de casa pero intento contestar los comentarios, sé que tengo alguno por ahí pero voy contestando poco a poco .
Ya sabéis que el post de hoy toca reflexión y es un poco sobre la marcha, lo escribo y lo publico sin repasar mucho así que como siempre pido perdón por las posibles faltas que pueda tener.
*Edito para decir que estaba tan atontada que no había puesto título en el post,jejeje, estos madrugones...
El otro día me sugeristeis algunos temas para estos post reflexivos y los voy a ir usando poco a poco.
Y empiezo por uno que me sugirió Chema porque me gustó y además esta semana he tenido varias oportunidades de pensar en ello. Se trata de la vocación.
Me comentaba Chema el clásico ejemplo de esos chicos que tienen una vocación clara y se inclinan por alguna carrera minoritaria pero por consejo de la familia se decantan por algo con más salidas.
Mi opinión en este tema es muy clara.
Lo primero es decir que la vida da cien vueltas y a veces cuando tenemos hijos o situaciones difíciles tenemos que aceptar muchas cosas que no son vocacionales porque la necesidad impera.
Pero tengo clarísimo que hay que intentar hacer lo que nos guste.
Todas las personas servimos para algo, todas, y seguro que hay algo que nos gusta, pues a por ello. Y eso incluye muchas cosas, desde las más altas aspiraciones a lo que la gente considera menos importante(que para mí es igual de alta aspiración).
Porque si hay algo horrible es un profesional con falta de vocación. Y para completar y que sea más horrible, que su trabajo sea en contacto con gente.
Ya sabéis que tengo un familiar ingresado y estos días pude observar al personal sanitario.
Bien, la mayoría son encantadores, se esfuerzan, hablan con el paciente, nos explican las cosas, se ve que les gusta lo que hacen, salta a la vista, y nos facilitan las cosas.
En cambio el médico de familia que atendió a mi familiar es el típico que no escucha, nos toma por exagerados ante la mínima pregunta y es de los que pone mala cara porque acudes mucho a consulta ya que te encuentras verdaderamente mal.
Da constantemente la sensación de que no le gusta lo que hace, que se cansa y se aburre y está deseando irse.
Cuando mi familiar fue a urgencias y explicó la cantidad de veces que había ido a consulta sin que le hicieran caso los médicos de allí se llevaban las manos a la cabeza, no se nos murió de milagro.
Yo creo que este doctor de familia no es feliz en su trabajo, no sé si es vocacional o no porque no leo la mente, pero desde luego no lo parece. En cambio los de urgencias se desvivían por todos los que estábamos allí y se les veía disfrutar y lo de planta también.
La medicina tiene que ser vocacional, los enfermos necesitan algo más que un tratamiento, necesitan calor humano, compañía y cariño.
El personal de la planta infantil donde hace mi hija el voluntariado es increíble, están totalmente volcados con los niños y se nota que les gusta lo que hacen.
Otro ejemplo son los profes. Yo tuve un profe que nunca olvidaré. Él aumentó mi amor por la lectura, mis padres me lo inculcaron pero él me motivó mucho, presentó poemas míos a concursos, nos llevaba a excursiones geniales y se desvivía por nosotros. Su trabajo era claramente su vocación y sus clases están en la memoria de todos los alumnos.
En cambio he tenido algunos que llegaban a clase, te pedían los deberes, corregíamos y ponían más deberes. El resto del tiempo en silencio o si acaso explicando algo importante, sin mostrar interés personal por nadie, sin motivar ni dedicar un poco de tiempo y alegría. Eso no es vocación, eso es cumplir una rutina y punto.
A veces tenemos vocaciones que no "quedan bien" y eso nos tira para atrás. Mi amiga S siempre fue aficionada a limpiar. Era la típica que cuando estaba estresada se desahogaba limpiando, le gustaba, pero estudió derecho por complacer a sus padres.
Tardó un montón en terminar la carrera y la odiaba, no se veía ejerciendo eso toda la vida.
Y un día, recuerdo que fue de sopetón, según ella le dio una "venada", decidió poner unos anuncios para hacer limpiezas, y empezó limpiando unos portales, para horror de su familia.
A día de hoy tiene una empresa que funciona bien, se adaptó a la crisis y le va perfectamente y lo curioso es que ella no tendría ninguna necesidad de ir a limpiar pero va a algún portal u oficina porque le gusta, prefiere eso que ponerse con el papeleo de la empresa. Y está contenta con su trabajo.
Y una gran amiga de mi hija siempre quiso ser profe de niños pequeños, le encantan, en el recreo del cole en vez de jugar con los niños de su clase jugaba a cuidar a los de educación infantil.
Actualmente está haciendo magisterio y en las prácticas disfruta muchísimo, seguro que va a ser una profe de las que molan.
En cambio mi hija tiene amigas que están en magisterio porque no pedían nota de corte y les parece fácil(nada es fácil, pero ellas piensan eso) y no les gusta ni la carrera ni los niños así que me las imagino sin paciencia ni ilusión, dando clases aburridas.
Y otro chico que conozco que es pariente de un familiar de mi madre(vaya lío) tuvo una gran depresión porque obligado por su familia estudió lo que antiguamente llamaban "banca" y se pasó la vida en un banco y lo odiaba, no le gustaba el papeleo ni el trato con la gente.
Al principio más o menos lo llevaba pero al pasar los años lo odiaba más, detestaba tener que adaptarse a los nuevos métodos y odiaba reciclarse, no soportaba la informática y claro, la informática y el banco en los últimos años van inexorablemente unidos; acabó de baja por depresión y prejubilado.
Siempre dijo que él quería ser algo tipo ebanista o carpintero, de hecho lo hacía en su tiempo libre, y seguramente habría sido más feliz.
Por supuesto puede ocurrir que empecemos en algo de manera casual y que eso al final sea el trabajo de nuestra vida, pero no es lo mismo descubrir tu vocación probando cosas que renunciar a ella cuando lo tienes claro.
Y esto es muy aplicable a ser madre o padre.
Esta llamada no aparece siempre, pero tengo claro que no hay que tener hijos porque toca, no es obligación tener hijos y descubrir luego que frustran tus planes.
Si se quieren tener, genial y sino, genial también.
Yo tengo vocación de madre desde muy pequeña. Cuando mis padres nos dejaban elegir el sitio al que íbamos a pasar la tarde yo siempre elegía merenderos donde sabía que había niños pequeños; y todas las madres me dejaban cuidarles y darles la merienda.
Y recuerdo un merendero que me encantaba porque la dueña tenía una niña de dos años y poco tiempo para dedicarle, y siempre me pedía que le diera la merienda y la entretuviese y a mis 8 años me encantaba.
Le di la merienda muchos veranos hasta que fue grandecita, y jugaba con ella, la peinaba, es que me encantaba.
Años después hice el bautizo de mis hijos en ese bar, que había crecido mucho, y vino "la niña" a saludarme muy ilusionada porque se acordaba de lo que la había cuidado.
Y cuando la gente vio que fui mami joven no se sorprendió, todo el mundo lo vio como algo normal porque siempre me veían con algún niño en brazos.
En cambio mi hermana no quiere tener hijos, y no es menos feliz que yo, es su vocación y su elección.
Pienso que nunca debemos hacer que un hijo renuncie a sus sueños y a su vocación, hay que apoyarlo y a lo mejor le va bien y es una persona inmensamente feliz. O a lo mejor no le va bien y acaba haciendo algo que no es su vocación pero al menos lo habremos intentado y nunca nos quedará esa duda del famoso "y si..."
Ya empiezo con mis divagaciones y no quiero enrollarme así que iré acabando.
Solo quiero decir que las personas tenemos que intentar cumplir nuestros sueños y seguir nuestra vocación. Muchas veces es difícil, hay situaciones complicadas y muchos gastos, pero al menos hay que intentarlo y hacer que un hijo renuncie a una clara vocación por una carrera con más salida es un error.
A veces lo que en un momento tiene salida poco tiempo después es una de esas carreras saturadas, no sabemos lo que puede pasar y condicionar así la vida de los que más queremos es una gran equivocación.
O a lo mejor no quiere hacer una carrera, a lo mejor prefiere coser, limpiar o ser pintor de brocha gorda, hay tantas cosas...
La mejor amiga de mi madre siempre quiso ser cajera de "Grandes Almacenes" como decía ella y es a lo que se dedica, en nada se jubilará y siempre lo tuvo claro. En su casa le permitían estudiar o pudo haber heredado el taller de modista de su madre y ella quería ser cajera y en cuanto tuvo la edad mínima se presentó en los grandes almacenes de mi ciudad, y aunque estos no existen sigue en la firma que los compró.
Podría pasar horas contando casos de personas muy felices porque hacen lo que quieren y de personas tristes y frustradas porque se equivocaron, se dejaron guiar por consejos y ahora están atrapados en una vida que no les gusta y no les llena.
Y ya para acabar que pronto amanecerá, mi gato quiere irse de mi regazo y me he terminado el café, os diré que para mí un médico, un profe o un abogado, por ejemplo, tienen que ser vocacionales y poner pasión en cada enfermo, en cada alumno y en cada defendido.
Y el resto de profesionales también ha se ser vocacional, pero en el trato humano hay que tenerlo muy claro para que ningún inocente pague sus frustraciones.
Y todos tenemos derecho a ser felices, unos siendo profes, otros siendo médicos y otros siendo la señora de la limpieza, el caso es que nos guste lo que hacemos, que nos sintamos valorados y nos apetezca dedicar nuestro tiempo a eso, sea lo que sea.
Muchísimas gracias por leerme, intentaré pasarme por vuestros blogs e ir contestando a los comentarios, me falta tiempo pero a ratitos lo voy consiguiendo.
Y vosotros;¿ tenéis clara vuestra vocación?¿Habéis renunciado a ella?¿Ser padres también es vocacional?
Un beso enorme y hasta mañana!!!!