Reflexiones de expatriada: ¡llevo 10 años aquí!

Hoy dejo la maternidad guardada para contar qué se siente después de estar 10 años fuera de tu casa. O mejor dicho, qué siento yo, porque cada uno seguro piensa distinto. Unos días atrás se cumplieron 10 años de mi llegada a esta ciudad muy muy muy al sur del mundo.

¡10 años ya!

Pero recapitulemos, por si no conoces la historia. 10 años atrás, uno de mis amigos del Erasmus, chileno y hoy padre de las criaturas, se vino a visitarme a Barcelona con otro amigo. Ya habíamos viajado por el sur de España juntos, y por el sur de Chile y, lo creas o no (porque ni nuestra familia ni nuestros amigos se lo cree) no había pasado nada de nada entre nosotros. Como dicen aquí, no estábamos ni ahí con eso. Aunque, dicen por ahí, que no lo parecía…

El hecho es que, poco antes de las vacaciones de semana santa de aquel lejano 2006, en mi trabajo pregunté si podría irme a trabajar fuera un tiempo. Me apetecía. Después de un verano trabajando (mejor dicho, buscando trabajo) en EEUU, y otro semestre de Erasmus, ahora me apetecía irme un tiempo a trabajar. Y ahí quedó la idea. Resulta que viene mi querido amigo chileno, con su otro amigo chileno, nos vamos de fiesta un día y, un poco de baile (y un poco de celos) y un mucho de qué se yo, y ya la tenemos liada.

La historia nos sorprendió a ambos y la despedida hasta “no sé cuando” no fue nada fácil. Resuuuuulta, que vuelvo a trabajar post vacaciones, y en mi empresa me dicen: “Es posible que te vayas a trabajar fuera, y tienes 3 opciones: Argentina, Brasil…y Chile”

¿será mucha casualidad?¿será cosa del destino?

Después de darle un millón de vueltas (aunque también se rumorea que no le di ninguna) y de que el hoy padre de las criaturas me dijera “ni loco te dejo venirte para acá”, decidí tomar esa opción e irme a trabajar 1 año a Chile. El tema es que lo de “es solo por 1 año” fue cosa mía, porque la empresa ofrecía trabajo indefinido en Chile, sin retorno, pero como no tenía muy claro si quería hacer carrera ahí, pensé que si no me gustaba, me volvía.

debarcelonaachile


Este es el inicio de dos historias:

Una bonita historia romántica que queda para contar a hijas y nietos, de cómo un viaje “por un año” pasó a convertirse en una familia con dos terremotos volviendo loco nuestro mundo. Y esta historia es laaaarga, y pedacitos de ella andan escondidos en este blog, o aparecerán cuando toque

Pero también es la historia de la peor adaptación de una expatriación (si si) Al principio fue muy duro. Todo lo bonito que había visto cuando un año antes había venido de visita ya no sé veía igual cuando vivías aquí. El día a día, las prisas de la gente, el tráfico, los círculos cerrados de amigos en los que parecía que tenías que pedir mil permisos para entrar, el cambio de hora y esa comunicación 2.0 que entonces no parecía tan fácil como ahora (¿dónde estabas Whatsapp en aquel entonces?)

Integrarse en Chile no es tan fácil, no soy la única que lo dice. Aunque, si es verdad, que no hay que generalizar, que también conozco casos que ha sido llegar y adorar el país. los círculos de amigos no suelen mezclarse. Uno se junta con los del colegio, de la universidad, o del trabajo, pero mezclados? Es raro.

Encima, por si no lo has notado, me encanta Barcelona. Probablemente, me acuerde de mi ciudad de origen cada día. Antes de venir, ya decía que es la mejor ciudad del mundo. Entonces…la combinación no auguraba muy buen resultado.

Al principio también decidí no hacer tantos esfuerzos por integrarme, porque total me iba a volver en un año!!! Me dediqué a jugar a futbol y a pasarlo bien con esa familia futbolera que se fue armando. Costó encontrar un equipo donde estuviera cómoda, pero después mi equipo fue una segunda familia. Los años fueron pasando sin que me diera cuenta, y la crisis que conocemos todos y un chileno de los que no se quieren mover de aquí por ningún motivo, hicieron que no me volviera. Cuando fui madre, me di cuenta que no había echado raíces suficientes, que sentía que no encajaba aquí. Además, la maternidad suele alterar tus círculos más cercanos, sobretodo cuando no todos tus amigos están en tu misma etapa. No ha habido momento en el que más necesidad he tenido de volverme que cuando terremoto mayor tenía unos seis meses.

Ahora, 10 años después, sé que no ha sido fácil, pero también sé que estoy mucho más integrada de lo que me gusta reconocer, Aunque las ligas de futbol se terminaron en mi día a día hace muuuucho. En algún momento del camino aprendí a dejar pasar las cosas que me molestan de esta ciudad, y a quedarme solo con las que sí me gustan, del país y de la flexibilidad laboral con la que cuento ahora, del tiempo con las niñas, y de esas personas que he ido conociendo en el camino y que hacen que le cojas cariño a la vida aquí. Mis amistades y círculos han ido cambiando, pero (por fin) he conseguido sentirme cómoda aquí.

Chile es también mi casa, estoy acostumbrada a esta ciudad, a mirar hacia el Manquehue o el río cuando no sé donde está el norte, a maravillarme con una cordillera nevada tras un día de lluvia, a contar el doble de tiempo en los traslados debido a las distancias y el tráfico, a que el “te llamo y nos juntamos” es un saludo más que una intención real, a que en el trabajo te saluden “de beso” al llegar y al irte TODOS los días (soy yo o esa costumbre es de aquí nada más?) pero en un ascensor no te respondan un buenos días; a estas y a tantas cosas que componen mi relación de amor-odio con la ciudad.

cordillera, atardecer


Pero, y ya sé que soy repetitiva, yo me volvería mañana a Barcelona. A los que me conocen, esta afirmación no les sorprende. Quizá por esa imagen mitificada de la ciudad que te queda cuando te vas a vivir fuera, o por esa sensación de conocerte toda la ciudad, o por ese idioma que hecho de menos escuchar, o por esas terrazas por todas partes, o por el fuet, o por el Barça, o por poder ir caminando o en metro casi a todos lados, o por lo más importante, por toda esa gente que hecho tanto de menos y que, aunque hayan seguido con su vida y las cosas no sean como eran antes, siguen formando parte de mi vida, y seguirían formando parte de mi día a día si viviera allí; seguro.

Al final, la gente es lo más importante. Hay personas aquí que son “mi familia”, porqué me han acompañado en mis diferentes etapas, porque me hacen tenerle cariño a esta ciudad, y por eso les doy las gracias. Y también a aquellos que, desde 13.000km de distancia, acortan distancias, comparten su vida con la tuya, y siguen manteniendo los lazos, cada uno a su manera. Cada skype, cada whatsapp, cada mail, cada llamada vale un mundo.

amicsbarcelonadistancia


Pero si lo pienso, la vida allí es otra. La ciudad ha cambiado, la gente ha cambiado. Después de tantos años, al final una es un poco de cada ciudad, pero de ninguna completamente. Ya no suena igual de bien decir que soy de Barcelona (y me da rabia reconocerlo) porque ni conozco las zonas de moda o las últimas obras y parezco turista cuando voy. El otro día leía un post sobre esto precisamente, que uno no es ni de aquí ni de allí.

10 años después, con unas terremoto que crecen adorando Chile tanto como adoran Barcelona, a veces se acumulan las preguntas: si me pudiera volver mañana ¿de verdad me volvería?¿cambiaría el mundo de mis pequeñas aun a riesgo que les costara tanto adaptarse a la vida allí como me ha costado a mí aquí?¿podría conformarme con ir siempre solo de vacaciones?¿se puede renunciar a volver?¿estaríamos mejor allí o ya estamos bien así?

Preguntas que se acumulan y que no tienen respuesta (aun), seguiremos viendo dónde nos lleva el camino.

chiloe-camino




Archivado en: Pedacitos de mi, Viviendo leeejos
Fuente: este post proviene de Asi piensa una mamá, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

Muchas veces me he parado a pensar cómo las pantallas, esos dispositivos que venían a ayudarnos en nuestro día a día, en la comunicación, en el aprendizaje, han ido ganando tanto terreno, que muchas v ...

Las Navidades me dejaron una nueva lectura sobre emociones, que estoy ahora terminando. En este caso, hay algunas frases del libro que invitan a la reflexión, y me gustaría compartirlas para reflexion ...

Hace unos años vivimos una experiencia relacionada con la ansiedad en niños pequeños, que os contaba en este post. De un día para otro, sin que sepamos claramente porqué, Terremoto mayor le tenía ter ...

Recomendamos

Relacionado

... EN CHILE Chile fiestas patrias

Antes de ir a vivir a Chile tengo que admitir que poco sabía yo de este gran país. Llámame inculta, pero sólo alcanzaba a ubicarlo en el mapa y la famosa noticia de cuando los 33 mineros quedaron atrapados en la tierra. No mucho más. Después de haber vivido allí 3 años tengo que decir que me ha encantado la experiencia y no dudaría en recomendársela a la gente. Chile es todo un país por descubrir. ...

aniversario familia felicidad ...

Hoy hace 10 años de este fantástico día. 10 años de buenos momentos salpicado con algunos no tan buenos. 10 años de camino conjunto en el que hemos construido una familia. Nuestra familia. 10 años que fueron el punto de partida a todo lo que ha venido después; lo más importante, haber tenido dos hijos que nos traen de cabeza pero que nos la hacen perder de felicidad. 10 años superando obstáculos j ...

bebés criando a dos mandamientos ...

La maternidad es un continuo fluir de normas, mimos, indicaciones, contradicciones,  aciertos y frustraciones, berrinches, esfuerzo, falta de sueño y una montaña rusa de sensaciones. Reflexionar, limitar y adelantarnos a los acontecimientos nos organiza. Así que cual Moisés, Mellimamá también ha esbozado los Mandamientos de la maternidad gemelar, para que, taza en mano, nos tomemos 5 minutos,  nos ...

general

Recuerdo con todo detalle el momento de tu nacimiento, cómo sentí tu calor sobre mi cuerpo cuando diste tu primer respiro, esos preciosos ojitos que intentaban mirarme y que, entre sombras, veían a aquella persona que más tarde llamarías "mamá". Es el nombre más bonito que he oído nunca, sobre todo dicho por ti. Eras mi cosita chiquitita, mi bebé tierna, gordita y sonriente. Sigues sien ...

Viviendo leeeeejos civismo contaminación ...

Llevo muchos años ya viviendo en Santiago de Chile. 9. Muchas veces me parecen demasiados…y no me escondo al decirlo. Me gustaba la ciudad en la que vivía. Tiempo atrás os contaba mi relación de amor/desamor con esta ciudad. Hoy voy a seleccionar algunas cosas que no soporto cambiaría de Santiago: 1 – El smog: Lo que veis, es lo que se ve en un día cualquiera de invierno en Santiago: i ...

general alicia alicia en...

Hoy es un día importante para mí. Hace 10 años que nació uno de los soles de mi vida: Alicia. Hay un antes y un después de ser madre por primera vez. Independientemente de la edad, a toda madre le llega la madurez y la responsabilidad de golpe. Pero por suerte, con Alicia nos tocó la lotería porque es una niña muy sana, alegre y cariñosa. Si me permitís babear un poco, os diré que Alicia es muy ...

Pedacitos de mi Viviendo leeejos amistad ...

Más de 10 años llevo viviendo fuera. Casi un tercio de mi vida. y cuando lo digo así, se me pone la piel de gallina. Es una sensación extraña. Nunca me imaginé que iba a estar diciendo algo así. Cada expatriación se vive de forma diferente, estoy segura y además es lo normal. Cada una se produce por motivos diferentes, en países diferentes, y por periodos más o menos largos, también dependiendo de ...

Costumbres y Tradiciones Guarderia Colegio ...

La verdad es que mi opinión ha cambiado mucho sobre este tema a lo largo de estos 6 años y medio de maternidad que llevo “de aprendizaje” y creo que la opinión de cada uno siempre va a depender de las condiciones, posibilidades, momentos personales y un montón de otros aspectos. A veces puedes ser de una opinión pero no tener más remedio que usar la otra. Este es mi caso. Primero pongá ...

Viviendo leeeeejos castellers envios ...

Vivir lejos tienen ventajas e inconvenientes, aunque reconozco que cuando formas familia los inconvenientes muchas veces aparecen en la mente primero que nada. Almenos en mi caso. Pero no entraremos en mi relación de amor/desamor por esta ciudad. Hoy quiero contaros algunas de las cosas que, después de casi 10 años viviendo aquí, me hacen sentir mi casa más cerca: Las gastronomía, en la despensa C ...

Conociendo Chile Viviendo leeeeejos autos ...

Voy a contaros una intriga particular que tengo sobre esta ciudad. Hay muchas rotondas (no, tantas como en España, no) pero todas y cada una de ellas son un auténtico desastre. Llevo casi 10 años intentando entender porqué. Por qué si las rotondas son supuestamente iguales en todas las ciudades del mundo, en esta ciudad son caóticas, motivo de mal humor, auténtico atasco de tráfico…me intrig ...