Esta semana los niños regresan a sus rutinas escolares y a las actividades que acostumbran a desarrollar en paralelo, como las deportivas, formativas o de recreación.
Tienen varios días sin hacer lo que cotidianamente realizan y no estuvieron precisamente de vacaciones (atravesaron situaciones de ansiedad e incertidumbre).
Retomar la rutina
Volver a la rutina es un proceso que toma tiempo. Si a los adultos nos costará ir retomando horarios y recuperar horas laborales, lo mismo pasa con los pequeños. Es importante que vuelvan a sus horarios habituales de acostarse. Ademas, es preciso conversar con ellos, porque es probable que tengan asignaciones escolares adicionales para reponer los días sin clases, muchos de sus amigos les comentaran sus vivencias de los últimos días y otros no desearán hacerlo. .
Los niños tuvieron la oportunidad de compartir con sus padres o cuidadores, por un largo tiempo y esto lo extrañarán, al igual que desean ver a sus amigos. Es posible que estén ansiosos preguntándose si lo que han vivido puede ocurrir de nuevo, mientras ellos están en sus colegios, por lo que deben saber que sus docentes estarán con ellos y les resguardaran.
Por la falta de electricidad durante más de 5 días, los pequeños y adultos nos descontactamos de los aparatos electrónicos, vimos que la cercanía, la comunicación directa, vernos y prestarnos atención, es insuperable.
Compartimos juegos, risas y hasta preocupaciones que nos unen. Los padres pudimos ver cuan rápido crecen los hijos, sus análisis y respuestas ante diferentes situaciones, las capacidades de adaptación y flexibilidad que han desarrollado.
Cuidamos los recursos, estando conscientes de saber qué pasa cuando no los tenemos. Fuimos colaboradores, empáticos y solidarios tanto en el hogar como con el entorno. Esto deberíamos mantenerlo, sin necesidad de estar expuestos a situaciones excepcionales.
Hemos tenido la oportunidad de reconocer en familia lo que no queremos que siga sucediendo en Venezuela y lo que podemos mantener con nuestros hijos.
De lo complicado es posible, aprender y decidirnos a cambiar juntos.
Fuente: Lislet Núñez/ Editora de Mischiquiticos.com
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