Las vacaciones de invierno ya están acá. Son sólo dos semanas, lo sé... ¡Son dos largas semanas! ¿Cómo sobrevivir al "me aburro"?
Mi hijo está en sala de 4. El año pasado nos estrenamos con esto de las vacaciones de invierno, y yo, de pura emoción que soy, quería planear un millón de salidas con él, aunque aún no tenía ese problema del "me aburro", básicamente, el no tenía mucha idea de lo que significaba "aburrirse". Seguramente tenía que ver con el hecho de querer que las vacaciones de invierno sean tan especiales para él como lo eran para mi.
La cuestión es ¿qué hacer en vacaciones de inverno? Sobre todo, cuando la palabra "aburrido" empieza a aparecer en su vocabulario (y cuando digo aparecer, quiero decir predominar, ya que ahora se aburre en el jardín, se aburre en inglés, se aburre en casa...). Salir todos los días no es una opción para mi, trabajo y a los papis no nos dan vacaciones de invierno (ya sería hora de ir modificando la ley laboral). Y, si no lo hiciera, ni siquiera salir los fines de semana sería opción... ¡Con lo que cuesta todo! Diría yo, que ni trabajando horas extras podría ir a todo lo que me gustaría...
Los espectáculos infantiles están bastante saladitos este año, además de que varios se avivaron y ya casi que te cobran la entrada desde que el niño está en la panza. Tal es el caso de Topa, con su obra teatral Junior Express, en la cual te cobran la entrada de adulto para un bebé de 12 meses que, más qué seguro, se dormirá a mitad de la función. Pues, teniendo en cuenta que mi niño más pequeño ya va por año y medio, se me hace más cuesta arriba. Sobre todo, por el hecho de que, bajo ningún motivo voy a comprar una entrada en el gallinero. Si pago, quiero que sea primera fila. No voy a pagar una entrada y el viaje (bastante largo, por cierto), más algún que otro juguete a la entrada, gaseosas, golosinas y el infaltable Mc Donal"s, para ver un show a tal distancia que sería mejor verlo en la tele de mi casa, o en el monitor de la computadora (porque, se sabe, que siempre hay un alma caritativa que se toma el trabajo de subir algún vídeo a YouTube). Además de que las entradas sin numerar no son lo mío... Odio tener que estar temprano para obtener un buen lugar, yo llego sobre la hora.
Además de todo esto, cabe decir que, cuesta un huevo conseguir la primera fila. Hace unas semanas entre a la web por medio de la cual se realiza la venta on-line solo dos horas después de que comenzará la venta de entradas y ya no quedaba nada en las primeras 20 filas.
El otro espectáculo por excelencia es Disney on Ice, en el Luna Park. Si querés estar bien cerquita de la pista de hielo, tenés que desembolsarte con 450 a 700 mangos por entrada... Por lo menos en este los menores de 3 años no pagan. Otra cosa muy a favor, es que no hace falta que estés en primera fila (de hecho, si no querés congelarte, mejor no estar en primera fila), podes comprar, tranquilamente alguna de las entradas más económicas y,más de verlo un poco alejado, no va a pasar. Como es en el Luna, casa de las peleas de boxeo, las butacas son como las del cine, y podés ver el show sin ninguna cabeza de por medio.
Pista de hielo en el Luna Park
Claro, nunca faltan los "buscavidas" que se paran en la entrada del teatro y te venden todo tipo de merchandising del día... Totalmente reciclados, por cierto, mirando con atención te das cuenta de que son los mismos juguetes que venden cuando está Topa en el teatro, total todo es de Disney. Incluso, algunos te venden los mismos juguetes para Adriana, solo que para estas le ponen algunos detalles o stickers del Sapo Pepe y sus amigos y ¡violá! es un juguete distinto. Recuerdo que hace unos años, compré en la puerta del teatro Astral, esperando para ver Cantando con Adriana, una linterna de colores, con música que tenía orejas de ratón, casualmente se parecía a Mickey. Claro tenía un sapo Pepe en cima. Un Sapo Pepe de porcelana y pegado con pegamento en barra, de ese que se usa con la pistolita de calor, que, por cierto, sucumbió al primer golpe contra el piso cuando, ni siquiera, habíamos entrado al teatro.
Cantando con Adriana
Por supuesto, si menciono estos dos espectáculos, es porque son los que mi hijo quiere ver... ¡Los dos! Imaginate el gastadero de plata, casi que me saldría más barato irme a la costa. Bueno, tal vez exagero.
Al que yo queria ir es a Cantando con Adriana, pero creo que Sapito Mayor ya paso de eso... O bueno, quizás lo aburrí, ya que desde los 10 meses le pongo sus canciones a diario, incluso un año me emocioné y fuimos a verla 3 veces!!! Dos en el teatro y una en un show a beneficio del Garrahan. Hubiera querido que el más peque también creciera con sus canciones, pero, claro, su hermano tenía el control de la tele, así que creció con Topa. ¿No tienen ustedes esa sensación de que el segundo hijo (o el tercero, cuarto, quinto) crece más rápido? Será por imitación, tal vez. Mi bebito, con año medio, ya reconoce Cars, lo ve y lo señala con una sonrisa en su rostro y diciendo Cars. Además ha vista las dos pelis decenas de veces, cuando el más grande la vio por primera vez a los dos años y medio.
Bueno, la cuestión, es que si no vamos a ver a Adriana es porque Sapito Mayor no quiere... Y son sus vacaciones. Así que, el dilema estaba entre Disney on Ice y Topa, ya que, de ningunna manera serían los dos. Y, como la compra de entradas estaba complicada, le aclaré que iríamos a ver la obra para la cual consiga un lugar de mi agrado.
El destino quiso que será Disney on Ice, de nuevo. Ya que las entradas que había agregado Topa se agotaron rápido y, cuándo conseguí las de Disney aún no habían agregado más.
El próximo sábado es el tan esperado día... Ya les estaré contando como me fue.