No juzgarás a la madre ajena
Cuántas veces nos hemos encontrado criticando a otras madres porque hacían esto o lo otro de un modo que nos resultaba completamente inapropiado? Antes de tener niños debo decir que yo también lo hacía (parece que la crítica es inherente a la condición humana) y resulta que luego te encuentras en la misma situación que tanto criticabas. Así que mejor ser precavidas, que cuando uno escuche hacia arriba, siempre cae! Sobretodo cuando hablamos de madres múltiples, hacemos todo lo que podemos!
No pretenderás que tus hijos no tengan rabietas
Sí, hija mía, las tendrán a dúo!! Yo que siempre he dicho que no soporto a los niños rabietosos y de solo ver a los niños tirados en la calle cual niña del exorcista, me daba urticaria. Y ahora tengo berrinches en estéreo! Y mucha para superar esta etapa. Tener mellizos, gemelos o más implica tener dos o más personitas con personalidad propia que patalearán. Pero resulta que los berrinches y rabietas forman parte de desarrollo, así que no padezcas. Así que cúbrete de paciencia , toma clases de yoga o meditación trascendental y un buen baño de tintura para las canas verdes que te saldrán!
Los hijos ajenos no se portan mejor que los tuyos
Habéis escuchado la frase “mira que bien que se porta ese niño”? Es como el proverbio inglés que dice "The Grass is always greener on the other side." (La hierba de al lado es siempre es más verde) Siempre nos parece que los otros están más tranquilos que los nuestros, que se portan mejor y la verdad es que no siempre es así, que sean propios o ajenos, los niños son niños y siempre tendrán sus momentos tranquilos y sus momentos revoltosos. Así que por el bien de la humanidad podremos abolir esa frase???
No dormirás 8 horas seguidas hasta que… se emancipen!
Desde que los niños aterrizan en tu vida, el sueño, las horas libres, las charlas tranquilas, se habrán acabado. Los niños son pura demanda, y cuando no duermen tú tampoco duermes. Por suerte durante los primeros meses, las mujeres echamos mano de la oxitocina, esa hormona maravillosa que nos hace inmunes al sueño , pero aún así estamos destrozadas y seguimos adelante. Así que ya sabes, cada minuto cuenta, así que hay que aprovechar cuando las fieras se rinden a los brazos de Morfeo.
Mantendrás los límites que has establecido
Una de las tareas más difíciles de la maternidad es EDUCAR y ello implica poner los dichosos límites que nuestros hijos se empeñarán en traspasar a toda costa. Lo más difícil de todo no será poner el límite, sino sostenerlo y con ello se jugarán nuestras acciones y cuando tienes dos, das doblemente ejemplo a diario. Seamos fuertes en esto porque nuestros pequeños tirarán de nosotras como caballos desbocados.
No pretenderás que el padre se comporte como tú
Tu pareja es tu apoyo, pero no será tu clon. Tú eres madre múltiple pero la figura paterna no realiza las mismas cosas ni tiene el mismo instinto y desde luego que esto de múltiple a veces se le escapa de las manos. No pretendamos cambiar al género masculino una vez que se estrenen como padres. Dejarás que cumplan su función paternal sin exigirles que te reemplacen, porque créeme, eso no ocurrirá!
No te dejarás influenciar por lo que dicen quienes estén a tu alrededor.
Una cosa es escuchar un consejo o sugerencia y otra acatar. Todos alrededor nuestro evaluarán, criticarán y a veces nos harán sentir que lo que estamos haciendo está mal y cuando tienes dos, todo se duplica. Está en la naturaleza humana ser críticos, sobretodo con los demás, pero en la educación de nuestros hijos es sano a veces hacer oídos sordos. Mientras tengamos una actitud respetuosa, amorosa y educativa con nuestros pequeños, los mamás somos quienes mejor conocemos a los hijos, así que no nos dejemos avasallar!
Intentarás buscar tiempo para ti misma
La maternidad gemelar a veces conlleva el olvidarse de una como persona, como mujer, como amiga y como amante. No olvides hacer este ejercicio de darte un tiempo para ti, tu cuerpo y sobretodo tu mente, te lo agradecerán. Y lo agradecerán tus hijos porque te verán de mejor humor, tu marido porque te verá por fin depilada y peinada y tus amigas porque podrás volver a hablar sin cortar dos por tres la comunicación!
No desearás la casa limpia de tu prójimo
No volverás a tener la casa impoluta, el lavaplatos al día y el cubo de la ropa vacío. Las labores de la casa se multiplicarán de forma exponencial y tendrás faena para repartir a montones. Ármate de paciencia, acostúmbrate a la lavadora diaria, a la bayeta o mocho en mano y a recoger juguetes a cuatro manos. ¡Así es la vida gemelar!
Si nunca te has considerado mala madre, es que no eres madre.
Y sí, esta es LA máxima, porque todas en algún momento nos hemos sentido culpables, nos hemos martirizado con lo que hemos hecho, nos hemos equivocado, nos hemos olvidado, a veces nos hemos juzgado y castigado otras tantas. Y la maternidad gemelar duplica este sentimiento. Pero somos humanas, aprendemos sobre la marcha a través del ensayo y error. Así que si te has sentido mala madre, es que ERES MADRE!
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